miércoles, 2 de mayo de 2018

La vasopresina podría ser un biomarcador del autismo - DiarioMedico.com

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EN LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO

La vasopresina podría ser un biomarcador del autismo

Un estudio en monos y en un pequeño grupo de niños sugiere que un nivel bajo de vasopresina en líquido cefalorraquídeo puede asociarse al trastorno del espectro autista.
Redacción   |  02/05/2018 20:00
 
 
Autismo en niños
El trastorno del espectro autista afecta a 1 de cada 150 niños en el mundo. (DM)
El diagnóstico del trastorno del espectro autista es lento y engorroso, pero podría simplificarse gracias a un hallazgo que relaciona la hormona vasopresina con un determinado comportamiento social característico del trastorno. La presencia de niveles bajos de vasopresina en el líquido cefalorraquídeo se ha asociado con una menor sociabilidad tanto en macacos rhesus como en un grupo de niños, lo que clasifica a la hormona como un posible biomarcador del autismo.
Así concluye una investigación dirigida por un grupo de científicos de la Universidad de Stanford y de la Universidad de California-Davis, que se publica en Science Translational Medicine.
El diagnóstico actual del trastorno del espectro autista "se basa en los informes de los padres sobre los síntomas de sus hijos y en las observaciones clínicas que hacen los médicos a los niños", expone Karen Parker, profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en Stanford y autora principal del estudio. No obstante, la detección precoz es fundamental, habida cuenta de los últimos estudios que muestran cómo un tratamiento conductual temprano e intensivo es beneficioso para los pacientes. Una prueba biológica podría acelerar el diagnóstico.
Los investigadores buscaron biomarcadores de autismo en monos rhesus, una especie cuyas capacidades sociales están cercanas a las de los humanos. Los macacos habían sido criados por sus madres en grupos, en una colonia de investigación de primates de la UC-Davis. De 222 animales machos, seleccionaron 15 con una sociabilidad naturalmente baja y los compararon con 15 monos con una sociabilidad naturalmente alta en varios parámetros biológicos.
Los científicos midieron los niveles de dos hormonas, oxitocina y vasopresina, en la sangre y en el líquido cefalorraquídeo. Ambas son péptidos implicados en una variedad de funciones sociales, incluida la atención parental y los vínculos entre parejas. Algunos estudios previos han insinuado que estas hormonas también pueden estar involucradas en el autismo.
Los monos del grupo menos social tenían significativamente menos vasopresina en el líquido cefalorraquídeo que los animales del grupo más social. En cambio, los niveles de vasopresina en sangre no fueron diferentes entre los dos grupos.
Los investigadores también compararon los niveles de vasopresina en 14 niños con autismo y siete niños de la misma edad sin autismo. El líquido cefalorraquídeo se recogió mediante punción lumbar por razones médicas, y sus familias permitieron su uso para la investigación. Los niños con el trastorno tenían niveles de vasopresina más bajos que los niños sin él.
"Consideramos que es un biomarcador de baja sociabilidad", dice el autor principal del estudio, John Capitanio, profesor de psicología en la UC-Davis.

El siguiente paso en esta investigación es probar en grupo más grande de monos si determinar si los niveles hormonales puede distinguir a los monos con bajas habilidades sociales de otros más hábiles. También pretenden explorar si un nivel bajo de vasopresina podría detectarse antes de que aparezcan los síntomas de la capacidad social deteriorada.

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