"En nuestro servicio de dermatología tratamos a pacientes y no a enfermedades"
El Servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz está muy cohesionado y dirigido al desarrollo de la especialidad. Su filosofía de trabajo se basa en el trato cercano al paciente, trabajando de una manera colaborativa e integral con otras especialidades.
Sostiene que la Dermatología es una especialidad que se encuentra en "absoluta expansión" y que ha vivido un fuerte impulso en la última década. Pedro Herranz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz, certifica que "el tratamiento de las enfermedades dermatológicas es básico para la calidad de vida de los pacientes", por lo que uno de los retos que se están abordando en los últimos tiempos es "la evaluación real del impacto de estas enfermedades en las actividades cotidianas de las personas".
La Dermatología actual tiene una visión mucho más amplia que la mera valoración de la piel, de considerar sólo su importancia estética. "La especialidad se encarga de enfermedades muy complejas y que están muy integradas en el ámbito de otras especialidades", dice. Por eso, trabajan en su Servicio de una forma muy coordinada con Medicina Interna, con Reumatología, con Gastroenterología y con muchísimas otras especialidades en el ámbito hospitalario. A su parecer, la Dermatología es una especialidad completamente "transversal" por la cantidad de áreas de trabajo que aborda. Muestra de ello es su proyecto de potenciar una unidad específica para el tratamiento y el manejo de los pacientes oncológicos. Recuerda que, muchas veces, el problema fundamental del paciente que está con un proceso neoplásico no es sólo la evolución de su tumor sino la aparición de efectos adversos en la piel que puedan condicionarle. "El que un paciente oncológico tenga como primer problema que no pueda caminar porque tiene una enfermedad en las uñas de los pies, por el tratamiento quimioterápico, sorprende. Si bien, es algo que vemos a diario y a lo que no se concedía la suficiente importancia hasta ahora", reflexiona.
A lo largo de toda su vida
Cuando se le pregunta por las principales patologías por las que se acude a su Servicio, Herranz contesta que "el gran reto es trabajar en las diferentes etapas de la vida del paciente; desde la edad pediátrica, con una patología completamente diferente, al paciente adolescente, adulto y nalmente al geriátrico". Es decir, "acompañar al paciente a lo largo de toda su patología y de toda su vida es lo que verdaderamente importa". Las enfermedades de la piel son muy frecuentes, pero a su vez muy cambiantes. Indica que "la Dermatología pediátrica se centra en procesos cada vez más condicionados por el estudio genético". Por este motivo, mantienen una estrecha colaboración con el Instituto de Genética del hospital. Por consiguiente, están logrando enormes avances en el diagnóstico terapéutico de enfermedades pediátricas.
"A partir de ahí, comenzamos a trabajar con el paciente adolescente, que es el gran olvidado. De una forma un tanto despreciativa, pensamos que en ese período sólo se nos consulta por `los granos de los niños´. En absoluto. La patología del adolescente es muy variada, y puede influir claramente en el desarrollo de la personalidad adulta. Y hacer la transición al adulto joven y a la vida adulta completa. Finalmente, la patología oncológica de piel que afecta sobre todo a los pacientes ancianos. Si me pregunta qué patologías tratamos, es que hay más de 2.000 enfermedades en Dermatología", argumenta. Muchas de ellas son crónicas.
¿Veremos pronto la curación de la psoriasis o de la dermatitis atópica? Opina que no. "Lo que estamos haciendo es "curarlas a nivel de paciente. Una cosa es curar la enfermedad, de lo que todavía no vamos a ser capaces, y otra cosa es curar a los pacientes. Son cosas diferentes. Curar al paciente es tener la enfermedad controlada y conseguir que no impacte en su vida", matiza. Subraya que el interés se concentra en los estudios dirigidos a ser capaces de inducir una remisión completa de estas enfermedades, modificar su historia natural. Para conseguirlo, pone el foco en la intervención precoz, en edades tempranas de la vida.
Se muestra de acuerdo en que la falta de adherencia a los tratamientos en Dermatología es un problema. Explica que depende mucho de los dermatólogos y de cómo son capaces de abordar la educación sanitaria. "Uno de los ámbitos más importantes en los que tenemos que incidir, más allá de los tratamientos tan buenos que disponemos, es que el paciente trabaje a nuestro lado. Es decir, que el paciente sea consciente de su enfermedad, sea responsable y que nosotros seamos capaces de darle las herramientas para mantener un tratamiento completamente efectivo, cumpliéndolo durante períodos prolongados. Ahí es donde entra la educación sanitaria y centramos una de nuestras labores más importantes, colaborando con Atención Primaria", expone. Así, "la relación con el médico de cabecera, que es donde empieza el proceso de curación de la piel, es absolutamente necesaria".
En este sentido, la relación médico-paciente es básica. "Cuando se valora un Servicio de Dermatología, más allá del desarrollo tecnológico, y más allá de un desarrollo específico de una enfermedad concreta, es por el trato personal. El paciente sabe que, cuando entra en este hospital, se siente protegido y atendido", promete. Precisamente, su Servicio de Dermatología está posicionado como el mejor del país, según el III Monitor de Reputación Sanitaria de Merco. A Herranz le encanta esta distinción, pero objeta que "la Dermatología española tiene un nivel magnífico, al máximo nivel mundial". "Estamos muy orgullosos de cómo trabaja la dermatología madrileña. La Sección Centro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) es posiblemente la más activa. Reúne a 600 dermatólogos y a todos los hospitales de Madrid. Los factores distintivos para estas nominaciones son los de dar un plus en el trato personal, de acogida al paciente, en el manejo del paciente desde pediatría a edad adulto, en un continuo en el que el paciente se siente que forma parte de nosotros. El paciente nos conoce a todos. Conoce a su dermatólogo", declara. A ellos acuden pacientes a los que Herranz empezó a tratar cuando él era residente.
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