jueves, 19 de abril de 2018

El 42% de las cefaleas en racimos tarda cinco años o más en diagnosticarse - El médico interactivo : El médico interactivo

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El Médico Interactivo

El 42% de las cefaleas en racimos tarda cinco años o más en diagnosticarse

La Fundación del Cerebro presenta un informe sobre la cefalea en racimos en España con motivo del Día Nacional de la Cefalea, celebrado el 19 de abril
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Se calcula que en España podría haber cerca de 47.000 afectados por cefaleas en racimos, el segundo tipo  de cefaleas primarias más frecuentes por detrás de la migraña. Este es uno de los datos que se desprende del informe sobre cefalea en racimos que ha elaborado la Fundación del Cerebro , perteneciente a la Sociedad Española de Neurología (SEN), y que recoge datos no sobre sobre epidemiología, sino también sobre morbilidad, retraso en el diagnóstico, calidad de vida de los pacientes, gasto socio-sanitario y acceso a los tratamientos.
Como explica Jesús Porta-Etessam, director de la Fundación del Cerebro, “las cefaleas en racimos se caracterizan por la presencia de crisis de dolor unilateral y localizado alrededor del ojo y/o la sien, aunque puede implicar a otras regiones y, en todos los casos, estamos hablando de un dolor intensidad grave, hasta el punto que se la ha denominado como la cefalea ‘suicida’ por la gran intensidad del dolor”, aclarando que pese a este sobrenombre “los porcentajes de suicidios son bajos y muy similares a la población general”.
En cuanto a los datos más significativos de este informe, que se ha dado a conocer con motivo del Día Nacional de la Cefalea, destaca que  en el 42 por ciento de los casos la demora diagnóstica es de 5 años o más y en el 22 por ciento de más de 10 años. De hecho, sólo un 21 por ciento de los pacientes con cefaleas en racimos recibió un diagnóstico adecuado desde el inicio de los síntomas.
Respecto a su incidencia, del informe se desprende que al año aparecen al menos 1.000 nuevos casos de esta enfermedad, que mayoritariamente la padecen hombres y con carácter episódico. Por el contrario, un 20 por ciento de los pacientes, predominantemente hombres, padecen cefaleas en racimos en su forma crónica, es decir, los ataques de dolor de cabeza aparecen de forma ininterrumpida durante más un año  sin remisión o con remisiones menores a un mes. La enfermedad suele aparecer cuando los pacientes rondan los 30 años pero, aunque es menos frecuente, también se dan casos en la infancia y adolescencia y en la edad avanzada.
Un importante impacto en la calidad de vida
El informe, elaborado por Nuria González García, David García Azorín y Jesús Porta-Etessam, también hace un repaso por la morbilidad de la patología. Así, se apunta que el 96 por ciento de pacientes han tenido que modificar sus estilos de vida y un 78 por ciernto reconocen restricciones en las actividades de la vida diaria. “Uno de los factores que más puede menoscabar la calidad de vida es la incapacidad derivada de padecer un dolor crónico, especialmente cuando este impide la realización de actividades o se asocia a comorbilidades. Algo que cobra, si cabe, más relevancia cuando se trata de pacientes en edades muy jóvenes”, señala Nuria González García.
Todo ello deriva en que hasta un 36 por ciento de los pacientes refiere haber perdido su empleo a consecuencia de esta patología y un 32 por ciento confiesa haberlo reducido en al menos la mitad. Sólo un 38 por ciento de los sujetos aseguran que la enfermedad no interfiere en su desempeño laboral, pero en el 82 por ciento su funcionalidad se ve mermada.
Por último, respecto a los tratamientos, cabe reseñar que el oxígeno es uno de los tratamientos de primera elección para las crisis de racimo, por su eficacia equiparable o superior a otros tratamientos. Sin embargo, solo en un 40 por ciento de los países europeos existe acceso al oxígeno sin restricciones. Si bien en nuestro país la situación varía mucho de una Comunidad Autónoma a otra,  España está a la cabeza en cuanto a facilidad de acceso y cobertura sanitaria de la oxigenoterapia domiciliaria.

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