lunes, 23 de abril de 2018

Diagnóstico precoz y tratamiento a tiempo reducen la mortalidad en síndrome aórtico agudo - DiarioMedico.com

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SIMPOSIO INTERNACIONAL DE LA SEC

Diagnóstico precoz y tratamiento a tiempo reducen la mortalidad en síndrome aórtico agudo

Actualmente, el 80 por ciento de los pacientes que llegan al hospital son diagnosticados en las primeras 24 horas y la media de tiempo para conseguir el dictamen es de 5 horas
María R. Lagoa. Vigo   |  20/04/2018 13:04
 
 
Arturo Evangelista, del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona
Arturo Evangelista. (DM)
El síndrome aórtico agudo es un proceso que afecta a la capa media de la aorta e incluye una serie de alteraciones graves: la disección aórtica, el hematoma intramural o sangrado de la pared de la aorta y la úlcera penetrante. Establecer a tiempo el diagnóstico e instaurar lo antes posible el tratamiento resulta clave para la supervivencia del paciente. Por ello, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) se marcó el objetivo de sensibilizar a los profesionales que mantienen los primeros contactos con el paciente en el hospital y en atención primaria. Los resultados muestran que se han optimizado los tiempos confirmando un claro descenso de la mortalidad.
El vicepresidente de la SEC, Arturo Evangelista, ha presentado los datos de los registros RESA(Registro Español del Síndrome Aórtico Agudo) e IRAD (Registro Internacional de Disección Aórtica) durante el XVIII Simposio Internacional de Cardiopatía Isquémica y Críticos Cardiovasculares, organizado por la SEC en Santiago de Compostela.
El IRAD se puso en marcha hace dos décadas, es continuo y el mayor del mundo; incluye 8.000 pacientes de más de 50 hospitales. El RESA se hace cada cinco años y el tercero se acaba de iniciar, por lo que no arrojará datos hasta principios de 2020. Pero los resultados del RESA I y RESA II evidencian que la mortalidad por síndrome aórtico agudo en arteria ascendente, el más grave, se redujo en 10 puntos, pasando del 41 por ciento del año 2007 al 31 por ciento del 2014.

Mortalidad quirúrgica

Hoy, la mortalidad del síndrome de aorta ascendente está en torno al 30 por ciento y la del síndrome de aorta descendente sobre el 10-12 por ciento, según Arturo Evangelista. La mortalidad quirúrgica también ha tenido una importante disminución, ya que actualmente es inferior al 20 por ciento, muy parecida a la registrada en el IRAD.
El síndrome aórtico agudo es mucho más infrecuente que el infarto: se registran entre 40 y 45 casos por millón de habitantes y año. Sin embargo, su mortalidad es muy superior. Actuar a tiempo es esencial: "Desde que se producen los síntomas, hay un 1 por ciento de mortalidad por cada hora que pasa. Es decir, a las 24 horas la mortalidad se sitúa en el 24 por ciento". Un tercio de los pacientes fallece incluso antes de llegar al hospital.

Formación

No obstante, la mejor formación de los profesionales de urgencias, de los hospitales y de atención primaria ha permitido que, en estos momentos, el 80 por ciento de los pacientes que llega al hospital sea diagnosticado en las primeras 24 horas y que la media de tiempo para lograr un dictamen correcto, sin que se confunda con otras patologías, sea de 5 horas. "Es en este terreno donde hemos podido ganar una batalla", comenta el vicepresidente de la SEC.
La manifestación del síndrome aórtico agudo es un dolor muy brusco e intenso en el pecho, el tórax o en la parte abdominal. Los antecedentes clínicos son importantes para sospechar esta patología, ya que el 75 por ciento de los pacientes es hipertenso y el 20 por ciento está previamente diagnosticado de otra enfermedad aórtica. También se presenta en enfermedades genéticas como el síndrome de Marfan o síndrome Ehlers-Danlos.
"Que se sospeche la enfermedad, un diagnóstico precoz y contar con cirujanos de mucha experiencia, han sido factores determinantes para que aumentase la supervivencia", ha subrayado Arturo Evangelista, quien recuerda que en el hospital se puede perder mucho tiempo si no se enfoca bien el diagnóstico: "Cuando el síndrome afecta a la aorta ascendente, hay que enviar al paciente rápidamente al quirófano para hacerle una cirugía y recambiársela".
Evangelista considera que en aorta ascendente va a ser difícil superar los datos actuales porque se han optimizado los tiempos y existe una gran especialización en las intervenciones. Sí hay margen de mejora en el síndrome aórtico agudo que afecta a la aorta descendente, cuyo tratamiento es distinto. En primera línea se controla la presión y el dolor y, si la situación empeora, se puede realizar un tratamiento endovascular con una endoprótesis. Y esta es precisamente la vía para avanzar porque la cirugía abierta tiene una alta mortalidad.

Nuevos marcadores

La consecución de nuevos marcadores para identificar a los pacientes más susceptibles y establecer una estrategia profiláctica es otro de los retos que se plantean los especialistas: "Se está trabajando en ello, es importante porque la hipertensión es una de las causas pero sólo un subgrupo de hipertensos sufre un síndrome aórtico agudo. La genética puede marcar el camino".
La prevención pasa por el control de la tensión arterial, la vigilancia estrecha de los pacientes con dilatación aórtica a través de técnicas de imagen y la comprobación de los antecedentes familiares.

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