martes, 2 de enero de 2018

La Seorl alerta del riesgo de atragantamiento en niños al comer las uvas - DiarioMedico.com

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EN MENORES DE CINCO AÑOS

La Seorl alerta del riesgo de atragantamiento en niños al comer las uvas

Desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología advierten del peligro de que los menores de cinco años consuman uvas enteras en Nochevieja, debido al elevado riesgo de atragantamiento o asfixia que esto supone. Esta acción, de acuerdo a un estudio de Nursing Children and Young People, está identificada como la tercera causa de asfixia relacionada con la comida entre los niños.
Redacción | dmredaccion@diariomedico.com   |  27/12/2017 13:32
 
 

12 uvas
12 uvas (Archivo)
Los otorrinolaringólogos alertan del peligro que supone que los niños menores de cinco años coman uvas enteras en Nochevieja, por el riesgo de atragantamiento o asfixia. Por ello, recomiendan modificar la forma de las tracionales doce uvas que dan la bienvenida al nuevo año, cortándolas en varios trozos, quitándole la piel y las pepitas para, así, evitar un episodio de aspiración. "Esta fruta, por sus cualidades en cuanto a su forma y textura, puede provocar una obstrucción en las vías respiratorias y, si no se actúa de forma rápida, puede llegar a provocar la muerte", ha asegurado Raimundo Gutiérrez Fonseca, vicesecretario general de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).

A pesar de ser un alimento, a primera vista, inofensivo, las uvas tienen un tamaño similar al de la glotis. "Son frutas ovaladas, relativamente moldeables y con una piel suave y resbaladiza, por lo que puede deslizarse en la boca del niño de forma involuntaria, sin ser masticada, y actuar como tapón en las vías aéreas, impidiendo la respiración", ha explicado Gutiérrez Fonseca. De hecho, según un reciente estudio publicado en la revista Nursing Children and Young, las uvas consumidas enteras son la tercera causa de asfixia relacionada con la comida en menores de cinco años.

La mayor parte de los atragantamientos infantiles se producen en niños menores de dos años. "Es en esta franja de edad cuando aún no tienen los dientes desarrollados, el sistema deglutorio del niño es inmaduro y la posibilidad de que una parte de un alimento o cuerpo extraño pase a la vía respiratoria es más alta. Sin embargo, no siempre sucede así y puede producirse un deterioro del estado respiratorio que, en ocasiones, puede desencadenar en neumonía, enfisema pulmonar, algunas infecciones o, incluso, la muerte", ha comentado Gutiérrez.

Cómo actuar en caso de atragantamiento

Para saber de qué manera actuar ante un episodio de atragantamiento, la tos puede ser un factor decisivo. De no ser suficiente, Gutiérrez Fonseca ha recordado que "lo primero es acudir de forma inmediata a un servicio de urgencias, para que un especialista en otorrinolaringología pueda valorar este riesgo, o llamar a los servicios de emergencias para que vengan a la mayor brevedad posible".

Una vez en urgencias, el médico le realizará algunas pruebas, como una fibrolaringoscopia, para valorar la vía aérea superior; una auscultación pulmonar, que pueda evidenciar datos acústicos como sibilancias u otras alteraciones; o una radiología de tórax que, en ocasiones, permite visualizar la localización del cuerpo extraño o sus consecuencias pulmonares.
  • Las uvas consumidas enteras son la tercera causa de asfixia relacionada con la comida en menores de cinco años

Medidas para evitar los atragantamientos

Para evitar que los menores sufran un episodio de asfixia por aspiración, lo principal es dejar fuera de su alcancetodos aquellos juguetes o alimentos que, de ser llevados a la boca, puedan ocasionar un atragantamiento.

Por otro lado, es aconsejable excluir de su dieta ciertos alimentos que no puedan digerir o masticar como lo hace un adulto, como los frutos secos, la zanahoria cruda, las palomitas de maíz, los caramelos duros y las frutas como la manzana o las uvas. También es conveniente que el pequeño no corra, juegue o hable mientras tenga un alimento o juguete en la boca y, cuando se trate de comida, es recomendable que se limpie y revise bien, para evitar que ingiera huesos, espinas, etc. No obstante, el niño deberá estar vigilado siempre que esté comiendo.

En cuanto a los juguetes, se recomienda que no estén compuestos por piezas extraíbles pequeñas, afiladas o de materiales como el metal o el vidrio. Los juguetes con pilas tampoco son recomendables y, en caso de necesitarlas, estas deben estar bien aseguradas, puesto que pueden soltar sustancias tóxicas y producir, incluso, perforaciones, en el caso de ser ingeridas.

De todos modos, los otorrinolaringólogos recomiendan prevenir a los niños sobre los peligros de ciertas acciones, así como educarles para evitar que se introduzcan cualquier objeto en la boca. Asimismo, como precaución para los adultos, conviene tener unas nociones básicas de primeros auxilios para, en caso de que ocurra un atragantamiento, poder ayudar mientras llegan los servicios de emergencia.

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