martes, 23 de enero de 2018

El aceite de girasol o pescado se asocia con esteatohepatitis no alcohólica - DiarioMedico.com

El aceite de girasol o pescado se asocia con esteatohepatitis no alcohólica - DiarioMedico.com



EN UN CONSUMO PROLONGADO

El aceite de girasol o pescado se asocia con esteatohepatitis no alcohólica

Un equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Granada, ha observado en un estudio en ratas que el consumo prolongado de aceite de pescado o de girasol provoca alteraciones en el hígado que pueden desencadenar en esteatohepatitis no alcohólic, algo que no ocurre con la ingesta de aceite de oliva. El trabajo se publica en Journal of Nutritional Biochemistry.
Redacción.   |  22/01/2018 12:15
 
 

José Luis Quiles y Alfonso Varela
José Luis Quiles y Alfonso Varela, con otros miembros del equipo. (UGR)
  • el aceite de pescado elevó la oxidación, redujo la actividad de la cadena de transporte electrónico mitocondrial y alteró la longitud relativa de los telómeros
Un consumo prolongado a lo largo del tiempo de aceite de girasol o de pescado afecta de forma negativa al hígado, y provoca una serie de alteraciones que pueden desencadenar en esteatohepatitis no alcohólica, según un equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR). 

La prevalencia de esteatohepatitis no alcohólica en la población general aumenta con la edad: afecta a un 1-3 por ciento en niños, al 5 por ciento en adolescentes, al 18 por ciento entre los 20 y 40 años, al 39 por ciento entre los 40 y los 50 años y a más del 40 por ciento en mayores de 70.

En el trabajo, publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry, se ha analizado cómo afecta la alimentación con un tipo de grasa u otra (aceite de oliva virgen, girasol o pescado) de forma mayoritaria a lo largo de la vida sobre la salud hepática en ratas.

Los investigadores de la UGR realizaron a los animales análisis muy completos, que abarcaronestudios de anatomía patológica, análisis ultraestructural con microscopía electrónica, técnicas muy sofisticadas de bioenergética, determinación de la longitud de los telómeros, estrés oxidativo y sobre todo un estudio del genoma hepático completo de las ratas para ver cómo ha evolucionado con la alimentación.

Efectos de la alimentación


Según José Luis Quiles Morales, autor principal del trabajo y catedrático de Fisiología de la UGR, "lo que se ha puesto de manifiesto es que a medida que se envejece la grasa se va acumulado en el hígado, pero lo más llamativo es que el tipo de grasa que se acumula es diferente según la alimentación y esto hace que, a pesar de ese acúmulo, unos hígados lleguen a la vejez más sanos que otros y con una mayor o menor predisposición a sufrir ciertas patologías".

Así, de las tres grasas estudiadas (aceite de oliva virgen, aceite de girasol y aceite de pescado),la que mejor preservó el hígado a lo largo de la vida fue el aceite de oliva virgen,observándose que de girasol indujo fibrosis, alteraciones ultraestructurales, bloqueo a nivel de expresión génica y un alto grado de oxidación.
  • El aceite de girasol indujo fibrosis, alteraciones ultraestructurales, bloqueo a nivel de expresión génica y un alto grado de oxidación
Por su parte, el aceite de pescado, además de intensificar la oxidación asociada al envejecimiento, redujo la actividad de la cadena de transporte electrónico mitocondrial y alteró la longitud relativa de los telómeros.

"Las alteraciones provocadas por el consumo prolongado tanto de aceite de girasol como de pescado condicionan al hígado a sufrir esteatohepatitis no alcohólica", ha destaca Quiles, quien señala que, a la luz de los resultados, "el aceite de oliva virgen es la opción más saludable". Lo realmente novedoso del estudio "ha sido demostrar a través de qué mecanismos ejerce el aceite de oliva virgen dichos efectos beneficiosos y el porqué del peligro de abusar de otras fuentes grasas. Pensamos que el estudio puede ser de gran utilidad de cara a prevenir o en el tratamiento de diversas patologías hepáticas". 

En el estudio también han participado investigadores del Complejo Hospitalario de Jaén, la Università Politecnica delle Marche (Ancona, Italia), el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (Genyo) y el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario