lunes, 2 de octubre de 2017

Un 'reloj' que nos sincroniza con el mundo - DiarioMedico.com

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PREMIO NOBEL DE MEDICINA

Un 'reloj' que nos sincroniza con el mundo

Las alteraciones de los ritmos circadianos, que están regulados por un sistema bien conservado en todas las especies, tienen implicaciones en la salud muy diversas: desde el riesgo de enfermedad cardiovascular a los trastornos del sueño.
02/10/2017 16:51
 
 

Reloj circadiano
El reloj circadiano se encuentra conservado en todas las especies. ()
El Premio Nobel de Medicina de 2017 recala en los investigadores estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young y pone el foco en los ritmos circadianos, que no son sino la respuesta de los organismos al hecho de vivir en un planeta en rotación, como sintetiza Francisco Martín, investigador en el Instituto Cajal del CSIC, en Madrid. Los premiados identificaron la regulación genética del reloj biológico en la Drosophila melanogaster, pero este mecanismo se encuentra conservado en todas las especies, incluida la humana, recuerda también Martín, poniendo en valor la investigación en modelos experimentales como la mosca de la fruta.
Martín, uno de los pocos científicos que en España está trabajando a nivel experimental en el reloj biológico interno, apunta que hoy en día se indaga en la relación entre los cambios o alteraciones en estos ritmos circadianos con ciertas enfermedades; también se investiga en cómo desde el núcleo supraquiasmático se actúa sobre los diferentes tejidos del organismo, incidiendo en diversas funciones corporales, en especial, la del sueño, uno de los mecanismos circadianos por excelencia. "De hecho, un área en auge en este campo científico es la búsqueda de mecanismos y moléculas para inducir sueño".

Divulgación

Desde el punto de vista de la divulgación, el Nobel de este año implica destacar un campo científico no lo suficientemente conocido: "La sociedad ha oído hablar del sistema cardíaco, del renal, pero cuando aludes al sistema circadiano tienes que empezar a presentar la existencia de un reloj interno, dónde se encuentra, cuál es su función...", comenta María de los Ángeles Rol de Lama, profesora de Fisiología en la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia. La investigadora forma parte del grupo Cronolab, integrado por otros científicos de la citada universidad, que entre otros ámbitos, investiga en la denominada cronodisrupción: "Tiene que ver con un orden de los ritmos biológicos, de forma que si ese orden se rompe, aparecen diferentes patologías, como no puede ser de otra manera, porque se está trastocando una señal temporal que altera a todo el organismo". Rol de Lama alude a alteraciones tan diversas como un aumento del riesgo cardiovascular, así como el de obesidad y el de cáncer, y el desarrollo de trastornos del sueño, de la reproducción y el envejecimiento prematuro, por citar algunas.

Matutinos y vespertinos

Los científicos han sido galardonados por su labor en la descripción del mecanismo que gobierna el reloj biológico interno, si bien la existencia de los ritmos circadianos se conocía ya a partir de trabajos previos, como los del investigador ya fallecido Seymour Benzer. No obstante,la regulación interna del organismo para adaptarse a un horario y los desequilibrios que pueden surgir cuando hay desajustes son muy intuitivos: es habitual la experiencia de despertarse sin necesidad de alarma o sentir jet lag tras un viaje transmeridiano. Ángel Correa, del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (Cimcyc) en la Universidad de Granada, apunta que "el cambio de hora estacional es un buen ejemplo; cuando se trata de eso o de un viaje puntual, la alteración es anecdótica. Nuestro organismo necesita un día para adaptarse por cada hora de desfase en el huso horario. El problema surge en los trabajadores a turnos; de hecho, el síndrome del trabajador a turnos, ya se reconoce como una enfermedad".
Correa considera que fisiológicamente puede distinguirse entre diversas preferencias circadianas: "La mayoría de la población es matutina, pero un 20 por ciento de la población puede clasificarse como vespertinos, si bien estas preferencias pueden cambiar en la adolescencia y a medida que envejecemos".




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