martes, 10 de octubre de 2017

La oferta de nuevas drogas se dispara - DiarioMedico.com

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MUY PELIGROSAS Y ACCESIBLES

La oferta de nuevas drogas se dispara

El aumento del THC de la marihuana y la pujanza de los cannabinoides sintéticos inquietan a los expertos.
María Sánchez-Monge   |  10/10/2017 00:00
 
 

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Informe de Unodc sobre nuevas drogas
Principales efectos de las 621 nuevas sustancias psicoactivas registradas hasta diciembre de 2015 en el Sistema de Alerta Temprana (EWA) de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). (Unodc)
  • Informe de Unodc sobre nuevas drogas
  • Cannabis
  • Heroína
  • Cocaína
  • Anfetaminas
Las drogas emergentes plantean retos sin precedentes. Las sustancias clásicas (alcohol, cannabis, cocaína, heroína...) siguen prevaleciendo en las consultas de adicciones; las nuevas son más escurridizas. Es un mercado muy inestable, en el que aparecen y desaparecen componentes continuamente, de forma que resulta virtualmente imposible investigar a fondo cada sustancia.
Según el último informe del Observatorio Europeo de Drogas, en 2015 se detectaron 98 sustancias por primera vez, lo que eleva el número de nuevas drogas vigiladas por los organismos internacionales a más de 560, el 70 por ciento (380) de las cuales han emergido en los últimos cinco años. Estas drogas pueden clasificarse en múltiples grupos -cannabinoides sintéticos, catinonas, nuevas anfetaminas, triptaminas, piperacinas...-, pero incluso dentro de cada uno de ellos se aprecia una gran diversidad.
Los principales rasgos comunes serían el gran peligro que entrañan y el fácil acceso a muchas de ellas que proporciona internet. "Son muy imprevisibles, pero la mayoría tienen más capacidad de producir psicosis, ansiedad y depresión", explica Jaime del Corral, psiquiatra experto en adicciones de la Clínica Nuestra Señora de La Paz (Orden Hospitalaria de San Juan de Dios), en Madrid.

Incremento del THC

Dos tendencias paralelas generan una gran preocupación a los toxicólogos y expertos en adicciones: por un lado, el progresivo incremento de la proporción de tetrahidrocannabinol (THC) de la marihuana; y, por otro, la proliferación de cannabinoides sintéticos, que a menudo se venden en internet de forma camuflada.
En opinión de Del Corral, “hay una percepción de benignidad y se está perdiendo el temor al cannabis”, algo que este experto achaca a la difusión de sus propiedades medicinales.
Benjamín Climent, representante de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías (Socidrogalcohol) en el Sistema Español de Alerta Temprana (SEAT) del Plan Nacional Sobre Drogas, explica que los cannabinoides sintéticos son“un enorme grupo de sustancias con estructuras químicas dispares que tienen en común la afinidad por los receptores cannabinoides”. Una de las primeras denominaciones comerciales de estos compuestos que suelen venderse en internet como inciensos, sales de baño o potpourrís destinados a la meditación fue la de Spice. Las complicaciones derivadas de su consumo son iguales o superiores a las del THC.

Efectos cardiovasculares

Una revisión publicada a mediados del pasado mes de septiembre en Nature Reviews Cardiology alerta del riesgo de efectos cardiovasculares graves causados tanto por el cannabis como por sus análogos sintéticos. El artículo repasa el papel del sistema endocannabinoide en la enfermedad cardiovascular, partiendo del conocimiento de que la activación de los receptores de cannabinoides CB 1 y CB 2 puede estar implicada en patologías como el infarto de miocardio, miocardiopatía, arritmias e ictus.
El THC es un agonista de ambos receptores y ejerce sus efectos adversos psicoactivos y cardiovasculares activando CB 1 tanto en el sistema nervioso central como en el cardiovascular. Hay que tener en cuenta, según los autores del trabajo, cuyo primer firmante es Pal Pacher, de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, que “en la última década se ha registrado un aumento de casi 10 veces en el contenido de THC de la marihuana, así como la mayor disponibilidad de cannabinoides sintéticos de alta potencia”. Se calcula que estos últimos tienen potencias entre 10 y 200 veces superiores a la del THC.
El peligro de estas nuevas sustancias psicoactivas se refleja también en un estudio publicado en The New England Journal of Medicine a principios de 2017, en el que se da cuenta de las características de la intoxicación masiva por el cannabinoide sintético AMB-Fubinaca en Nueva York en julio de 2016.

Catinonas

Otro gran grupo es el constituido por las catinonas. Luis Felipe Callado, profesor de Farmacología de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), precisa que son derivados del khat, una planta con un poderoso efecto narcótico. “Ahora se están generando catinonas sintéticas”, apunta. Climent advierte de su potencial para generar “toxicidad cardiovascular aguda muy grave, con muertes descritas, o fallo multiorgánico”.
No pocas drogas emergentes han provocado fallecimientos. Callado cita, por ejemplo, las 99 muertes, junto a 107 intoxicaciones no mortales, que atribuyó un estudio de 2014 a la catinona MDPV. Otra bastante tóxica y potencialmente mortal, que en realidad no es tan nueva pero ha reemergido, es la parametoximetanfetamina (PMMA), también conocida como Superman.
En cuanto al perfil del consumidor, Climent considera que la tipificación de usuarios está más clara con las clásicas. En cambio, Callado apunta, sin excluir otros, dos tipos de consumidores: los adolescentes y adultos jóvenes que las asocian a sus noches de fiesta y los buscadores de nuevas sensaciones de la generación de los milennials, con entre 20 y 30 años.

Sustancias ‘clásicas’'

“A estos consumidores se les atiende casi siempre en los servicios de urgencias; no llegan a los servicios de drogodependencias”, comenta Callado. A las consultas de adicciones acuden quienes consumen las drogas de siempre, pero su perfil está cambiando. Las más consumidas siguen siendo, de mayor a menor, el alcohol, el cannabis, los tranquilizantes y la cocaína, y Del Corral señala que en los últimos años “ha habido un incremento significativo de las consultas de mujeres por trastornos adictivos, fundamentalmente a expensas del alcohol y los tranquilizantes”. En la Clínica Nuestra Señora de La Paz, donde él ejerce, en 2013 las mujeres representaban el 14,92 por ciento de los pacientes atendidos en el servicio de Atención Integral al Cocainómano. El porcentaje había ascendido al 25,16 por ciento en el año 2016.
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