“La vacunación es el método más efectivo de prevención”

La prevención es una de las armas más poderosas y económicas en la lucha contra la enfermedad, según Harald zur Hausen, Nobel de Medicina en 2008, que ha estado en Madrid con motivo del Día Internacional de Investigación del Cáncer.

Raquel Serrano. Madrid | 25/09/2017 14:54

Harald zur Hausen, premio Nobel de Medicina, en un encuentro en Madrid. (José Luis Pindado)

El dicho "prevenir es mejor que curar" es una auténtica sentencia de intenciones para el científico y médico alemán Harald zur Hausen, premio Nobel de Medicina en 2008 por descubrir el papel del virus del papiloma humano (VPH) sobre el desarrollo del cáncer de cérvix o cuello de útero. "Prevenir es mejor que curar. La prevención es el método más efectivo y el más ecónomico para evitar enfermedades y debe ir especialmente dirigida a generaciones futuras; niños y jóvenes. Por eso creo firmemente en la vacunación como vehículo de prevención".

Cáncer y enfermedades degenerativas

Se estima que alrededor del 21 por ciento de los casos de cáncer están asociados a infecciones producidas por virus, pero también por bacterias e infecciones parasitarias. Además de la comprobada causa-efecto en el caso del cáncer de cérvix por subgrupos del VPH o del hepatocarcinoma en el caso del virus B de la hepatitis (VHB) y para los que ya existen vacunas que previenen la infección, Zur Hausen indica que "existen más tipos de cáncer relacionados con infecciones, así como enfermedades degenerativas, como la Esclerosis Múltiple (EM), patología en la que se potencia el uso de vacunas".

Sobre el papel que considera puede jugar la actual inmunoterapia antioncológica en procesos tumorales vinculados a virus, bacterias o parásitos, el profesor alemán ha reconocido a DM su utilidad en ciertos tipos de tumores, aunque también hay que seguir muy de cerca los efectos secundarios sobre células inmunes. No obstante, ratifica que "no hay duda de que la inmunoterapia, junto a la radioterapia y la quimioterapia, son imprescindibles en esta enfermedad. Actualmente, y al margen de las vacunas preventivas, no existe un tratamiento concreto para lesiones producidas por el VPH. Se investiga con quimioterapia dirigida contra el VPH, aunque esta estrategia se encuadra dentro del futuro".

Erradicar la infección crónica, la que permanece más de 20 años, es una manera de reducir las posibilidades de desarrollar cáncer

En el caso del VPH, el Nobel ha indicado que la mayoría de los casos de cáncer de cérvix pueden ser prevenidos con la vacunación, fenómeno de implantación muy desigual entre distintos países. La vacuna protege a la mujer y a su pareja, pero también a "varones homosexuales y bisexuales que, al desconocer esta posibilidad, pueden elevar las tasas de infección por VPH y de cánceres como el orofaríngeo", hecho por el que Zur Hausen se confiesa "firme defensor de la vacunación en varones de entre 9 y 14 años" porque son transmisores del virus. "Es esencial vacunar a los niños en esa franja de edad porque hay datos que indican que entre los 30 y los 40 años, los varones suelen tener más parejas sexuales".

Erradicar la infección crónica

Otro modo, "el más interesante", según el premio Nobel, de lograr la prevención es el de tratar infecciones crónicas, como la producida por el virus B de la hepatitis, que pueden degenerar en cáncer hepàtico con el paso de los años. En China e India se están implantando programas de estas características para infecciones crónicas, de más de 20 años, ya que "la duración y persistencia es uno alto factor de riesgo para desarrollar cáncer".

Durante el encuentro, organizado por la Sexta, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y la Fundación AXA, Zur Hausen también ha señalado que "no veremos la erradicación del cáncer, pero sí la curación o cronificación de muchos de ellos. En cualquier caso, además de los avances en diagnóstico precoz con los programas de cribado y de tratamientos, la prevención sigue siendo un pilar esencial, a pesar de que "los gobiernos no hacen el esfuerzo necesario para conseguirla. El gasto sanitario para cáncer supone el 3 por ciento del gasto sanitario, en el mejor de los casos. Es una situación deplorable porque, incluso entre los nuevos estudiantes de medicina, se considera que la prevención -en la que también se engloba una mayor concienciación sobre la obesidad y los hábitos nocivos- no es una pieza clave".

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El riesgo de no vacunar está subestimado

"Los padres que no vacunan a sus hijos no solo ponen en riesgo la vida de sus hijos sino la de los demás niños", indica Harald zur Hausen, quien considera que "se subestima el riesgo de no vacunar frente al de la aparición de efectos secundarios que, por supuesto existen y que están registrados y publicados". Así, ha señalado que el pasado año se registraron en Alemania 2.000 muertes por paperas, cuando los efectos adversos graves de la vacunación se sitúan en una media de un caso por cada cien mil vacunaciones.