martes, 4 de julio de 2017

Los mosaicismos somáticos, y no la herencia, causan estas enfermedades - DiarioMedico.com

Los mosaicismos somáticos, y no la herencia, causan estas enfermedades - DiarioMedico.com



PATOLOGÍAS DE BASE LINFÁTICA

Los mosaicismos somáticos, y no la herencia, causan estas enfermedades

Las patologías de base linfática se producen por azar, y no por herencia genética; identificar sus alteraciones amplía las posibilidades de desarrollos farmacológicos.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es   |  03/07/2017 00:00
 
 

Lara Rodríguez y Juan Carlos López Gutiérrez
Lara Rodríguez, del Ingemm, y Juan Carlos López Gutiérrez, del Hospital La Paz, de Madrid. (Mauricio Skrycky)
Clínicamente, los subgrupos de pacientes con enfermedades linfáticas complejas se están conociendo y diferenciando muy precozmente, con una ventaja añadida: el desarrollo de proyectos encaminados a buscar el cambio o cambios genéticos particulares en cada grupo. Por ejemplo, la mutación del gen PIK3CA está involucrada en el desarrollo de la enfermedad de Clapo, según ha dado a conocer en el último congreso europeo de Genética, celebrado en Copenhague (Dinamarca), el equipo de La Paz, y "aunque pensamos que el gen para Gorhamesté involucrado en la misma vía, todavía no ha sido identificado", indica Lara Rodríguez, de la Sección de Genética de Anomalías Vasculares del Ingemm, de La Paz, quien indica que el común denominador de este tipo de patologías es que están causadas por un mecanismo conocido como mosaicismo somático, lo que indica que las mutaciones no se heredan de los padres sino que se producen durante el desarrollo embrionario al azar, de forma espontánea. La gravedad de la enfermedad dependerá de las alteraciones y tipos celulares y moleculares aectados.

Potencialidad de un gen

"En la mayoría de los casos, estas mutaciones no se detectan en sangre, sino en tejido afecto. Ahora se está llevando a cabo, mediante técnicas de secuenciación masiva de genes. Se han conseguido muchos avances, como es el caso del gen del síndrome de Clapo, el PIK3CA, que ya había sido descrito en algunos otros síndromes asociados a sobrecrecimiento. También se ha observado alguna asociación con cáncer ". Hasta el momento, solo se ha detectado una mutación, pero "tampoco se puede descartar que existan más mutaciones implicadas", indica la genetista, quien no obstante aclara que parece que "una única mutación en un único gen sí es capaz de provocar la enfermedad", según los datos de otras patologías y en otros estudios de experimentación.
  • Conocer las vías de los genes afectados abre la posibilidad al desarrollo de dianas de terapia específica
El resto de patologías se están también analizando por la misma técnica de secuenciación masiva de genes. En el caso de la enfermedad de Gorham, Rodríguez adelanta que están muy cerca de conocer la causa genética de la enfermedad, "probablemente para finales de este año"· López Gutiérrez considera que una de las ventajas de este tipo de tecnología es que permite analizar el ADN y comparar las muestras, lo que es esencial para consolidar la información genética de las enfermedades.
Para Pablo Lapunzina, la identificación de las mutaciones genéticas que se producen en estas enfermedades, entre las que se incluyen las que aparecen con manifestaciones clínicas de sobrecrecimiento, es importante para establecer diagnósticos precoces y diferenciales.

Dianas terapéuticas

"Muchos genes descubiertos por nuestro grupo, como el responsable de Clapo o hace años el RNF125, relacionado con macrocefalia y discapacidad intelectual, pero en la mayoría de los casos se confirman las sospechas de que muchas de estas alteraciones son, en realidad, mosaicos somáticos, y que existen regiones afectadas, con mutaciones. Esta sería, tal vez, la novedad más destacada desde el punto de vista de la genética aplicada a la clínica. La posiblidad de tener un gen afectado totalmente descifrado abre un camino hacia el tratamiento específico con el desarrollo de dianas terapéuticas", concluye Lapunzina.

Inhibir las vías celulares implicadas

Para el trabajo asistencial, conocer el gen o genes causantes de una patología de estas características supone un paso de gigante para su tratamiento. Además de conseguir inhibidores selectivos de las vías moleculares afectadas o implicadas, López Gutiérrez considera que es esencial conocer los genes que regulan las vías moleculares afectadas, entre las que también se encuentra m-TOR. En estos momentos, se trabaja en por qué unos pacientes responden a terapias concretas y otros no.

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