lunes, 8 de mayo de 2017

Al aplicar la RCP, los transeúntes no solo salvan vidas, sino que reducen la discapacidad, según un estudio: MedlinePlus Health News

Al aplicar la RCP, los transeúntes no solo salvan vidas, sino que reducen la discapacidad, según un estudio: MedlinePlus Health News

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Al aplicar la RCP, los transeúntes no solo salvan vidas, sino que reducen la discapacidad, según un estudio

Los buenos samaritanos pueden ayudar a prevenir el daño cerebral y que las víctimas de un paro cardiaco terminen en un hogar de ancianos
Traducido del inglés: viernes, 5 de mayo, 2017
Imagen de noticias HealthDay
JUEVES, 4 de mayo de 2017 (HealthDay News) -- Cuando alguien sufre un paro cardiaco, una acción rápida de los transeúntes puede tener un impacto duradero, afirman unos investigadores.
Los pacientes no solo tenían más probabilidades de sobrevivir, sino que también eran significativamente menos propensos a sufrir daño cerebral o a ingresar en un hogar de ancianos al año siguiente, encontró un nuevo estudio.
Es bien sabido que las víctimas de paro cardiaco tienen más probabilidades de sobrevivir si los transeúntes entran en acción, apuntó el investigador líder, el Dr. Kristian Kragholm.
Eso significa realizar compresiones del pecho, o si es posible, usar un desfibrilador externo automático (DEA), un dispositivo que una persona no entrenada puede usar con facilidad para administrar un shock que haga que el corazón que se ha detenido vuelva a su ritmo.
Los hallazgos del nuevo estudio, anotó Kragholm, muestran que esas acciones también conllevan beneficios a largo plazo.
"Los hallazgos de nuestro estudio subrayan la importancia de aprender a reconocer el paro cardíaco, a realizar compresiones de pecho y a utilizar un DEA", dijo Kragholm, del Hospital de la Universidad de Aalborg, en Dinamarca.
Otros estuvieron de acuerdo. "Estos datos son muy importantes", afirmó el Dr. Zachary Goldberger, profesor asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Seattle.
"Creo que la moraleja está clara", dijo Goldberger. "Todos debemos estar listos para reconocer y responder a un paro cardiaco. Todos podemos tener un rol en ayudar a salvarle la vida a alguien, y como muestra esto, también a mejorar sus resultados a largo plazo".
El Dr. Michael Kurz es profesor asociado en la Universidad de Alabama en Birmingham, y vocero de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA).
Dijo que es importante contar con investigaciones como esta que confirman el impacto a largo plazo de la repuesta de los transeúntes al paro cardiaco.
"No solo queremos que la gente sobreviva", planteó Kurz. "Queremos que puedan volver a casa con sus familias, y volver a sus vidas".
En Estados Unidos, cada año más de 350,000 personas sufren un paro cardiaco fuera de un hospital, según la AHA.
En 2016, según el grupo, apenas un 12 por ciento de los que sufrieron un paro cardiaco sobrevivieron... pero esto es en realidad un avance con respecto a las tasas anteriores.
La supervivencia es tan funesta porque, sin tratamiento de emergencia, el paro cardiaco es letal en cuestión de minutos.
El paro cardiaco ocurre cuando el corazón deja de latir de repente y no puede bombear sangre y oxígeno al cuerpo. Si un transeúnte realiza una reanimación cardiopulmonar (RCP), eso mantiene a la sangre de la víctima en circulación, lo que hace que se gane tiempo hasta la llegada de los paramédicos. No se trata de un ataque cardiaco, que es provocado por un bloqueo que detiene el flujo sanguíneo al corazón.
Los transeúntes también pueden usar un DEA si hay uno disponible, algo que todavía es mejor.
Los dispositivos analizan automáticamente el ritmo cardiaco, y administran un shock para reiniciar el corazón si es adecuado, explicó Kurz.
Los expertos sabían que esas acciones de los transeúntes mejoran las probabilidades de supervivencia a 30 días de las víctimas, dijo Kragholm. Pero su impacto a largo plazo no ha estado tan claro.
El nuevo estudio siguió a más de 2,800 adultos daneses que sufrieron un paro cardiaco fuera del hospital entre 2001 y 2012, y que sobrevivieron al menos 30 días.
La mayoría habían recibido compresiones de pecho de un transeúnte, y las probabilidades de que esto sucediera mejoraron con el tiempo. Entre las personas que sufrieron un paro cardiaco en 2001, dos tercios recibieron la RCP, y en 2012, casi un 81 por ciento lo recibió, mostraron los hallazgos.
Por otra parte, la cantidad de personas tratadas con un DEA aumentó de un 2 a casi un 17 por ciento.
Y esos buenos samaritanos marcaron una diferencia duradera, encontró el estudio.
En general, alrededor de un 19 por ciento de los supervivientes tuvieron daños cerebrales o fueron admitidos en un hogar de ancianos. Pero eso se redujo a un 12 por ciento si los transeúntes realizaban la RCP, y a un 8 por ciento si usaban un DEA, apuntó Kragholm.
Hubo un efecto similar en la supervivencia. En general, un 15 por ciento murieron en un plazo de un año. Esa tasa fue del 8 por ciento entre las personas que recibieron la RCP, dijo Kragholm, y de solo un 2 por ciento entre las tratadas con un DEA.
Los hallazgos aparecen en la edición del 4 de mayo de la revista New England Journal of Medicine.
Según Kragholm, Dinamarca inició varias campañas durante el periodo de estudio que probablemente expliquen las crecientes tasas de uso de la RCP y del DEA.
El entrenamiento en la RCP se hizo obligatorio en la escuela primaria y para las personas que solicitan una licencia para conducir, señaló.
Además, se formó un registro nacional de DEA. Ese registro, según Kragholm, se vinculó con los centros de despacho de emergencias de todo el país, de forma que el personal pueda informar a quienes llaman de dónde encontrar el DEA más cercano.
Goldberger dijo que cree que enseñar la RCP en las escuelas es una buena idea.
Por ahora, él y Kurz recomendaron que las personas aprendan la RCP básica, tomando un curso en su comunidad, por ejemplo.
Cualquiera puede usar un DEA, anotó Goldberger, incluso sin entrenamiento.
Claro, quizá no siempre haya un DEA cerca. Pero los dispositivos con frecuencia están disponibles en lugares donde se reúnen grandes muchedumbres, como en los centros de transporte y en los estadios deportivos. Algunos restaurantes y otras empresas también los tienen, dio Goldberger.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Kristian Kragholm, M.D., Ph.D., anesthesiology and intensive care medicine, Aalborg University Hospital, Aalborg, Denmark; Michael Kurz, M.D., associate professor, emergency medicine, University of Alabama-Birmingham School of Medicine; Zachary Goldberger, M.D., assistant professor, University of Washington Medicine School of Medicine, Seattle, and member, American College of Cardiology, Electrophysiology Section; May 4, 2017, New England Journal of Medicine
HealthDay
Las noticias son escritas y proporcionadas por HealthDay y no reflejan los puntos de vista de la política federal, las opiniones de MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina, los Institutos Nacionales de la Salud, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.
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