martes, 21 de marzo de 2017

Nueva técnica de evaluación coronaria sin necesidad de fármaco vasodilatador - DiarioMedico.com

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REUNIÓN ACC17

Nueva técnica de evaluación coronaria sin necesidad de fármaco vasodilatador

Investigadores del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, participan en el desarrollo de la técnica basada en iFR.
Pilar Laguna. Washington   |  21/03/2017 13:44
 
 

Javier Escaned y Justin Davies
Javier Escaned, del Hospital Clínico de Madrid, y Justin Davies, del Imperial College de Londres, en la ACC17. (Pilar Laguna)
La tecnología de cociente instantáneo en el intervalo libre de ondas (iFR) aparece como nueva herramienta de intervencionismo coronario con resultados similares a los de la reserva funcional de flujo coronario (FFR), pero aporta más confort al paciente, no necesita fármaco vasodilatador y tarda menos tiempo en evaluar el estrechamiento de las arterias.
Dos estudios presentados en el congreso del Colegio Americano de Cardiología (ACC17), en Washington, coincidiendo con su publicación en The New England Journal of Medicine (NEJM), arrojan conclusiones muy similares que apuntan a la iFR como alternativa a la FFR, aunque no haya diferencia en beneficios clínicos y ambas se basen en la fisiología coronaria y midan la presión sanguínea en las arterias. Además son igual de seguras, según Justin Davies, cardiólogo consultor del Imperial College de Londres, que ha presentado los resultados del ensayo Define-Flair, llevado a cabo en diversos países bajo una dirección compartida con Javier Escaned, jefe de sección de Cardiología Intervencionista en el Hospital Clínico de San Carlos.
Ambos grupos de investigación llevan tiempo trabajando en la búsqueda de una técnica que, utilizando el mismo instrumento de la FFR, permitiera evaluar la estenosis coronaria sin necesidad de utilizar la adenosina, el fármaco vasodilatador que requiere la intervención con reserva funcional de flujo coronario. Los resultados alentadores de los estudios Advise llevaron a los ensayos aleatorizados Define-Flair y el iFR-Swedeheart, este último dirigido desde el Hospital de la Universidad Skane de Lund (Suecia) por el cardiólogo Matthias Götberg, llegando a conclusiones muy similares.
La FFR se planteó hace unos años como alternativa a la angiografía clásica para evaluar el estrechamiento arterial con mayor precisión, pero se viene utilizando sólo en el 15 por ciento de las intervenciones porque no termina de ser una técnica "cómoda" para cardiólogos ni para pacientes. La adenosina suele causar molestias en el paciente, como dificultad para respirar, sensación de presión en el pecho, y algunos efectos secundarios poco frecuentes, además de requerir tiempo para su preparación y suponer un coste añadido.
La principal diferencia de la iFR es que usa un algoritmo matemático para medir la presión en la arteria coronaria sólo cuando el corazón está relajado y el flujo de sangre es alto. Por ello no hace falta el vasodilador. "Actuamos en una zona específica del ciclo cardiaco, midiendo de forma selectiva el cociente de presiones antes y después de la estenosis en la parte de la diástole, que es cuando la circulación coronaria se parece lo más posible a un sistema hidráulico", explica Escaned a Diario Medico.
A tenor de los resultados en ambos ensayos, iFR y FFR alcanzan los objetivos primarios en las causas de mortalidad, en infartos no fatales y en revascularización no programada durante 12 meses. Sin embargo, se imponen las menores trabas que aporta la nueva técnica. Justin Davis sostiene que "la iFR baja las barreras de la medición fisiológica, lo que es clave para conseguir que más gente pueda utilizar esa fisiología coronaria como guía de la toma de decisiones en revascularización". Escaned refuerza esta visión al añadir que "el intervencionismo coronario se transforma en una técnica tan accesible y sencilla que la tentación para el cardiólogo de tratar un estrechamiento es muy alta, siempre con el beneficio de la ayuda".
En el ensayo Define-Flair se ha visto que usar iFR reduce la duración global del procedimiento de 45 a 40,5 minutos y que se utilizan menos stent, a lo que se suma a la ausencia de fármacos para concluir una reducción significativa de los costes. El equipo Davies-Escaned anunció en la reunión ACC17 que emprenderá un estudio de seguimiento para comparar el coste efectividad de ambas técnicas.
Por su parte, Matthias Götberg coincide en que la FFR es un buen método diagnóstico, pero que no se usa lo suficiente por los efectos secundarios del vasodilatador.
Precisamente en el estudio iFR-Swedeheart se ha visto que el 3 por ciento de los pacientes de iFR han tenido molestias, frente al 68 por ciento de los intervenidos con FFR. "Esto nos lleva a pensar que si los pacientes pudieran elegir entre dos métodos con los mismos beneficios y seguridad se decantarían por el de menos efectos secundarios", concluye Götberg.
El editorial que dedica NEJM a estos ensayos concluye que la iFR podría ser el nuevo estándar para este tipo de procedimientos, dada la disminución de inconvenientes para el paciente y la reducción de costes. Y, aunque no se contempla en los ensayos, que podría ser útil en lesiones sucesivas que son un reto para la FFR. "La iFR podría facilitar la evaluación multivaso y ayudar a una toma de decisiones más racional sobre la intervención coronaria percutánea".

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