lunes, 13 de febrero de 2017

Las infecciones recurrentes o crónicas deben llevar a sospechar de biopelículas - DiarioMedico.com

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XXII CURSO DE AVANCES EN PEDIATRÍA

Las infecciones recurrentes o crónicas deben llevar a sospechar de biopelículas

Las infecciones por biopelículas o biofilms bacterianas pueden estar detrás de los casos recurrentes.
Enrique Mezquita. Valencia   |  13/02/2017 13:38
 
 

Ignacio Manrique
Ignacio Manrique, director del Instituto Valenciano de Pediatría y Puericultura. (Enrique Mezquita)
Las infecciones por biopelículas o biofilms en niños "son difíciles de identificar y tratar, añadiendo un factor más de resistencia a los antibióticos. De hecho, muchos estudios han demostrado que las biopelículas bacterianas tienen la capacidad de sobrevivir incluso tras altas concentraciones de varios antibióticos", afirma Ignacio Manrique, director del Instituto Valenciano de Pediatría y Puericultura y organizador del XXII Curso de Avances en Pediatría, que reúne a más de 250 pediatras en varias sesiones a lo largo del primer trimestre de 2017. Para el especialista, "cualquier infección recurrente o crónica debe llevar al clínico a sospechar la infección por estas formaciones".
La trascendencia clínica de las infecciones por biofilms, analizadas en el curso por Fernando Álvez González, del Grupo de Investigación en Genética, Vacunas e Infecciones Pediátricas, Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, se basa en que puede ser la causa de casos de otitis media recurrente, infecciones del tracto urinario recurrentes, persistencia de infección pulmonar en la fibrosis quística, faringoamigdalitis recurrentes, infecciones por Helicobacter pylori resistentes y heridas crónicas.
Además, se suman los niños ingresados con infecciones por biopelículas de dispositivos médicos implantados (tubos y catéteres diversos, válvula, implantes...), con diseminación de la infección al tracto urinario, sangre, líquido cefalorraquídeo y pulmón. Este tipo de infecciones tiene asignaturas pendientes y su identificación y tratamiento no es sencillo, ya que actualmente no existen suficientes medios, protocolos o pautas que ayuden a los médicos y microbiólogos clínicos.
"Algunas de ellas, como las infecciones nosocomiales, requieren una colaboración multidisciplinaria para su identificación y tratamiento, sobre todo porque son difíciles de estudiar con los métodos de tinción y cultivo tradicionales y su identificación se basa principalmente en modernas técnicas de visualización y moleculares específicas de bacterias de muestras de biopsias o hisopos". En su abordaje, es clave seleccionar antibióticos que penetren bien en la biopelícula y con actividad específica antibacteriana, además de administrar los de tipo sistémicos o tópicos y en combinación para conseguir las más altas concentraciones, entre otras medidas. También están en marcha y se están estudiando otras estrategias de tratamiento como alternativas o coadyuvantes a los antibióticos, "como la utilización de enzimas o sustancias degradantes, inhibidores del sistema de comunicación quórum-sensing, nanopartículas y liposomas portadoras de antibióticos, endolisinas e incluso con bacterías depredadoras".
Primeros datos con ‘Bexsero'
En el curso se han expuesto los datos preliminares del primer programa nacional de inmunización frente a la meningitis B a nivel mundial con vacuna frente a meningococo B (Bexsero), puesto en marcha hace un año en el Reino Unido. Los datos "muestran que la efectividad estimada de la vacuna es de un 83 por ciento frente a cualquier cepa de meningococo B y de un 94 por ciento frente a las cepas prevenibles mediante la vacuna, en los lactantes que reciben las primeras dos dosis de las tres dosis recomendadas".
Además, los casos notificados de la enfermedad se redujeron en un 50 por ciento en la población objetivo del programa de vacunación en los primeros diez meses del programa si los comparamos con el número medio de casos de los últimos cuatro años. "Todo ello confirma lo que los pediatras venimos reclamando desde hace muchos meses: que esta vacunación debe estar incluida en el calendario infantil español, especialmente en los lactantes menores de un año".

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