‘Vivifrail’ o cómo prescribir ejercicio al anciano

El ejercicio mejora la funcionalidad del anciano frágil: es un hecho contrastado en estudios. Sin embargo, su prescripción a menudo resulta vaga. Un nuevo programa ayuda a concretarlo.

Sonia Moreno | 13/12/2016 16:50

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Leocadio Rodríguez Mañas, Cristina Alonso y Mikel Izquierdo. (DM)

La prescripción de ejercicio es una recomendación tan vaga que a menudo, en especial si no se dan las circunstancias óptimas ni la motivación suficiente, podría equipararse a una receta de pastillas, así, en general. De ahí la importancia de concretar pautas con programas específicos adaptados a cada paciente. Ese es el objetivo del proyecto Vivifrail, un programa educacional sobre la fragilidad y la importancia de recomendar ejercicio físico para prevenirla.

Tras dos años de trabajo, este proyecto multicéntrico europeo, coordinado por Mikel Izquierdo, jefe del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra, se ha presentado en Madrid. En el programa han participado investigadores de la Universidad Católica de Sagrado Corazón (Roma), la Universidad de Toulouse, la Fundación británica para la Investigación en Diabetes en personas mayores (Diabetes Frail) en la Universidad de Aston (Birmingham), el Hospital Agaplesion Bethesda (Stuttgart), y el Hospital Universitario de Getafe (Madrid).

En el encuentro, se han expuesto los materiales desarrollados a partir de esta investigación sobre las buenas prácticas en diferentes países europeos, y que van desde el poster y los folletos, para fomentar la concienciación, a una detallada guía y una App, con la que ayudarse en la recomendación de ejercicio. Todos ellos están accesibles de forma gratuita en la web de Vivifrail.

Mikel Izquierdo ha repasado algunos de los estudios científicos que avalan el impacto positivo del ejercicio en la capacidad funcional de las personas mayores, y ha apuntalado la importancia de desarrollar programas prácticos y reproducibles, que puedan ser útiles para un amplio grupo poblacional. Ya en el terreno de la investigación, se ha referido a los diferentes predictores de la funcionalidad en la vejez y, en concreto, a la necesidad de hallar elementos con los que afinar el concepto de fragilidad, que va más allá del parámetro de la masa muscular. "El siguiente paso es buscar parámetros que nos ofrezcan una foto más nítida, que permitan hacer mejores clasificaciones; por ejemplo, en lugar de cuántas veces se levanta el anciano de la silla, cómo hace ese movimiento".

Sobre la clasificación, Leocadio Rodríguez-Mañas, uno de los investigadores del Vivifrail y jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe, ha recordado que el diagnóstico de fragilidad no está acuñado de forma oficial en los registros oficiales de enfermedades, tales como el ICD-10. No obstante, debería verse como un campo de oportunidad para prevenir la dependencia. "Es como si pudiendo detectar la hipertensión, no se interviniera para prevenir la enfermedad cardiovascular. La fragilidad es a la discapacidad lo que la hipertensión al ictus o al infarto de miocardio".

Problema de Salud Pública
Estos expertos han destacado que estamos ante un claro problema de salud pública. Rodríguez Mañas ha ofrecido algunas cifras: "Cuesta alrededor de 5.000 euros al año por anciano, y en España, con una prevalencia del 6-7 por ciento sobre 7 millones de ancianos, tenemos medio millón de sujetos frágiles. Esto en lo que se refiere al sistema, por no hablar del impacto que supone en la calidad de vida de los individuos".

Por todo ello, la Unión Europea ha convocado un programa de acción conjunta (joint action) sobre esta cuestión, y ha encargado al gobierno español su coordinación, que asumirá el grupo de Rodríguez Mañas. En enero, se presentará en el Ministerio de Sanidad el proyecto, que concluirá con un documento que marque la actuación de los planes nacionales y regionales que se vayan a desarrollar en Europa para abordar la fragilidad. "Es un reconocimiento al esfuerzo que está haciendo España en este campo, que nos ha colocado en el liderazgo europeo".

Un Ciber original
Buena muestra de ello es el recién creado Ciber de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes), que dirige Rodríguez Mañas. Este grupo de investigación es único en Europa, entre sus homólogos no hay ninguno destinado a la fragilidad. "Hay muchos que trabajan en la longevidad, que es el enfoque clásico, pero nosotros no buscamos vivir más, sino mejor. Nos esforzamos en la mejora de la calidad de vida y en evitar la discapacidad. Por eso ponemos el foco en el principal factor de riesgo, que es la fragilidad, porque lo que acaba distorsionando la vida de los ancianos españoles no es vivir 92 años y un mes, en vez de tres meses, sino perder funcionalidad desde los 75 años".

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Desde la experiencia

El encuentro de Vivifrail se celebra hoy y mañana en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, con motivo del VII Memorial Guillén Llera. Mañana, el doctor Marcos Becerro, que ha sido médico especialista en medicina deportiva y tiene 89 años, impartirá una conferencia abierta a todo el público, donde se darán pautas sobre cómo llevar un envejecimiento activo.