Un consorcio gallego desarrolla un robot para rehabilitación en daño cerebral

El robot del proyecto Recupera tiene seis grados de libertad de movimiento y un sistema de realidad virtual para ensayar en escenarios cotidianos como una cocina o un cuarto de baño. El consorcio, formado por empresas e instituciones gallegas, pedirá este año la autorización a la Agencia Española del Medicamento y prevé comenzar en 2018 a utilizar el robot en Povisa.

María R. Lagoa. Vigo | dmredaccion@diariomedico.com | 19/12/2016 17:04

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Prototipo del robot para la recuperación de pacientes con daño cerebral. (Hospital Povisa)

La robótica ha sido muchas veces mostrada por el cine y la literatura como ciencia ficción. Sin embargo, en la realidad del siglo XXI los robots están ya en la industria y en la medicina. Los expertos creen que son el motor de la cuarta revolución industrial y vaticinan que dentro de veinte años el 45 por ciento del trabajo manual será realizado por estos androides. La cirugía y la rehabilitación son los dos ámbitos de la medicina en los que más ha crecido la robótica; el Da Vinci es uno de los ejemplos más significativos.

Los hospitales españoles han apostado por esta tecnología pero, en general, es importada; son pocas las iniciativas para producir un robot desde el principio, dentro de nuestro país y que sea probado en nuestro medio clínico. Un consorcio de empresas e instituciones gallegas, entre las que se encuentra el Hospital Povisa de Vigo, ha decidido dar ese paso y lleva desde el 2013 trabajando en el proyecto Recupera. Ha desarrollado un robot, del que ya existe un prototipo, para su aplicación clínica en pacientes con daño cerebral, especialmente como consecuencia de un ictus.

Sus creadores confían en superar las limitaciones de otros modelos que no han logrado hacerse un hueco en los hospitales. "Hay otros 50 prototipos pero ninguno reúne las condiciones necesarias para que los jefes de rehabilitación de los hospitales nos decidamos a introducirlos en nuestros gimnasios", ha recalcado Miguel Ángel López, jefe del Servicio de Rehabilitación de Povisa, durante la presentación hecha hoy en Vigo ante los medios de comunicación.

Funciones del robot
Este robot consiste en un brazo robótico que se ensambla al brazo débil del paciente por la muñeca o la mano y que permite la realización de varios ejercicios. Mientras los prototipos actuales admiten dos tipos de movimientos, Recupera tiene seis grados, "que es muy parecido a lo que tiene un miembro superior sano", apunta Miguel Ángel López. El paciente sigue las trayectorias de los movimientos a través de un monitor y, con ayuda de un sistema inmersivo de realidad virtual, se sitúa en escenarios ficticios y cotidianos, como una cocina o un cuarto de baño, para conseguir así mejorar la autonomía personal en la alimentación o el aseo personal. El usuario trata de reproducir virtualmente una actividad concreta y el robot le asiste para, si es necesario, completar los movimientos.

Una de las ventajas de la terapia robótica es cubrir una carencia del tratamiento convencional y que es poder alargar los entrenamientos más allá de la media hora habitual, llegando a las tres horas y sin necesitar la participación directa del terapeuta. No es baladí pues la recuperación se basa en hacer tareas de repetición de forma intensa. Es más, con el robot se podrá extender la terapia a la fase crónica de manera que no quede restringida al período hospitalario y pueda llevarse a los centros de día o residencias de ancianos. "Hoy sabemos que este trabajo de repetición puede estimular la formación de nuevas neuronas debido a la plasticidad del cerebro, incluso en la fase crónica", ha resaltado el jefe de Rehabilitación del hospital vigués. Otro beneficio importante es que proporcionará información diagnóstica de la evolución motora del paciente.

Presentación
En la presentación de esta mañana, junto a Miguel Ángel López, han estado los representantes de las otras empresas, Manuel Portela, de i3Te; María del Carmen López e Ismael Menéndez, de Balidea; Julio Casal, de Ficción; y Manuel Álvarez, de Aimen. Recupera cuenta con un presupuesto de 1,33 millones de euros, aportados por la Agencia Gallega de Innovación en el marco del programa Conecta PEME 2016, que está subvencionado por fondos europeos y será desarrollado durante 34 meses.

La primera fase del proyecto ya está rematada. "El robot permite mover el miembro superior en todos los planos del espacio de la misma manera que un fisioterapeuta", ha comentado Miguel Ángel López. A lo largo del próximo año se irá perfeccionando el prototipo. "Hay que hacer un trabajo de depuración de códigos para conseguir la integración y comunicación entre todos los elementos. También darle una vuelta a la realidad virtual inmersiva introduciendo nuevas herramientas", ha añadido Manuel Álvarez, de Aimen.

Asimismo, en 2017 se pedirá la autorización del Comité de Bioética de Galicia y de la Agencia Española del Medicamento para que el robot sea considerado producto sanitario. La meta es instalarlo en Povisa en 2018 para llevar a cabo su validación clínica con 10-15 pacientes para comenzar después un ensayo clínico.

Uno de los objetivos del consorcio es conseguir un robot que sea accesible económicamente. La previsión es que su coste no supere los 100.000 euros.