lunes, 28 de noviembre de 2016

La reanimación del prematuro extremo tiende a individualizarse - DiarioMedico.com

La reanimación del prematuro extremo tiende a individualizarse

La cantidad de oxígeno, la presión y el tipo de ventilación son cruciales en la reanimación del prematuro extremo. Evitar la agresividad es clave; si se puede, la transición debe ser normal, según se ha puesto de manifiesto en el VI Congreso Internacional de la Unión Europea de Sociedades Neonatales y Perinatales.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com   |  28/11/2016 00:00
 
 
Máximo Vento
Máximo Vento, presidente del congreso celebrado en Valencia. (Enrique Mezquita)
En el VI Congreso Internacional de la Unión Europea de Sociedades Neonatales y Perinatales (Uenps) se ha puesto de manifiesto que la reanimación del gran prematuro extremo (menos de 28 semanas y 1.000 gramos de peso) debe ser individualizada y que, en muchas ocasiones, requiere únicamente una ayuda a la realización de una transición normal o estabilización posnatal.
Según Máximo Vento, director de la Unidad de Investigación en Perinatología del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe (IIS-La Fe), de Valencia, y presidente del congreso, "en los últimos años hemos desarrollado una serie de metodologías para poder individualizar la reanimación en cuanto a la cantidad de oxígeno, presiones, frecuencias o tipo de ventilación que empleamos".
Un aspecto clave, y que actúa casi como filosofía general del proceso, es "no ser agresivos", aceptando que, aunque sea prematuro, en muchos casos se puede hacer una transición normal. "Le ayudamos con mucho cuidado y con poca presión en la vía respiratoria a estabilizar su pulmón y le damos el oxígeno necesario para que se mantenga en los rangos de normalidad, ya que el exceso de oxígeno ocasiona estrés oxidativo y daño tanto a nivel pulmonar como cerebral". En este proceso también se mantiene la temperatura corporal en 36,5 ºC rectales cubriendo al prematuro con polietileno y se le monitoriza la saturación de oxígeno y frecuencia cardiaca mediante pulsioximetría.
En lo que se refiere a los dilemas éticos que plantea la reanimación del neonato que se encuentra al límite de la viabilidad, el especialista ha resaltado que "no dependen del técnico o el médico, sino de la cultura, la filosofía o la religión de los padres, que pueden pedir que limitemos la intervención ante el riesgo de una supervivencia con secuelas o, por el contrario, que salvemos al bebé aunque las presente".
Vacunas en gestantesEn el congreso también se abordó la vacunación en el embarazo. El calendario vacunal de la mayoría de los países desarrollados se inicia cuando el bebé tiene dos meses, de modo que en sus primeras semanas están expuestos a enfermedades como la tosferina.
Por ello, en los últimos años se han desarrollado iniciativas para vacunar a las mujeres en el último trimestre del embarazo, "con objeto de que adquieran un nivel de anticuerpos suficiente para proteger a su bebé" y se minimice el riesgo de patologías habituales. En la actualidad, las vacunas recomendadas son la de tosferina y gripe, mientras que las que presentan virus vivos atenuados no se recomiendan de forma rutinaria (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela). Y los resultados dan la razón: "Se están realizando determinaciones de niveles de anticuerpos en los bebés en las primeras semanas de vida y se aprecia que efectivamente los tienen elevados transmitidos pasivamente por la madre. Además, estudios epidemiológicos muestran descensos en la casuística".

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