martes, 15 de noviembre de 2016

Con los criterios DSM-5 crece el diagnóstico de anorexia y bulimia - DiarioMedico.com

CLASIFICACIÓN DE TRASTORNOS

Con los criterios DSM-5 crece el diagnóstico de anorexia y bulimia

El trastorno por atracón ya cuenta con una entidad clínica propia. La nueva clasificación plantea ciertas dificultades en los TCA.
Antoni Mixoy. Barcelona | dmredaccion@diariomedico.com   |  14/11/2016 00:00
 
 
Montse Sánchez Povedano
Montse Sánchez Povedano, del Instituto de Trastornos Alimentarios. (Jaume Cosialls)
En los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), desde la actualización en 2013 de la clasificación de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), el DSM-5, la implantación paulatina de los nuevos criterios se está traduciendo en un aumento de los diagnósticos de anorexia nerviosa y bulimia nerviosa y en una clarificación de los casos incompletos que antes pasaban a engrosar el cajón de sastre clasificatorio como TCA no especificado (TCANE).
Así lo destaca Montse Sánchez Povedano, psicóloga clínica y directora y fundadora del Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA), que ha presidido el XII Congreso Hispano Latinoamericano de TCA, celebrado en Barcelona. "Esta decisión es un acierto, porque tenía poco sentido que una mayoría de los TCA, en torno al 60-70 por ciento, fueran considerados TCANE, cuando existía una gran heterogeneidad entre ellos".
Tratamiento precoz
Es una reasignación diagnóstica que permite etiquetar antes a los pacientes y así decidir una intervención más precoz, "especialmente en adolescentes jóvenes, que inician con cuadros de evolución rápida y graves pero que no cumplían todos los criterios de anorexia o bulimia, y eran catalogados como TCANE".
La otra gran novedad del DSM-5 es la consideración del trastorno por atracón, que antes se incluía dentro de los TCANE, como una entidad clínica propia. Este trastorno está en el origen del 30 por ciento de los casos de obesidad, por lo que precisar su diagnóstico favorece una intervención diferenciada: "Tratarlos de inicio con dietas muy estrictas está condenado al fracaso al incrementar el riesgo de atracones; antes debemos focalizar en los aspectos emocionales".
En su intento de afinar y etiquetar en lo posible los TCA, la APA considera ahora como tales dos cuadros poco frecuentes, la pica -lamer o ingerir sustancias no comestibles- y la rumiación, así como el trastorno de restricción/evitación de alimentación, catalogados antes como trastornos de inicio en la infancia o la adolescencia.
Todos ellos se unen a la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y a "otros trastornos alimentarios o de la ingestión de alimentos" especificados (por ejemplo, la anorexia nerviosa atípica) o no, que se recogían como TCANE.
Sánchez Povedano indica que, aparte de los lógicos inconvenientes iniciales del acomodo a una nueva clasificación, ésta ha tenido una acogida "favorable". No obstante, esta psicóloga subraya las dificultades que se plantean en unos pacientes "con mucha migración diagnóstica. No tanto en adolescentes que debutan, con cuadros más puros, pero sí en su evolución, con síntomas entremezclados y de predominio variable".

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