domingo, 13 de noviembre de 2016

Los supervivientes a cánceres en la niñez están viviendo más tiempo, aunque no siempre mejor

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Los supervivientes a cánceres en la niñez están viviendo más tiempo, aunque no siempre mejor

Los tratados en los 90 son más propensos a reportar dolor y una mala salud en la adultez, señalan los investigadores
Traducido del inglés: martes, 8 de noviembre, 2016
Imagen de noticias HealthDay
LUNES, 7 de noviembre de 2016 (HealthDay News) -- A pesar de tres décadas de avances en el tratamiento de los niños con cáncer, los pacientes que sobreviven hasta la adultez no reportan una mejor salud física o mental que sus contrapartes que fueron tratados hace años, informan unos investigadores.
Los adultos que fueron tratados cuando eran niños en los 90 eran más propensos a reportar una mala salud general y ansiedad que los adultos tratados cuando eran niños en los 70, dijeron los investigadores.
Eso no era lo que los investigadores esperaban encontrar. Después de todo, los pacientes están viviendo más tiempo hoy día que en generaciones anteriores. Más de un 80 por ciento de los niños diagnosticados con cáncer siguen con vida cinco años después del diagnóstico, señala el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.
Y ha habido esfuerzos significativos por minimizar los efectos secundarios tóxicos de los tratamientos para el cáncer. La terapia de protones limita el daño de la radiación en el tejido sano, mientras que las cirugías que salvan las extremidades han reemplazado a las amputaciones en gran medida, anotó Kirsten Ness, fisioterapeuta y una de las autoras del estudio.
"Veía los datos y pensaba que no podían ser correctos", dijo Ness, miembro de la facultad del Departamento de Epidemiología y Cáncer del Hospital Pediátrico de Investigación St. Jude en Memphis, Tennessee.
"Esperábamos que no habrían tantos problemas con la salud percibida como en los supervivientes tratados en generaciones anteriores", dijo.
Pam Gabris es coordinadora de Beyond the Cure (Más allá de la cura), un programa de la Sociedad Nacional de Cáncer en Niños (National Children's Cancer Society, NCCS), en St. Louis. Beyond the Cure prepara a los supervivientes y a sus familias para la vida después del cáncer.
Aunque los resultados del estudio son "decepcionantes", la concienciación de los supervivientes sobre las complicaciones potenciales o los "efectos tardíos" del tratamiento para el cáncer está mejorando, según Gabris, enfermera registrada.
"Ahora debemos ofrecer las herramientas que necesitan para gestionar su salud", planteó.
Por ejemplo, la NCCS ofrece una herramienta en internet que permite a los supervivientes ingresar datos sobre su cáncer y ver información específica sobre los efectos tardíos potenciales que podrían experimentar, los síntomas, consejos para la prevención y recomendaciones para la atención de seguimiento.
Dos tercios de todos los supervivientes experimentan uno o más efectos tardíos de la enfermedad, el tratamiento o ambas cosas, según la NCCS.
Hay un estimado de 15.5 millones de supervivientes al cáncer en Estados Unidos, informa el Instituto Nacional del Cáncer.
En la nueva revisión, dirigida por St. Jude, investigadores de Toronto y Estados Unidos revisaron información del Estudio de supervivientes de cáncer de la niñez. Se trata de un estudio a largo plazo en múltiples hospitales que recoge datos de los expedientes médicos de los supervivientes.
El estudio incluyó originalmente a pacientes diagnosticados entre 1970 y 1986, y se amplió hace poco para incluir a pacientes diagnosticados entre 1987 y 1999.
La investigación contó con más de 14,500 adultos, que ahora tienen entre 18 y 48 años, que sobrevivieron cinco o más años después del diagnóstico. Todos fueron tratados en la niñez entre 1970 y 1999.
El análisis se basó en los reportes de los propios pacientes sobre su salud física y mental general, la capacidad de funcionar, las limitaciones en las actividades, y la ansiedad o el dolor relacionados con el cáncer.
La proporción de pacientes que reportaron afecciones crónicas graves, que provocaran discapacidad o potencialmente letales se redujo de más de un 33 por ciento entre los tratados de 1970 a 1979 a un 21 por ciento entre los tratados de 1990 a 1999.
Pero los informes sobre los resultados adversos para la salud no se redujeron de una generación a otra.
Los supervivientes de la leucemia y del osteosarcoma (cáncer del hueso), en particular, reportaron unas tasas marcadamente más altas de resultados adversos.
Más de un tercio (un 37 por ciento) de los pacientes de osteosarcoma tratados en los 90 reportaron un dolor relacionado con el cáncer, por ejemplo. Alrededor de una cuarta parte (un 24 por ciento) de los pacientes tratados por osteosarcoma en los 70 dijeron que tenían dolor relacionado con el cáncer.
La persistencia del dolor podría relacionarse con la cirugía que salva las extremidades, que conduce a múltiples procedimientos para alargar los huesos mientras los niños crecen, dijo Ness. O quizá sea el resultado de las deformidades que hacen que las personas cojeen, planteó.
Algunos supervivientes reportaron una dificultad significativa para moverse o realizar las actividades cotidianas.
La ansiedad también fue un problema. Ness sospecha que a la generación más joven, a diferencia de los niños de los 70 y de los 80, se les da permiso para preocuparse.
Es posible que los supervivientes de hoy día "de verdad tengan peores resultados", dado que una cantidad mayor de personas que habrían muerto en generaciones anteriores están venciendo enfermedades con un riesgo más alto, razonó Ness. También quizá tengan unas expectativas sobre una calidad de vida más alta.
Ness señaló que los hallazgos pueden ayudar a orientar ensayos clínicos futuros con el objetivo de crear tratamientos que sean menos tóxicos. El estudio también apunta a la necesidad de una mejor atención de seguimiento, incluyendo el tratamiento para el tabaquismo, el consumo de alcohol, la falta de ejercicio y la dieta mala, que se asociaron con resultados de salud adversos en el estudio.
El estudio fue financiado en parte por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. Los hallazgos aparecen en la edición del 7 de noviembre de la revista Annals of Internal Medicine.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Kirsten Ness, P.T., Ph.D., faculty member, Department of Epidemiology and Cancer Control, St. Jude Children's Research Hospital, Memphis, Tenn.; Pam Gabris, B.S.N., coordinator, Beyond the Cure, The National Children's Cancer Society, St. Louis; Nov. 7, 2016, Annals of Internal Medicine
HealthDay
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