lunes, 7 de noviembre de 2016

'El uso de biomarcadores está listo para dar el salto a la clínica' - DiarioMedico.com

'El uso de biomarcadores está listo para dar el salto a la clínica' - DiarioMedico.com



ESQUIZOFRENIA

"El uso de biomarcadores está listo para dar el salto a la clínica"

La esquizofrenia se enfrenta a un cambio de paradigma que tiene como elementos centrales acotar más el diagnóstico, iniciar el tratamiento en fases prodrómicas y llevarlo más allá de los antipsicóticos.
M.S.M. Palma de Mallorca   |  07/11/2016 00:00
 
 

"Hay mucha evidencia sobre biomarcadores de esquizofrenia que tienen unos niveles de sensibilidad y especificidad suficiente". Así lo ha asegurado Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, en el Congreso Nacional de Psiquiatría. El experto reconoce que "estamos en un momento de transición y todavía no están validados", pero opina que se podría dar el salto a la clínica, tal y como ya se ha hecho en otras especialidades médicas.
"En estos momentos, en la esquizofrenia hay una reformulación global para integrar la abundantísima información que está llegando desde la investigación, que cada vez es de mayor calidad", ha afirmado. "Se está integrando toda esa información para que el gran puzle que es la esquizofrenia sea entendido como el resultado de distintas piezas que encajan de forma diversa, de modo que existirían unos síntomas típicos que están muy bien definidos y que ahora estamos trabajando en cómo se relacionan con los sustratos neurobiológicos que están alterados".
Se sabe que estos sustratos neurobiológicos, inicialmente, "son consecuencia de una alteración en la interacción entre factores de vulnerabilidad genética y factores ambientales. Eso está modulado de forma epigenética y repercute en una serie de fallos a nivel de neurotransmisión".
Dentro de ese panorama general, prosigue Bernardo, juega un papel fundamental la inflamación cerebral. "En la esquizofrenia, como en otras enfermedades mentales, se considera que existiría un desequilibrio inflamatorio de baja intensidad que estaría detrás de las alteraciones de la actividad glutamatérgica aumentada". A esto hay que añadir la reducción de la actividad GABAérgica, una hiperactividad de la dopamina fásica y una reducción de la dopamina tónica, así como alteraciones de la serotonina y colinérgicas. "Todo esto, a su vez, se traduce en una reducción de la plasticidad cerebral y el consiguiente deterioro funcional".
A medida que crece el conocimiento de esta patología tan compleja y multifactorial se incrementan los posibles biomarcadores, que pueden ser útiles, sobre todo, para identificar subtipos biológicos que permitan determinar diferentes fenotipos, esclarecer las múltiples fisiopatologías de la enfermedad, identificar y caracterizar las diferentes etapas, predecir la predisposición biológica, explorar características biológicas comunes de los trastornos psicóticos, identificar biomarcadores de estado frente a biomarcadores de rasgo y, en definitiva, encaminar el manejo global hacia una medicina personalizada.
Un ejemplo claro de su utilidad es el estadiaje de la enfermedad. Conocer en qué punto está es clave para establecer la terapia farmacológica y, sobre todo, para el abordaje complementario psicosocial.

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