lunes, 12 de septiembre de 2016

Complicaciones gastrointestinales (PDQ®)—Versión para profesionales de salud - National Cancer Institute

Complicaciones gastrointestinales (PDQ®)—Versión para profesionales de salud - National Cancer Institute





Instituto Nacional Del Cáncer



Complicaciones gastrointestinales (PDQ®)–Versión para profesionales de salud





SECCIONES



Descripción

Las complicaciones gastrointestinales (estreñimiento, retención fecal, obstrucción intestinal, diarrea y enteritis por radiación) son problemas comunes en el paciente de oncología. El crecimiento y la propagación del cáncer, así como su tratamiento, contribuyen a estas afecciones.
El estreñimiento es el movimiento lento de las heces por el intestino grueso que tiene como consecuencia el paso de heces secas y duras. Esto puede dar como resultado molestia o dolor.[1] Mientras más largo es el tiempo del tránsito de las heces por el intestino grueso, mayor es la absorción de líquidos, y más secas y duras se tornan las heces.
La inactividad, la inmovilidad o los impedimentos físicos y sociales (en particular inconvenientes en cuanto a la disponibilidad de sanitarios) pueden contribuir al estreñimiento. La depresión y la ansiedad causadas por el tratamiento del cáncer o por el dolor del cáncer pueden llevar al estreñimiento. Quizás las causas más comunes de estreñimiento sean la ingestión inadecuada de líquidos y los analgésicos; sin embargo, estos casos son manejables.
El estreñimiento puede ser molesto e incómodo, pero la retención fecal puede poner la vida en peligro. La retención fecal se refiere a la acumulación de heces secas y endurecidas en el recto o en el colon. El paciente con retención fecal puede presentar síntomas circulatorios, cardíacos o respiratorios en vez de síntomas gastrointestinales.[2] Si no se reconoce la retención fecal, los signos y síntomas pueden progresar y provocar la muerte.
A diferencia del estreñimiento o la retención fecal, la obstrucción intestinal es una oclusión parcial o completa del lumen intestinal mediante un proceso diferente de la retención fecal. Las obstrucciones intestinales se pueden clasificar por los siguientes tres medios:
  • El tipo de obstrucción.
  • El mecanismo de obstrucción.
  • La parte del intestino afectada.
Los trastornos estructurales, tales como lesiones intraluminales y extraluminales del intestino causadas por tumores primarios o metastásicos, adherencias postoperatorias, vólvulo de los intestinos o hernia encarcelada afectan el peristaltismo y el mantenimiento de la función normal del intestino. Estos trastornos pueden causar la obstrucción total o parcial del intestino. Los pacientes sometidos a colostomía corren mayor riesgo de sufrir de estreñimiento. Si las evacuaciones fecales no se producen con regularidad (una o varias veces al día), debe ampliarse la investigación. Es posible que ocurra un bloqueo parcial o completo, sobre todo si no se ha evacuado flato alguno.[3]
La diarrea se puede presentar en cualquier momento durante el transcurso de los cuidados del cáncer y sus efectos pueden ser devastadores desde el punto de vista físico y emocional. Aunque menos frecuente que el estreñimiento, la diarrea continúa siendo una carga sintomática apreciable para los enfermos de cáncer. La diarrea puede ocasionar lo siguiente:
  • Alterar las costumbres alimentarias.
  • Provocar deshidratación.
  • Desequilibrar el balance de los electrolitos.
  • Afecta la funcionalidad.
  • Causar cansancio crónico.
  • Menoscabar la integridad de la piel.
  • Limitar las actividades.
En algunos casos, la diarrea puede ser potencialmente mortal. Además, la diarrea puede traducirse en una carga mayor para la persona a cargo del cuidado del enfermo.
Las definiciones específicas de la diarrea son muy diversas. La diarrea aguda se considera, por lo general, como un aumento anormal de líquido de las heces que dura más de cuatro días, pero menos de dos semanas. Otra definición indica que la diarrea es un aumento en la liquidez de las heces (>300 ml de heces) y su frecuencia (la evacuación de más de tres deposiciones sin formar) durante un período de 24 horas.[4] La diarrea se considera crónica cuando persiste más de dos meses.
La enteritis por radiación es un trastorno funcional de los intestinos grueso y delgado que se manifiesta durante o después de un curso de radioterapia al abdomen, la pelvis o el recto.
Los intestinos grueso y delgado son muy sensibles a la radiación ionizante. Si bien la probabilidad de controlar el tumor aumenta con la dosis de radiación, también aumenta el daño a los tejidos normales. Los efectos secundarios agudos a los intestinos se manifiestan con dosis aproximadas de 10 Gy. Dado que las dosis curativas para muchos tumores abdominales o pélvicos oscilan entre 50 y 75 Gy, con seguridad se producirá enteritis.[5]
En este sumario, a menos que se indique lo contrario, se tratan temas relacionados con datos probatorios y prácticas referidas a los adultos. Los datos probatorios y la aplicación a la práctica referida a los niños pueden diferir significativamente de la información pertinente a los adultos. Cuando la información específica sobre la atención de los niños esté disponible, se resumirá bajo su propio encabezado.
Bibliografía
  1. Culhane B: Constipation. In: Yasko J, ed.: Guidelines for Cancer Care: Symptom Management. Reston, Va: Reston Publishing Company, Inc., 1983, pp 184-7.
  2. Wright BA, Staats DO: The geriatric implications of fecal impaction. Nurse Pract 11 (10): 53-8, 60, 64-6, 1986. [PUBMED Abstract]
  3. Hampton BG, Bryant RA, eds.: Ostomies and Continent Diversions: Nursing Management. St. Louis, Mo: Mosby Year Book, Inc., 1992.
  4. Tuchmann L, Engelking C: Cancer-related diarrhea. In: Gates RA, Fink RM, eds.: Oncology Nursing Secrets. 2nd ed. Philadelphia, Pa: Hanley and Belfus, 2001, pp 310-22.
  5. Perez CA, Brady LW, eds.: Principles and Practice of Radiation Oncology. 3rd ed. Philadelphia, Pa: Lippincott-Raven Publishers, 1998.
  • Actualización: 11 de marzo de 2016




Gastrointestinal Complications (PDQ®)—Health Professional Version - National Cancer Institute





National Cancer Institute

Gastrointestinal Complications (PDQ®)–Health Professional Version



SECTIONS



Overview

Gastrointestinal complications (constipation, impaction, bowel obstruction, diarrhea, and radiation enteritis) are common problems for oncology patients. The growth and spread of cancer, as well as its treatment, contribute to these conditions.
Constipation is the slow movement of feces through the large intestine that results in the passage of dry, hard stool. This can result in discomfort or pain.[1] The longer the transit time of stool in the large intestine, the greater the fluid absorption and the drier and harder the stool becomes.
Inactivity, immobility, or physical and social impediments (particularly inconvenient bathroom availability) can contribute to constipation. Depression and anxiety caused by cancer treatment or cancer pain can lead to constipation. Perhaps the most common causes of constipation are inadequate fluid intake and pain medications; however, these causes are manageable.
Constipation may be annoying and uncomfortable, but fecal impaction can be life-threatening. Impaction refers to the accumulation of dry, hardened feces in the rectum or colon. The patient with a fecal impaction may present with circulatory, cardiac, or respiratory symptoms rather than with gastrointestinal symptoms.[2] If the fecal impaction is not recognized, the signs and symptoms may progress and result in death.
In contrast to constipation or impaction, an intestinal obstruction is a partial or complete occlusion of the bowel lumen by a process other than fecal impaction. Intestinal obstructions can be classified by the following three means:
  • The type of obstruction.
  • The obstructing mechanism.
  • The part of the bowel involved.
Structural disorders, such as intraluminal and extraluminal bowel lesions caused by primary or metastatic tumor, postoperative adhesions, volvulus of the bowel, or incarcerated hernia, affect peristalsis and the maintenance of normal bowel function. These disorders can lead to total or partial obstruction of the bowel. Patients who have colostomies are at special risk of developing constipation. If stool is not passed on a regular basis (once a day to several times a day), further investigation is warranted. A partial or complete blockage may have occurred, particularly if no flatus has been passed.[3]
Diarrhea can occur throughout the continuum of cancer care, and the effects can be physically and emotionally devastating. Although less prevalent than constipation, diarrhea remains a significant symptom burden for people with cancer. Diarrhea can do the following:
  • Alter dietary patterns.
  • Trigger dehydration.
  • Create electrolyte imbalance.
  • Impair function.
  • Cause fatigue.
  • Impair skin integrity.
  • Limit activity.
Diarrhea, in some cases, can be life-threatening. Furthermore, diarrhea can lead to increased caregiver burden.
Specific definitions of diarrhea vary widely. Acute diarrhea is generally considered to be an abnormal increase in stool liquid that lasts more than 4 days but less than 2 weeks. Another definition suggests that diarrhea is an increase in stool liquidity (>300 mL of stool) and frequency (the passage of more than three unformed stools) during a 24-hour period.[4] Diarrhea is considered chronic when it persists longer than 2 months.
Radiation enteritis is a functional disorder of the large and small bowel that occurs during or after a course of radiation therapy to the abdomen, pelvis, or rectum. One report also documented radiation-induced diarrhea as a result of radiation for lung and head and neck cancers in individuals who were receiving radiation with or without chemotherapy.[5]
The large and small bowel are very sensitive to ionizing radiation. Although the probability of tumor control increases with the radiation dose, so does the damage to normal tissues. Acute side effects to the intestines occur at approximately 10 Gy. Because curative doses for many abdominal or pelvic tumors range between 50 and 75 Gy, enteritis is likely to occur.[6]
In this summary, unless otherwise stated, evidence and practice issues as they relate to adults are discussed. The evidence and application to practice related to children may differ significantly from information related to adults. When specific information about the care of children is available, it is summarized under its own heading.
References
  1. Culhane B: Constipation. In: Yasko J, ed.: Guidelines for Cancer Care: Symptom Management. Reston, Va: Reston Publishing Company, Inc., 1983, pp 184-7.
  2. Wright BA, Staats DO: The geriatric implications of fecal impaction. Nurse Pract 11 (10): 53-8, 60, 64-6, 1986. [PUBMED Abstract]
  3. Hampton BG, Bryant RA, eds.: Ostomies and Continent Diversions: Nursing Management. St. Louis, Mo: Mosby Year Book, Inc., 1992.
  4. Tuchmann L, Engelking C: Cancer-related diarrhea. In: Gates RA, Fink RM, eds.: Oncology Nursing Secrets. 2nd ed. Philadelphia, Pa: Hanley and Belfus, 2001, pp 310-22.
  5. Sonis S, Elting L, Keefe D, et al.: Unanticipated frequency and consequences of regimen-related diarrhea in patients being treated with radiation or chemoradiation regimens for cancers of the head and neck or lung. Support Care Cancer 23 (2): 433-9, 2015. [PUBMED Abstract]
  6. Perez CA, Brady LW, eds.: Principles and Practice of Radiation Oncology. 3rd ed. Philadelphia, Pa: Lippincott-Raven Publishers, 1998.
  • Updated: September 9, 2016

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