jueves, 21 de abril de 2016

La proteína Aurora A regula la activación del linfocito T - DiarioMedico.com

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EN LA SINAPSIS INMUNOLÓGICA

La proteína Aurora A regula la activación del linfocito T

Una enzima estudiada por su implicación protooncogénica tendría un papel importante en la activación inicial de los linfocitos T, según demuestra un grupo de científicos del Hospital La Princesa en Nature Communications.
Sonia Moreno. Madrid   |  19/04/2016 11:00
 
 

Noelia Blas-Rus, Francisco Sánchez Madrid, Eugenio Bustos Morán y Noa Martín Cófreces
Noelia Blas-Rus (investigadora predoctoral), Francisco Sánchez Madrid (catedrático y jefe de Servicio de Inmunología del Hospital de La Princesa), Eugenio Bustos Morán (investigador predoctoral) y Noa Martín Cófreces (investigadora postdoctoral). (José Luis Pindado)
La cinasa Aurora A controla la activación temprana de los linfocitos T, que se produce durante el proceso de sinapsis inmunológica. Este hallazgo al que ha llegado un equipo coordinado por Francisco Sánchez Madrid, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital de La Princesa-Universidad Autónoma de Madrid IIS-IP, abre un camino sobre el papel de la cinasa en las enfermedades autoinmunes y también en la enfermedad de injerto contra receptor.
El grupo que dirige Francisco Sánchez Madrid, también jefe de laboratorio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), trabaja desde hace años en la comunicación intercelular y en la activación de los linfocitos T, en concreto, en la sinapsis inmunológica. El último descubrimiento que se deriva de esa línea de investigación se plasma hoy en un estudio en Nature Communications. El trabajo desvela una función antes desconocida de la cinasa Aurora A: su control de la activación temprana de las células T. Noelia Blas-Rus es la primera firmante del estudio, en el que también participan Eugenio Bustos Morán y, como coautora-senior, Noa Martín-Cófreces, todos del citado grupo del IIS-IP.
Mientras estudiaban el papel de determinadas enzimas en el centrosoma, estos científicos se toparon con la nueva función de Aurora A. "En células primarias de donante, encontramos queal inhibir Aurora A mediante fármacos ya desarrollados, que de hecho ya se están ensayando frente a leucemia y linfoma, se bloqueaba por completo toda la ruta de activación del linfocito T que emana de la activación del receptor específico para el antígeno. Así lo comprobamos mediante varios sistemas de activación de linfocitos T", explica a DM Sánchez Madrid.
A partir de esos datos, los científicos dieron un paso más y estudiaron la inhibición genética de Aurora A con modelos murinos. Con ayuda de los ratones diseñados por el grupo de Marcos Malumbres, en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), comprobaron que el efecto era el mismo al generado por la inhibición farmacológica. "Los ratones presentaban una deficiencia condicional, lo que implica que se podía inducir la desactivación del gen codificador de Aurora A en un determinado momento de su desarrollo. Ahí observamos también que se interrumpía por completo la activación temprana de los linfocitos T; los estudios complementarios de sobrexpresión de la molécula nos indican que la dosis es un factor importante".
Los autores recurrieron a técnicas de proteómica y microscopia confocal de alta resolución para identificar los mecanismos por los que se producía esa regulación y hallaron, por un lado, que al faltar Aurora A, se interrumpe la activación de la tirosina cinasa específica de leucocitos o LCK, lo que se traduce en un bloqueo de la señalización. En otro nivel, también se observó que se interrumpía el tráfico de las nanovesículas que transportan los señalizadores durante el proceso de comunicación entre los linfocitos T y las células presentadoras de antígeno.
Para Francisco Sánchez Madrid, el hallazgo podría tener interesantes aplicaciones clínicas en las enfermedades autoinmunes y, de forma específica, en la enfermedad del injerto contra el receptor. De hecho, este estudio se enmarca en la línea de otra investigación reciente, publicada el pasado noviembre en Science Translational Medicine, donde un grupo de la Universidad de Washington, en Seattle, apuntaba que los inhibidores de Aurora A podrían prevenir o tratar esta enfermedad que se produce en algunos trasplantes. "Esas conclusiones se obtenían tras estudiar el transcriptoma en primates con la enfermedad, en los que vieron que Aurora A resultaba ser una molécula diana sobre la que actuar contra la patología, si bien no desvelaban la funcionalidad de la enzima, como sí se hace en nuestro trabajo".

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