viernes, 1 de abril de 2016

El tejido cicatricial glial ayudaría a la regeneración de la médula espinal - DiarioMedico.com

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TRAS UNA LESIÓN MEDULAR

El tejido cicatricial glial ayudaría a la regeneración de la médula espinal

Un estudio de la UCLA ha desvelado que el tejido cicatricial glial que surge del daño de la médula espinal podría propiciar la regeneración de células nerviosas.
Redacción. Madrid | dmredacción@diariomedico.com   |  31/03/2016 09:00
 
 

En una investigación con ratones realizada por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), se ha observado que el tejido cicatrizal glial que se forma después del daño de la médula espinal en realidad podría favorecer la regeneración de las células nerviosas. Los resultados, publicados en la revista Nature, podrían conducir a nuevos enfoques para reparar lesiones graves de la médula espinal.
Los neurólogos han creído durante mucho tiempo que el tejido cicatricial formado por las células gliales impide que las células nerviosas dañadas vuelvan a crecer tras una lesión cerebral o de la médula espinal, por lo que se ha asumido que si hubiera una manera de eliminar o contrarrestar ese tejido cicatricial, las neuronas lesionadas podrían repararse de forma espontánea. El nuevo estudio demuestra que esta suposición podría haber estado impidiendo un avance en la investigación sobre la reparación de lesiones de la médula espinal.
"Durante veinte años hemos aplicado tecnologías para prevenir la cicatrización glial con la esperanza de promover la regeneración, reparación y recuperación de las fibras nerviosas, pero nunca se había observado un efecto positivo. Ahora nos encontramos con que la interrupción de cicatrices gliales en realidad perjudica la regeneración de fibras nerviosas que puede estimularse por factores de crecimiento específicos", ha señalado Sofroniew, profesor de Neurobiología en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA.
Los investigadores evaluaron dos grupos de ratones: uno con genes específicos que se activan para prevenir la formación de cicatrices y otro modificado con genes para disolver las cicatrices después de su formación. Mediante el uso de imágenes fluorescentes, los autores rastrearon los axones individuales para ver si se acercaban o cruzaban una zona de la lesión si la cicatriz se bloqueaba o eliminaba.
En ambos casos, los axones no presentaron ningún signo de crecimiento a través de la lesión. "Esto refuta claramente el supuesto de que deshacerse de las cicatrices permitiría la regeneración espontánea de los axones lesionados. De hecho, se dio a entender que las cicatrices podrían desempeñar algún tipo de papel positivo", ha subrayado Sofroniew.
Menor regeneración
El estudio también reveló el papel beneficioso de las cicatrices gliales en un experimento en el que los científicos incitaron suavemente a las neuronas lesionadas a la regeneración, una estrategia que Sofroniew compara con un enfoque de "el palo y la zanahoria". En los ratones, normales o genéticamente modificados, se infundieron factores de crecimiento neurotróficos (la zanahoria) en el sitio de la lesión de la médula, al mismo tiempo que se aplicaron lesiones adicionales conocidas por estimular la regeneración del nervio (el palo).
Sorprendentemente, en los ratones normales el enfoque estimuló el nuevo crecimiento robusto de axones espinales más allá de las cicatrices gliales y a través del sitio de la lesión. Incluso los ratones que fueron diseñados para eliminar las cicatrices mostraron una reducción pronunciada en esta regeneración del nervio y en algunos casos, ninguna regeneración.
"Fue muy sorprendente. La formación de cicatrices durante mucho tiempo se ha considerado como el principal impedimento para la regeneración axonal", ha apuntado Mark Anderson, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, y coautor del estudio. "Este documento puede animar a algunos a cambiar su enfoque de tratar de disminuir la actividad de los astrocitos, en particular para la formación de cicatrices, y hacia la forma de explotarlo como una manera de promover la regeneración", ha dicho otro de los investigadores, Joshua Burda, estudiante posdoctoral en el laboratorio de Sofroniew, quien cree que el hallazgo podría llevar a una nueva forma de pensar en este campo.
El equipo también realizó un cribado bioquímico para identificar moléculas expresadas en el tejido de la cicatriz y descubrió niveles relativamente altos de factores que apoyan el crecimiento axonal. Esto muestra que las cicatrices son capaces de producir señales químicas, aunque débiles, que permiten a los axones crecer sobre ellas. Por lo tanto, las estrategias futuras para la reparación del sistema nervioso central podrían implicar inventar aún más potentes mezclas de factores de crecimiento para suministrar o implantar de forma continua cerca de la lesión de un paciente.
"Las técnicas utilizadas en modelos de ratón no se pueden aplicar hoy en día en los pacientes, pero nuestro trabajo es un paso científico importante hacia el desarrollo de estrategias para conseguir que fibras nerviosas vuelvan a crecer a través de las lesiones medulares graves. Se abre la puerta a un área de investigación que ha estado vetada por un dogma incorrecto", ha añadido Soffroniew.

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