domingo, 13 de marzo de 2016

Una vez más, 'mejor prevenir que curar' - DiarioMedico.com

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TRIBUNA. VÍCTOR MANUEL GARCÍA NIETO

Una vez más, 'mejor prevenir que curar'

Hoy se celebra el Día Mundial del Riñón, que este año está especialmente dedicado a los niños con el lema: Niños y Enfermedad Renal. ¡Actúa pronto para prevenirla! Es una declaración de intenciones clara y concisa que debe hacernos reflexionar a todos los profesionales de la salud.
Víctor Manuel García Nieto. Presidente de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica   |  10/03/2016 11:02
 
 

Víctor Manuel García Nieto
Víctor Manuel García Nieto. Presidente de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica. (DM)
Hoy se celebra el Día Mundial del Riñón, que este año está especialmente dedicado a los niños. El lema: Niños y Enfermedad Renal. ¡Actúa pronto para prevenirla! Es una declaración de intenciones clara y concisa que debe hacernos reflexionar a todos los profesionales de la salud en torno a lo que está en nuestras manos para contribuir a una mayor prevención y un mejor tratamiento de estas patologías en los más pequeños.
En este sentido, conviene empezar por la prevención primaria, es decir, evitar la adquisición de la enfermedad en personas sanas: insistamos en promocionar entre los pacientes más pequeños los hábitos de vida saludables. Los niños, en general, reciben una dieta muy rica en proteínas y en sal, presente incluso en las ‘chucherías' cuya composición debería ser seriamente revisada. Y sabemos que el exceso continuado de proteínas produce hiperfiltración y riesgo de daño renal, y que el abuso en el consumo de sal favorece la aparición de hipertensión arterial y de cálculos renales. Incidamos por tanto en ellos. Igualmente es llamativa la sustitución de la actividad física diaria en muchos casos por el uso y el abuso de las distintas y variopintas ‘maquinitas' de las que los niños son ya expertos. El aumento del sedentarismo y de la obesidad infantil camina de manera paralela y preocupa en extremo a la comunidad pediátrica.
Sin embargo, a pesar de que no podemos olvidar la prevención primaria, los esfuerzos deberían dirigirse a las prevenciones secundaria y terciaria. Debemos detectar la patología en estadios precoces en los que el establecimiento de medidas adecuadas puede impedir su progresión. Esto ha mejorado notablemente en España en los últimos decenios gracias a la introducción de las nuevas tecnologías como los estudios ecográficos realizados in utero. Pero también, a la presencia universal de pediatras en los Centros de Salud y a la introducción de Unidades de Nefrología Pediátrica en la mayoría de los hospitales españoles ya que la enfermedad renal en los niños es, en su génesis, distinta en muchos aspectos a la del adulto.
Según los últimos datos del Registro Español Pediátrico de Insuficiencia Renal (Repir II), las principales causas de insuficiencia renal crónica (IRC) en la población española son, en más de la mitad de los casos, anomalías de la estructura del riñón y la vía urinaria (57 por ciento) y, luego, las enfermedades renales quísticas y hereditarias, las vasculares y las glomerulopatías. Distribución muy diferente a la de la población adulta. Las causas congénitas pueden afectar a toda la estructura del riñón y/o de la vía urinaria, o bien, a partes determinadas de la unidad funcional del riñón. Afortunadamente, España junto a los países escandinavos, es el país en el que más precozmente se realizan trasplantes renales en la edad pediátrica.
En cuanto a la prevención terciaria, es decir, la puesta en marcha de medidas dirigidas al tratamiento y a la rehabilitación de una patología para ralentizar su progresión, se incluyen medidas farmacológicas y generales. Hablando de estas medidas farmacológicas preventivas, estas deben ser instauradas por nefrólogos pediátricos expertos y adecuadamente formados.
Aunque parte del camino se ha andado, todavía es necesario seguir avanzando en la promoción de hábitos saludables, de una mayor investigación, de más opciones terapéuticas, de una tecnología más precisa y, por supuesto, en el reconocimiento de la contribución de los especialistas en nefrología pediátrica. Después de 42 años de existencia y buen hacer de la subespecialidad de nefrología pediátrica, es preciso incidir en la necesidad real su reconocimiento oficial. España es de los pocos países del mundo en los que la nefrología pediátrica no está reconocida oficialmente.
Solo trabajando insistentemente en estas líneas de actuación conseguiremos mejorar la calidad de vida de nuestros niños, en especial, de aquellos afectados por una enfermedad renal.

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