viernes, 5 de febrero de 2016

Enfrentamiento con el gravamen mundial del cáncer: una conversación con el doctor Ted Trimble - National Cancer Institute

Enfrentamiento con el gravamen mundial del cáncer: una conversación con el doctor Ted Trimble - National Cancer Institute

Instituto Nacional Del Cáncer

Enfrentamiento con el gravamen mundial del cáncer: una conversación con el doctor Ted Trimble

4 de febrero de 2016 por Equipo del NCI


Ted Trimble
Doctor Edward Trimble, director del Centro para la Salud Mundial del NCI


El Centro para la Salud Mundial del NCI (CGH) fue establecido en 2011 para promover la investigación y colaboración con el fin de responder mejor al gravamen del cáncer, en particular, en países en donde han estado aumentando la incidencia y las muertes por cáncer. En honor del Día Mundial contra el Cáncer, el director del CGH, doctor Ted Trimble, habla de los programas del CGH para perseguir con afán las oportunidades clave en la investigación oncológica mundial.

¿En qué se distingue el gravamen del cáncer en el mundo del gravamen en los Estados Unidos?


El gravamen mundial del cáncer varía de un país a otro. En algunos países, la pirámide de la población es diferente; por ejemplo, en países con poblaciones más jóvenes, el cáncer en niños es relativamente común porque hay proporcionalmente más niños y adolescentes en esos países, en comparación con la población de los Estados Unidos.
Los factores de riesgo de cáncer varían también entre los países. En la India, mucha gente mastica tabaco, a veces en combinación con la nuez de areca, lo cual aumenta el riesgo de cáncer oral, que es uno de los cánceres más comunes en ese país. Y Mongolia tiene los índices más altos del mundo de infecciones por hepatitis B y C; por consiguiente, tiene los índices más altos de cáncer de hígado y de deficiencia hepática.
Algunos países tienen índices altos de ciertos cánceres por razones que no entendemos. Por ejemplo, los índices de cáncer esofágico son muy altos a lo largo de la costa oriental de África, desde Sudáfrica hasta Somalia. En Chile, hay índices altos de cáncer de vesícula biliar. En estos dos casos, no estamos seguros por qué sucede así; por esto es importante extender nuestros esfuerzos de investigación para que podamos entender y explicar mejor lo que está sucediendo.


En su opinión, ¿cuáles son los mayores retos para la prevención y el control del cáncer mundial?
Sabemos que la prevención es excepcionalmente importante. La vacunación contra la hepatitis y contra el virus del papiloma humano (VPH) es crítica, y el control de tabaco es también crítico. Debemos seguir provocando la concienciación con respecto a la importancia de la prevención y el control del cáncer.
Estamos trabajando muy de cerca con otros institutos de NIH y con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para mejorar la calidad del aire y ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas, la enfermedad crónica pulmonar y el cáncer. Por medio de inversiones en la diseminación y ejecución, podemos identificar la investigación que responderá a la contaminación tanto interior como exterior del aire, aportando mejoras a las estufas internas de cocina y a las opciones de calefacción.
En algunos vecindarios pobres de Mongolia, por ejemplo, la gente quema llantas para calentar sus tiendas y cocinar sus alimentos. Obviamente, al quemar llantas se crea un montón de productos químicos tóxicos, pero eso es todo lo que tienen. Por eso, es realmente una cuestión de identificar formas alternativas, más sanas, para calentar sus casas y cocinar sus alimentos.


¿Cuál es el papel del NCI en responder a algunos de estos gravámenes?
El NCI conduce y financia investigación oncológica. También trabajamos para asegurarnos de que los descubrimientos importantes de nuestra investigación se ejecutan en la salud pública y en la práctica clínica de rutina.
El CGH trabaja con frecuencia en cooperación con otras divisiones, oficinas y centros del NCI porque muchos de ellos se ocupan en investigación que afecta la salud y el cáncer mundial. Trabajamos también muy de cerca con los Centros Oncológicos Designados por el NCI para dar fuerza a sus programas de salud mundial y asegurar que están trabajando unos con otros con tanta eficacia como es posible. De esta manera, nuestro trabajo es también coordinar con la comunidad de investigación de extramuros.
El International Cancer Control Partnership— el cual comprende al NCI, a la Unión Internacional para el Control del Cáncer, a la Organización Mundial de la Salud, a la American Cancer Society, a la International Atomic Energy Agency, y algunas otras organizaciones —, está fuertemente comprometido en ayudar a los países a concebir planes nacionales de control de cáncer, así como proveer asistencia técnica para la ejecución de esos planes.


Crédito: iStock




¿Puede usted proporcionar un ejemplo de dónde ha contribuido directamente el NCI en el control del cáncer mundial?
Una de nuestras mayores contribuciones ha sido en la prevención del cáncer de cuello uterino. El NCI ha sido un líder en programas para entender las causas del cáncer de cuello uterino. Mientras el gravamen del cáncer de cuello uterino en los Estados Unidos se ha reducido considerablemente gracias en gran parte a los exámenes de Papanicolaou, en muchos países menos desarrollados el cáncer de cuello uterino es una causa principal de muerte.
Los doctores del NCI Doug Lowy y John Schiller e investigadores de la División de Epidemiología y Genética del Cáncer (DCEG) han sido instrumentales en esta área, también. Debido a la investigación llevada a cabo en el mundo, la mayoría de la cual se condujo en los Estados Unidos y patrocinada por el NCI, ahora sabemos que el cáncer de cuello uterino y algunos otros cánceres son causados por tipos específicos de VPH. El trabajo de los doctores Lowy y Schiller fue crítico en la creación de una vacuna para prevenir la infección por este virus.
Sin embargo, el costo de la vacuna contra el VPH sigue siendo una barrera para el acceso; una sola dosis cuesta de ordinario varios cientos de dólares, y las recomendaciones actuales son por tres dosis administradas en 6 meses. Pero los socios del NCI, como la Fundación Bill y Melinda Gates, han arreglado que se ponga la vacuna a disposición por una pequeña cantidad de $4 por dosis para gente en los países de ingresos más bajos.
Además, la investigación que se lleva a cabo por la DCEG y otros ha sugerido que dos dosis, o hasta una sola dosis, pueden ser suficientes para proveer protección contra la infección por VPH. Esto podría expandir en mucho el número de personas que pueden recibir la vacuna y potencialmente salvar muchas vidas como resultado de eso. La DCEG y la División de Prevención del Cáncer han trabajado también para ayudar a formular diagnósticos para VPH, lo que puede complementar y, en algunos casos, remplazar el legrado de Pap.
Teniendo en mente hoy el Día Mundial contra el Cáncer, es importante pensar en las oportunidades y retos únicos que surgen cuando se trata de la investigación, control, prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer en países de ingresos bajos y medianos. Es por medio de trabajo coordinado y colaborativo que podremos enfrentar con éxito el cáncer a un nivel mundial.














Tackling the Global Cancer Burden: A Conversation with NCI’s Dr. Ted Trimble - National Cancer Institute

National Cancer Institute



02/04/2016


NCI’s Center for Global Health (CGH) was established in 2011 to foster research and collaboration aimed at better addressing the global burden of cancer, particularly in countries where the incidence of and deaths from cancer have been rising. In honor of World Cancer Day, CGH Director Ted Trimble, M.D., M.P.H., discusses CGH’s efforts to pursue key opportunities in global cancer research.


National Cancer Institute

Tackling the Global Cancer Burden: A Conversation with NCI’s Dr. Ted Trimble





February 4, 2016 by NCI Staff




Headshot of Ted Trimble
 
Edward Trimble, M.D., M.P.H., Director, NCI Center for Global Health


NCI’s Center for Global Health (CGH) was established in 2011 to foster research and collaboration aimed at better addressing the global burden of cancer, particularly in countries where the incidence of and deaths from cancer have been rising. In honor of World Cancer Day, CGH Director Ted Trimble, M.D., M.P.H., discusses CGH’s efforts to pursue key opportunities in global cancer research.

How is the global cancer burden different from that in the United States?


The global burden of cancer varies from country to country. In some countries, the population pyramid is different; for example, in countries with younger populations, pediatric cancer is relatively common because there are proportionately more children and adolescents in those countries compared to the population in the United States.
Risk factors for cancer also vary among countries. In India, many people chew tobacco, sometimes in combination with areca nut, which increases the risk of oral cancer, one of the most common cancers in that country. And Mongolia has the highest rates of hepatitis B and C infections in the world and, subsequently, has the highest rates of liver cancer and liver failure.
Some countries have high rates of certain cancers for reasons that we don’t understand. For example, rates of esophageal cancer are very high along the east coast of Africa, from South Africa up to Somalia. In Chile, there are high rates of gallbladder cancer. In both of these cases, we aren’t sure why this is, so it’s important to expand our research efforts so we can better understand and explain what’s going on.


What do you see as the biggest challenges in global cancer prevention and control?
We know that prevention is exceptionally important. Vaccination against hepatitis and human papillomavirus (HPV) is critical, and tobacco control is also vital. We must continue to raise awareness surrounding the importance of cancer prevention and control.
We are working closely with other NIH institutes and the Centers for Disease Control and Prevention to improve air quality and help prevent heart disease, chronic lung disease, and cancer. Through investments in dissemination and implementation, we are able to identify research that will address both indoor and outdoor air pollution, bringing improvements to indoor cook stoves and heating options.
In some poor neighborhoods in Mongolia, for example, people burn tires to heat their tents and cook their food. Obviously, burning tires creates a lot of toxic chemicals, but that’s all they have. So it’s really a question of identifying alternative, healthier ways to heat their houses and cook their food.


What is NCI’s role in addressing some of these burdens?
NCI conducts and funds cancer research. We also work to make sure that the important findings from our research get implemented in public health and routine clinical practice.
CGH often works in partnership with other NCI divisions, offices, and centers because many of them are involved in research affecting global health and cancer. We also work very closely with NCI-Designated Cancer Centers to strengthen their global health efforts and ensure that they are working as effectively as possible with each other. So our job is to coordinate with the extramural research community, as well.
The International Cancer Control Partnership—which involves NCI, the Union for International Cancer Control, the World Health Organization, the American Cancer Society, the International Atomic Energy Agency, and a number of other agencies—is heavily involved in helping countries develop national cancer control plans, as well as providing technical assistance for the implementation of those plans.






 
Credit: iStock


Can you provide an example of where NCI has contributed directly to global cancer control?
One of our biggest contributions has been in cervical cancer prevention. NCI has been a leader in efforts to understand the causes of cervical cancer. While the burden of cervical cancer in the U.S. has been greatly reduced thanks in large part to Pap screening, in many less-developed countries cervical cancer is a leading cause of death.
NCI’s Doug Lowy, M.D., John Schiller, Ph.D., and researchers in NCI’s Division of Cancer Epidemiology and Genetics (DCEG) have been instrumental in this area, as well. Due to research done around the world, much of it conducted in the U.S. and sponsored by NCI, we now know that cervical cancer and several other cancers are caused by specific HPV types. Drs. Lowy and Schiller’s work was critical in the development of a vaccine to prevent infection with this virus.
The cost of the HPV vaccine, however, remains a barrier to access; a single dose usually costs several hundred dollars, and the current recommendation is for three doses delivered over 6 months. But NCI’s partners, such as the Bill and Melinda Gates Foundation, have arranged to make the vaccine available for as little as $4 per dose to people in the lowest-income countries.
In addition, research being done by DCEG and others has suggested that two doses, or even a single dose, may be sufficient to provide protection against HPV infection. This could greatly expand the number of people who can receive the vaccine and potentially save many lives as a result. NCI’s DCEG and Division of Cancer Prevention have also worked to develop HPV diagnostics, which can complement and, in some cases, replace traditional Pap smears.
With World Cancer Day on the forefront of our minds today, it’s important to think about the unique challenges and opportunities that arise when addressing cancer research, control, prevention, diagnosis, and treatment in low- and middle-income countries. It is through coordinated, collaborative work that we will successfully tackle cancer on a global level.




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