jueves, 18 de febrero de 2016

El cruce entre neandertales y humanos modernos tuvo lugar antes de lo que se pensaba - DiarioMedico.com

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APROXIMADAMENTE HACE 100.000 AÑOS

El cruce entre neandertales y humanos modernos tuvo lugar antes de lo que se pensaba

Un equipo de científicos internacionales, con participación española, ha averiguado que el cruce entre humanos modernos y neandertales sucedió decenas de miles de años antes de lo que indicaban hasta ahora los estudios, según se publica en Nature, gracias a la utilización de varios métodos de análisis del ADN y a un número mayor de genomas neandertales.
Redacción. Madrid   |  17/02/2016 19:00


El cruce entre humanos modernos y neandertales sucedió hace aproximadamente 100.000 años, según un estudio que se publica esta semana en Nature. Científicos de varios centros, entre los que destaca el CSIC, el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, el Centro Simons de Biología Cuantitativa del Laboratorio Cold Spring Harbor, la Universidad de Cornell, el Centro Interdisciplinario Herzliya, en Israel, el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG-CRG) y la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), ha empleado varios métodos de análisis del ADN y un número mayor de genomas neandertales para reafirmar el cruce. Los investigadores sugieren que algunos grupos de humanos modernos dejaron África antes de lo que se pensaba y se mezclaron con los neandertales, aunque probablemente más tarde estos humanos modernos se extinguieron y por eso no forman parte de nuestros ancestros.
Según estudios científicos previos, los humanos modernos aparecieron hace unos 200.000 años en África y emigraron a través de Eurasia hace unos 65.000 años. Se conocía también que se juntaron con los neandertales en esta época gracias a una señal unidireccional de ADN neandertal descubierto en los genomas de humanos no africanos. En el estudio actual, se observa por primera vez la contribución genética en el sentido opuesto, de humanos modernos a neandertales, proceso que tuvo que darse en una migración anterior.

Las evidencias del equipo científico sobre este flujo genético entre humanos modernos y neandertales se basan en el análisis de un neandertal específico, cuyos restos se encontraron en una cueva en las montañas Altái, en Siberia. Dos neandertales de cuevas europeas que fueron secuenciados en el estudio (uno de Croacia y el otro de España) no presentan ADN derivado de humanos modernos. El equipo también analizó el genoma de un humano extinto, un homínido de Denísova cuyos restos (un dedo y un diente) se encontraron en la misma cueva de las montañas Altái que el neandertal siberiano. A diferencia del neandertal, el ADN del denisovano no incluía restos de humano moderno. Con esto, los investigadores no insinúan que los humanos modernos nunca se cruzaron con denisovanos o con neandertales europeos, sino que la señal que descubrieron en el neandertal de Altái es fruto de un cruce que seguramente se dio tras un linaje con otros humanos modernos europeos hace poco más de 100.000 años.
"Estábamos buscando secuencias en el genoma del neandertal siberiano que fuesen similares a secuencias del genoma humano. Sabemos que el ADN de los humanos contemporáneos no africanos contiene restos de neandertales, así que no nos era útil. Por eso utilizamos genomas de individuos contemporáneos de África para identificar mutaciones que la mayoría tuviesen en común. Algunas de estas mutaciones aparecieron también en regiones del genoma del neandertal de Altái, una prueba del cruce", ha explicado Martin Kuhlwilm, científico del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.
Las secuencias de ADN moderno descubiertas en el neandertal de Altái parecen provenir de un grupo de humanos modernos que se separó de los humanos africanos hará unos 200.000 años. Según los científicos, el humano moderno que proporcionó los genes a este individuo neandertal en particular debía provenir de una población que dejó África mucho antes que los ancestros de los actuales europeos y asiáticos. Por tanto, seguramente se haya dado un gran retraso entre el momento en el que se bifurcó el árbol genealógico del humano moderno, hace más de 200.000 años, y cuando dejaron su marca genética en el neandertal de Altái hace unos 100.000 años, antes de extinguirse.
"Este descubrimiento representa un paso más en la demolición del anterior paradigma de la evolución humana. Ahora sabemos que ha habido múltiples cruces entre humanos modernos y homínidos arcaicos que han contribuido a acelerar la adaptación de estas poblaciones. Esto ha debido ocurrir también en el pasado más remoto de nuestro linaje, desde hace millones de años", ha señalado Carles Lalueza-Fox, director del Laboratorio de Paleogenómica del Instituto de Biología Evolutiva.

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