lunes, 18 de enero de 2016

"Un paciente curado de un cáncer raro es un éxito" - DiarioMedico.com

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MD ANDERSON

"Un paciente curado de un cáncer raro es un éxito"


Para Giulio Draetta, del MD Anderson, todo tipo de indicación oncológica merece el esfuerzo investigador.

Sonia Moreno. madrid | soniamb@diariomedico.com   |  18/01/2016 18:32
 
 

Giulio Draetta es una de las personas detrás de la nueva campaña nacional anunciada hace unos días por Barack Obama para acabar con el cáncer. Emulando al presidente John F. Kennedy, quien hace cincuenta años conminó a sus conciudadanos a llegar a la Luna, el presidente estadounidense ha propuesto redoblar esfuerzos públicos y privados esta vez para conquistar un mundo sin cáncer. Años antes de adquirir ese respaldo gubernamental, el Programa Cancer Moon Shots arrancó en el Centro del Cáncer MD Anderson (Houston), bajo la dirección del biólogo computacional Andrew Futreal y del médico Giulio Draetta, quien por entonces acababa de poner en marcha el Instituto para Ciencia Aplicada del Cáncer en el centro tejano.
El programa selenita busca reducir las muertes por cáncer gracias a la colaboración de diferentes disciplinas. "El concepto es como en la película The imitation game (Descifrando Enigma): pones a un grupo de científicos de diferentes ramas en una habitación hasta que den con la solución a un problema", ilustra Draetta. No son el código Enigma, pero los problemas con los que empezaron tampoco resultan sencillos: cáncer de pulmón, de próstata, de ovario, melanoma y ciertos tipos de leucemia. Hace unos meses, se añadieron el glioblastoma, el cáncer de páncreas y colorrectal, el linfoma de células B, el mieloma múltiple de riesgo alto y los tumores causados por el virus del papiloma humano (VPH).
  • La genómica funcional identifica las mutaciones relevantes en el origen y en el mantenimiento de los tumores; conocerlas es necesario para lograr modelos precisos
El programa contempla desde la investigación básica y traslacional a las medidas preventivas, y recaba apoyos filantrópicos. La industria es otra pieza importante. Draetta, con amplia experiencia en el sector, considera que hay que incorporarla a los ensayos: "Debemos explorar todas las indicaciones, cambiar la primacía de la oportunidad comercial para poder tratar todo tipo de tumores, no sólo los mayoritarios. Para nosotros, un único paciente curado de un cáncer raro es un éxito".
Logros
Draetta, que ha estado en Madrid como invitado en el ciclo Distinguished Seminars del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), se ha referido a algunos de los logros alcanzados en los apenas cuatro años de vida del programa: "Sabemos que la mitad de los tumores se pueden evitar; por eso es importante hacer hincapié en la prevención. Conseguimos que se prohibiera el uso de las cabinas de bronceado a los menores, primero en Texas, luego en más estados. También tenemos en marcha programas de prevención del tabaquismo entre los adolescentes y promovemos la vacunación contra el VPH en chicas y chicos, para evitar no ya el cáncer de cérvix, también el anal y el de cabeza y cuello. En cáncer de ovario, mi colega, el profesor de Ginecología Anil Sood, ha desarrollado un algoritmo terapéutico por el que se favorece la resección completa quirúrgica y que está demostrando un impacto en la supervivencia de las pacientes".
Otro ejemplo de esos avances se encuentra en el campo de moda de la oncología, la inmunoterapia, con las aportaciones del grupo que dirige James Allison en el MD Anderson. "Vivimos un momento de expansión en este campo, con 88 ensayos clínicos en marcha para estudiar inmunoterápicos en diferentes combinaciones e indicaciones".
En esos estudios el papel de la genómica funcional es clave. Draetta expone que tras años de recopilar grandes cantidades de datos generados por los proyectos genómicos, con la genómica funcional se busca distinguir las mutaciones drivers, aquéllas que tienen un efecto funcional en el origen del cáncer, de las mutaciones accidentales (passenger).
Al identificarlas, se pueden establecer modelos de investigación, celulares y animales, más precisos. También comprender qué alteraciones en los genes explican que un tumor se mantenga y exhiba en ocasiones una resistencia feroz a los tratamientos.
Respuesta desigual
Volviendo al terreno de la inmunoterapia para el cáncer y a la aplicación de la genómica funcional, determinar qué factores influyen en la respuesta al tratamiento será de gran ayuda para dirigir las terapias a los pacientes que vayan a beneficiarse.
"Sabemos que sólo un grupo concreto de tumores responde a los tratamientos que actúan sobre los checkpoints inmunitarios. Con el análisis genómico del tumor antes y después del tratamiento se puede observar qué factores influyen en que se produzca o no la respuesta. De momento, se ha comprobado que cuanto mayor es la carga de mutaciones, menos inmunogénico es el tumor, pero aún hay mucha investigación que tenemos que realizar".

Glioblastoma y páncreas

Parte de la investigación de Giulio Draetta se centra en dos de los tumores de peor pronóstico: el glioblastoma y el adenocarcinoma ductal pancreático. Sobre el primero, recuerda que su rápido desarrollo sugiere la implicación de algún tipo de célula madre tumoral en su origen. Del cáncer de páncreas destaca el reto de reducir el componente estromal para favorecer la llegada de eventuales tratamientos. Sobre ambos alude a la necesidad de desarrollar marcadores precoces.

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