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“Las tasas de fallecimiento por ahogamiento varían según la edad y el género, siendo los grupos de mayor riesgo los niños pequeños y los adolescentes varones. En el primer caso, puede ocurrir con tan poca cantidad de agua como dos centímetros en el fondo de un cubo, una bañera, una piscina portátil o un pozo”, explica el Dr. Fernando Burgos, jefe del Servicio de Pediatría Ambulatoria del Hospital Universitario Austral.
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El foco debe estar, principalmente, en la prevención de los ahogamientos en menores de cinco años que se producen especialmente en las piscinas particulares o en comunidades privadas. Se ha demostrado que aplicar el simple vallado reglamentario permite disminuir en un 95% las muertes por ahogamiento.
De acuerdo con el especialista, para que la actividad acuática se pueda realizar y disfrutar con seguridad, es necesario incentivar la enseñanza de la natación, explicar los "factores de riesgo", evitar brusquedades o violencia, en todas sus formas, sobre todo en adolescentes, no ingresar al agua en el período posingesta de alimentos en cantidades significativas y menos aún de alcohol o drogas y pedir auxilio ante la menor señal de riesgo o dificultad.
“El método de ‘visión directa permanente´ es el más efectivo y menos costoso. Esta visión directa permanente debe estar a cargo de un cuidador responsable, con ciertas condiciones”, desarrolla el Dr. Burgos. Quien enumera ciertos requisitos que deben cumplir la persona a cargo de la vigilancia del menor en la piscina:
• Ser mayor de 18 años. • Estar en condiciones físicas e intelectuales para socorrer. • Nadar perfectamente y poder sumergirse sin equipo hasta el fondo (3 o 4 metros). • La distancia al niño debe ser como el "largo del brazo". • Debe estar entrenado en reanimación cardiorrespiratoria (RCP).
Condiciones para una pileta segura
• Cerco perimetral completo de 1,30 m de alto como mínimo, enterizo o con barrotes verticales separados por una distancia máxima de 10 cm (jamás barrotes trasversales que faciliten el "efecto escalera"). • El cerco debe tener una puerta única con un mecanismo de apertura-cierre no accionable por niños pequeños. • No dejar mesas, sillas o reposeras próximas al cerco, que faciliten su escalamiento. • Los "covertores de piscina" de material rígido o flexible, manuales o automáticos, no excluyen en absoluto la presencia del cerco. • Los bordes y el piso de la piscina deben ser de material antideslizante. • Las escalinatas de acceso deben ser de poca pendiente y tener escalones anchos, rectos, con baranda al menos de un lado y piso antideslizante. • Las piletas "inflables" o "desarmables" que no cuenten con cerco, deben ser siempre vaciadas totalmente, luego de su uso diario. • Los recipientes de "tipo piletón" (especialmente para menores de 2 años) como bañeras inflables, palanganas, baldes y tambores, deben permanecer siempre vacíos). • Las bocas de succión de piletas medianas o grandes deben estar recubiertas por una rejilla de trama estrecha (deben impedir que entre la mano o el pie de un niño). • Para uso nocturno, la piscina debe tener una iluminación aérea. Las luces en las paredes de la piscina jamás las reemplazan y requieren una instalación absolutamente hermética y eléctricamente segura.
“Para finalizar, se debe remarcar que todo niño menor de cuatro años, o que no nade con eficiencia, debe tener colocado el chaleco salvavidas en el área cercana a la piscina. Para ser considerado eficiente, el chaleco debe mantener a flote al niño, con la cabeza fuera del agua, aun inconsciente. Si no cumple este requisito su utilidad es totalmente relativa”, reforzó el pediatra.
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