martes, 5 de enero de 2016

Prepárese para tener una temporada invernal saludable

Prepárese para tener una temporada invernal saludable

Prepárese para la temporada de enfermedades invernales - (JPG)


En esta página: 
Aunque los virus contagiosos se mantienen activos durante todo el año, el otoño y el invierno es cuando somos más vulnerables a ellos. Esto se debe en gran parte a que la gente pasa más tiempo adentro con otras personas cuando empieza a hacer frío.
Afortunadamente, podemos contraatacar con varios medicamentos y vacunas aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

Los resfriados y la gripe

La mayoría de los virus respiratorios van y vienen en cosa de días, sin dejar secuelas duraderas. Sin embargo, algunos causan serios problemas de salud. Quienes consumen tabaco o están en contacto con el humo de segunda mano son más propensos a padecer enfermedades respiratorias y complicaciones más graves que los no fumadores.
Los resfriados generalmente causan congestión o secreción nasal y estornudos. Otros síntomas son: tos, garganta irritada y ojos llorosos. No hay vacuna contra los resfriados, los cuales llegan de manera gradual y con frecuencia se propagan por el contacto con mucosidades infectadas.
La gripe llega de repente y dura más tiempo que los resfriados. Entre los síntomas de la gripe están: fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, tos seca, cuerpo adolorido, fatiga y malestar generalizado. Al igual que los resfriados, la gripe puede causar congestión o secreción nasal, estornudos y ojos llorosos. Los niños pequeños también pueden experimentar náuseas y vómito con la gripe. Los virus de la gripe se propagan principalmente por las gotitas esparcidas cuando una persona con gripe tose, estornuda o habla. Una persona también puede contraer la gripe al tocar una superficie o un objeto que tengan el virus.
La temporada de gripe en los Estados Unidos puede comenzar tan pronto como en octubre y durar tanto como hasta mayo, y por lo general llega a su apogeo entre diciembre y febrero.  Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés):
  • Más de 200.000 personas son hospitalizadas en los Estados Unidos todos los años debido a complicaciones relacionadas con la gripe, incluyendo 20,000 niños menores de 5 años de edad.
  • Entre 1976 y 2006, el número aproximado de fallecimientos relacionados con la gripe osciló entre los 3,000 y los 49,000 al año.
  • Durante la temporada 2013-2014 en los Estados Unidos, hubo 35.4 millones de casos de enfermedades relacionadas con la gripe, 14.6 millones de casos de gripe atendidos y 314,000 hospitalizaciones a causa de esta enfermedad. 

Consejos de prevención

Vacúnese contra la gripe.
Con raras excepciones, toda persona de 6 meses de edad en adelante debe vacunarse contra la gripe. Esta vacuna, disponible como inyección o como aerosol nasal, puede reducir el número de casos de influenza, las visitas al doctor y el tiempo de trabajo o de clases perdido, y prevenir las muertes y las hospitalizaciones relacionadas con la enfermedad.
Lo ideal es vacunarse para octubre, aunque hacerlo en enero o después puede seguir ofreciendo protección. La inmunización anual es necesaria porque los virus de la gripe cambian constantemente, porque tal vez haya que actualizar las vacunas contra ella y porque la protección inmunitaria de la vacuna para la persona disminuye con el tiempo. La inmunización anual es especialmente importante para las personas con un riesgo alto de presentar complicaciones graves a causa de la gripe. Estas personas incluyen:
  • niños menores de 5 años, pero en especial los menores de 2.
  • mujeres embarazadas
  • personas que padecen ciertas enfermedades crónicas (como asma, diabetes o afecciones cardiacas y pulmonares)
  • personas de más de 65 años de edad
La vacunación también es especialmente importante para los trabajadores de la salud y otros que viven con o cuidan de personas con un alto riesgo de sufrir complicaciones graves relacionadas con la gripe. Como los bebés de menos de 6 meses de edad son demasiado pequeños como para vacunarlos contra la gripe, la madre debe vacunarse contra ella durante el embarazo para protegerlos durante todo el transcurso de la gestación y hasta 6 meses después del nacimiento. Además, toda persona que cuide del bebé o que tenga un contacto cercano con él también debe vacunarse.
Lávese las manos con frecuencia. Enséñeles a los niños a hacer lo mismo. Tanto los resfriados como la gripe pueden transmitirse a través de las superficies contaminadas, incluyendo las manos. La FDA señala que, aunque lo mejor para la higiene de las manos es el agua y el jabón, también pueden usarse desinfectantes a base de alcohol. Sin embargo, la mugre o la sangre en las manos pueden impedir que el desinfectante elimine las bacterias.
Trate de reducir su contacto con personas infectadas. Mantenga a los bebés alejados de las multitudes durante los primeros meses de vida.
Practique hábitos saludables.
  • Consuma una dieta balanceada.
  • Duerma lo suficiente.
  • Haga ejercicio.
  • Haga lo posible por mantener el estrés bajo control.

¿Ya está enfermo?

Por lo general, los resfriados tienen que seguir su curso. Hacer gárgaras de agua con sal puede aliviar el dolor de garganta. Y un humidificador de niebla fresca puede ayudar a aliviar la nariz tapada.
Éstas son otras medidas a tomar en consideración:
  • Llame a su profesional de la salud. Inicie el tratamiento de manera oportuna.
  • Reduzca el contacto con otras personas. Cúbrase la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar.
  • Manténgase hidratado y descansado. Evite los productos con alcohol o con cafeína que puedan deshidratarlo.
  • Hable con su profesional de la salud para ver qué es lo que funcionará mejor para usted.
Además de los medicamentos de venta sin receta médica (OTC, como se les conoce en inglés), también existen fármacos aprobados por la FDA para el tratamiento de la gripe. Las complicaciones del resfrío y de la gripe pueden incluir infecciones bacterianas (por ejemplo, bronquitis, sinusitis, infecciones del oído y neumonía) para los que podrían necesitarse antibióticos.

Al tomar productos de venta sin receta

Lea con atención la etiqueta de los medicamentos y siga las indicaciones. Las personas con ciertos padecimientos de salud, tales como hipertensión arterial, deben consultar con un profesional de la salud o con el farmacéutico antes de tomar una nueva medicina para la tos y el resfriado.
Elija los medicamentos de venta sin receta apropiados para sus síntomas. Para destapar una nariz congestionada, utilice descongestionantes nasales. Los supresores para la tos aplacan los tosidos; los expectorantes aflojan el moco; los antihistamínicos ayudan a acabar con la congestión nasal y los estornudos; y los analgésicos pueden aliviar la fiebre, el dolor de cabeza y los dolores leves.
Verifique los efectos secundarios de la medicina. Los medicamentos pueden causar somnolencia, e interactuar con los alimentos, el alcohol, los suplementos alimenticios y entre sí. Lo mejor es decirles a su profesional de la salud y al farmacéutico todos los productos médicos y los suplementos que esté tomando.
Consulte con un profesional de la salud antes de darle una medicina a un niño.
Vaya al médico si no mejora. Con los niños, esté atento a las fiebres altas y a las conductas anormales, tales como una somnolencia fuera de lo común, rehusarse a comer, llanto excesivo, agarrarse las orejas o el estómago, y una respiración sibilante.
Las señales de problemas en cualquier persona pueden incluir:
  • una tos que no deja dormir
  • una fiebre que no responde al tratamiento
  • dificultad creciente para respirar
  • dolor facial a causa de una sinusitis
  • fiebre alta, dolor de pecho o cambios en el moco que produce, después de haberse sentido mejor por un corto tiempo.
Este artículo está disponible en la página de Artículos para el Consumidor de la FDA, en la cual se publican las últimas novedades sobre todos los productos regulados por la FDA..


Get Set for a Healthy Winter Season

Tips for Avoiding Winter Bugs image - Get Set for Winter Illess Season

On this page: 
Although contagious viruses are active year-round, we’re most vulnerable to them in fall and winter. That’s because, in large part, we spend more time indoors with other people when the weather gets cold.
Fortunately, you can fight back with several FDA-approved medicines and vaccines.

Colds and Flu

Most respiratory bugs come and go within a few days, with no lasting effects. But some cause serious health problems. People who use tobacco or who are exposed to secondhand smoke are more prone to respiratory illnesses and more severe complications than nonsmokers.
Colds usually cause a stuffy or runny nose and sneezing. Other symptoms include coughing, a scratchy throat, and watery eyes. There is no vaccine against colds, which come on gradually and often spread through contact with infected mucus.
Flu comes on suddenly and lasts longer than colds. Flu symptoms include fever, headache, chills, dry cough, body aches, fatigue, and general misery. Like colds, flu can cause a stuffy or runny nose, sneezing, and watery eyes. Young children may also experience nausea and vomiting with flu. Flu viruses spread mainly by droplets made when people with flu cough, sneeze or talk. You also can get flu by touching a surface or object that has flu virus on it.
Flu season in the United States may begin as early as October and can last as late as May, and generally peaks between December and February. According to the Centers for Disease Control and Prevention (CDC):
  • More than 200,000 people in the United States are hospitalized from flu-related complications each year, including 20,000 children younger than age 5.
  • Between 1976 and 2006, the estimated number of flu-related deaths every year ranged from about 3,000 to about 49,000.
  • In the 2014-15 season, there were about 40 million flu-associated illnesses, 19 million flu-associated medical visits, and 970,000 flu-associated hospitalizations—the highest estimate for a single flu season.

Prevention Tips

Get vaccinated against flu.
With rare exceptions, everyone ages 6 months and older should be vaccinated against flu. Flu vaccination, available as a shot or a nasal spray, can reduce flu illnesses, doctors’ visits, missed work and school, and prevent flu-related hospitalizations and deaths.
It’s ideal to be vaccinated by October, although vaccination into January and beyond can still offer protection. Annual vaccination is needed because flu viruses are constantly changing, flu vaccines may need to be updated, and because a person’s immune protection from the vaccine declines over time. Annual vaccination is especially important for people at high risk for developing serious complications from flu. These people include:
  • Children younger than 5 years, but especially those younger than 2.
  • Pregnant women.
  • People with certain chronic health conditions (such as asthma, diabetes, or heart and lung disease).
  • People 65 or older.
Vaccination is especially important for health care workers, as well as those who live with or care for people at high risk for serious flu-related complications, such as people older than 65 or with compromised immune systems. Because babies younger than 6 months are too young to get a flu vaccine, their mother should get a flu shot during her pregnancy to protect them throughout pregnancy and up to 6 months after birth. Additionally, all of the baby’s caregivers and close contacts should be vaccinated.
Although there was a less than ideal match between circulating flu strains and those included in the vaccine during last season, CDC estimates that the vaccines still provided about half the protection they did during the previous season. CDC also reports that this season’s vaccines better match circulating viruses.
Practice healthy habits.
Wash your hands often. Teach children to do the same. Both colds and flu can be passed through contaminated surfaces, including the hands. Wash hands with warm water and soap for 20 seconds.
Try to limit exposure to infected people. Keep infants away from crowds for the first few months of life.
  • Eat a balanced diet.
  • Get enough sleep.
  • Exercise.
  • Do your best to keep stress in check.

What to Do if You’re Already Sick

Usually, colds have to run their course. Gargling with salt water may relieve a sore throat. And a cool-mist humidifier may help relieve stuffy noses.
Here are other steps to consider:
  • Call your health care professional. Start the treatment early.
  • Limit your exposure to other people. Cover your mouth with a tissue when you cough or sneeze.
  • Stay hydrated and rested. Avoid alcohol and caffeinated products, which may dehydrate you.
  • Talk to your health care professional to find out what will work best for you.
In addition to over-the-counter (OTC) medicines, there are FDA-approved prescription medications for treating flu. Cold and flu complications may include bacterial infections (e.g., bronchitis, sinusitis, ear infections, and pneumonia) that could require antibiotics.

Tips for Taking OTC Products

Read medicine labels carefully and follow the directions. People with certain health conditions, such as high blood pressure and diabetes, should check with a health care professional or pharmacist before taking a new cough and cold medicine.
Choose OTC medicines appropriate for your symptoms.
  • Nasal decongestants unclog a stuffy nose.
  • Cough suppressants quiet coughs.
  • Expectorants loosen mucus.
  • Antihistamines help stop a runny nose and sneezing.
  • Pain relievers can ease fever, headaches, and minor aches.
Check the medicine's side effects. Medications can cause drowsiness and interact with food, alcohol, dietary supplements, and each other. It’s best to tell your health care professional and pharmacist about every medical product and supplement you are taking.
Check with a health care professional before giving medicine to children.
See a health care professional if you aren't getting any better. With children, be alert for high fevers and for abnormal behavior such as unusual drowsiness, refusal to eat, crying a lot, holding the ears or stomach, and wheezing.
Signs of trouble for all people can include:
  • A cough that disrupts sleep.
  • A fever that won’t respond to treatment.
  • Increased shortness of breath.
  • Face pain caused by a sinus infection.
  • High fever, chest pain, or a difference in the mucus you’re producing, after feeling better for a short time.
This article appears on FDA's Consumer Updates page, which features the latest on all FDA-regulated products.
Updated: December 29, 2015


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