sábado, 9 de enero de 2016

Los aseos romanos no aportaron ningún beneficio claro para la salud

LA ROMANIZACIÓN PROPAGÓ LOS PARÁSITOS
Diario Médico

Los aseos romanos no aportaron ningún beneficio claro para la salud

Un estudio arqueológico, que se publica en Parasitology, ha descubierto que la tecnología de saneamiento introducida por los romanos no produjo ningún beneficio para la salud, sino que incrementó progresivamente la propagación de parásitos.
Europa Press. Madrid   |  08/01/2016 11:14
 
 

Restos romanos
Los romanos son bien conocidos por introducir la tecnología de saneamiento en Europa hace alrededor de 2.000 años. (DM)
Una investigación arqueológica ha revelado que, a pesar de todas las innovaciones aparentemente higiénicas impulsadas por los romanos, los parásitos intestinales, como la triquina, las lombrices intestinales o la disentería Entamoeba histolytica, no disminuyeron en la época romana en comparación con la anterior Edad de Hierro, sino que aumentaron gradualmente.
Los romanos son bien conocidos por introducir la tecnología de saneamiento en Europa hace alrededor de 2.000 años, incluyendo varios puestos públicos de letrinas con instalaciones de lavado, sistemas de alcantarillado, tuberías de agua potable de acueductos y baños públicos calientes para lavarse. Los romanos también desarrollaron leyes diseñadas para mantener los pueblos libres de excrementos y basura.
La investigación, que se publica en Parasitology, ha sido realizada por Piers Mitchell, doctor del Departamento de Arqueología y Antropología de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido. Según los autores, es el primer estudio en utilizar la evidencia arqueológica de los parásitos en la época romana para evaluar "las consecuencias para la salud de la conquista de un imperio".
Mitchell reunió evidencias de parásitos en letrinas antiguas, en entierros humanos y en coprolitos(o heces fosilizadas), así como en peines y en textiles de numerosas excavaciones en todo el imperio romano. No sólo ciertos parásitos intestinales parecen aumentar en prevalencia con la llegada de los romanos, sino que según la investigación, a pesar de su famosa cultura del baño regular, los ectoparásitos estaban tan extendidos entre los romanos como en los vikingos y en las poblaciones medievales, donde el baño no se practicaba frecuentemente.
Además, algunas excavaciones hallaron evidencias de peines especiales para retirar piojos del cabello, así como la desinfección puede haber sido una rutina diaria para muchas personas que vivieron en todo el Imperio Romano. "La investigación moderna ha demostrado que los aseos, el agua potable y la eliminación de las heces de las calles disminuyeron los riesgos de enfermedades infecciosas y parásitos. Sin embargo, nos encontramos con un aumento gradual. La pregunta es por qué" ha afirmado Mitchell.
Posibles causas de la propagación
Una posibilidad que plantea Mitchell es que pueden haber sido las cálidas aguas comunales de las casas de baños las que ayudaran a difundir los parásitos. El agua se cambiaba con poca frecuencia en algunos baños y en ella la suciedad podría situarse en la superficie procedente de suciedad humana y cosméticos. "Está claro que no todos los baños romanos eran tan limpios como podrían haber sido", ha apuntado Mitchell.
Otra posible explicación planteada en el estudio es el uso romano de excrementos humanos como fertilizante agrícola. Mientras que la investigación moderna ha demostrado que esto hace aumentar los rendimientos de los cultivos, a menos que las heces sean compostadas durante muchos meses antes de utilizarse en los campos, puede dar lugar a la propagación de huevos de parásitos que pueden sobrevivir en las plantas cultivadas.
"Es posible que las leyes de saneamiento que requieren la eliminación de las heces de las calles en realidad llevara a la reinfección de la población al emplearse a menudo los desechos para fertilizar los cultivos plantados en las granjas de los alrededores de las ciudades", ha argumentado Mitchell.
El estudio observó que los huevos de tenia se generalizaron más en el periodo romano que en la Edad de Bronce y la Edad del Hierro por Europa. Mitchell ha planteado como posible causa el amor de los romanos por una salsa llamada garum, hecha de piezas de pescado, hierbas, sal y aromas. Se utilizaba como un ingrediente culinario y una medicina, pero no se cocinaba, sino que se dejaba fermentar al sol. Garum se ingería en todo el imperio y puede haber actuado como un "vector" para la tenia de los peces, ha asegurado Mitchell.
"La fabricación de esta salsa de pescado y su comercio a través del imperio en frascos sellados podría haber permitido la propagación del parásito tenia de los peces de las zonas endémicas del norte de Europa a todos los habitantes del imperio. Esto parece ser un buen ejemplo de las consecuencias negativas para la salud de conquistar un imperio", ha afirmado.
"Esta investigación sobre la prevalencia de parásitos antiguos sugiere que los baños romanos, las alcantarillas y las leyes de saneamiento no tenían un claro beneficio para la salud pública. El carácter generalizado de parásitos intestinales y ectoparásitos como los piojos también plantea que los baños públicos romanos sorprendentemente tampoco aportaron ningún beneficio claro de la salud. Parece probable que aunque el saneamiento romano no convirtió a la población en saludables pudo no haber hecho a las personas más saludables, pero probablemente olían mejor", ha concluido.

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