sábado, 9 de enero de 2016

La exposición diaria a una corta asincronía con un marcapasos mejora la insuficiencia cardiaca

La exposición diaria a una corta asincronía con un marcapasos mejora la insuficiencia cardiaca



09-11/01/2016 - E.P.

Esta terapia de resincronización revierte el daño celular por la respuesta del corazón a la adrenalina, y repara el daño a las proteínas motoras del músculo del corazón que generan la fuerza

Investigadores de 'Johns Hopkins Medicine', en Baltimore, Estados Unidos, han demostrado en animales que la aplicación de suaves choques eléctricos con un marcapasos para llevar al corazón dentro y fuera de contracciones sincronizadas normales durante una parte del día puede ser una manera eficaz de ralentizar la progresión de la insuficiencia cardiaca, un trastorno que afecta a millones de estadounidenses.
En el estudio, publicado en la edición digital de 'Science Translational Medicine', los científicos dicen que los últimos experimentos en animales muestran que la terapia, llamada 'Pacemaker Induced Transient Asynchrony' (PITA), revierte el daño celular por la respuesta del corazón a las hormonas, como la adrenalina, y repara el daño a las proteínas motoras del músculo del corazón que generan la fuerza.
Esencialmente, la terapia utiliza un marcapasos durante varias horas alternativamente "golpeando" una región del músculo cardíaco con descargas eléctricas, por lo que late fuera de sincronización y luego invierte esto, de modo que el corazón late de nuevo en sincronía durante el resto del día.
"Es el proceso de ir y venir lo que es importante. En cierto modo, hemos adjuntado un interruptor-temporizador de la luz a un marcapasos. Como los temporizadores automáticos utilizados en los hogares para encender y apagar las luces, pero aquí se cambia el marcapasos entre estados sincronizados y asíncronos", dice David Kass, profesor de Medicina e Ingeniería Biomédica en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
"Estamos muy entusiasmados con las perspectivas de esta terapia porque si la investigación adicional confirma su eficacia y seguridad, es relativamente fácil de implementar. El hardware del marcapasos ya existe y con algunas actualizaciones del software, puede administrar un tratamiento que beneficiaría a mucha gente", destaca.
Según Kass, la insuficiencia cardiaca congestiva, marcada por la ampliación y la debilidad del músculo del corazón, afecta a decenas de millones de personas en todo el mundo y sigue siendo una de las principales causas de hospitalización y muerte. En aproximadamente el 25 por ciento de los pacientes, la enfermedad se agrava por la llamada contracción desincronizada resultante de los retrasos en la activación eléctrica entre los dos lados del corazón.
"Para los pacientes con insuficiencia cardiaca que desarrollan asincronía, el corazón termina fuera de tono, como un coche con una correa de distribución rota", dice Kass. Hace una década, su equipo fue pionero en la terapia de resincronización cardiaca, que utiliza un marcapasos para suministrar impulsos eléctricos a ambos lados del corazón, de manera que es reajustada o sincronizada.
Con los años, descubrieron que la terapia de resincronización también mejora el tejido del corazón, incluyendo cambios en la forma en la que el calcio fluye a través de las células del músculo del corazón, cómo los receptores en el corazón responden a las hormonas, como la adrenalina, y la manera en la que se desarrollan las fibras que generan la fuerza del corazón.
"Descubrimos que no era sólo afinación de motor, sino que el motor en sí no era el mismo de antes --dice Kass--. En un nivel muy básico, los procesos moleculares que controlan la contracción del corazón habían mejorado". Estas observaciones llevaron Kass y sus colegas a desarrollar PITA y comenzar sus últimos experimentos con animales.
En los nuevos experimentos con perros, los investigadores primero indujeron insuficiencia cardiaca en los animales -diez recibieron PITA y 13 sirvieron como controles de insuficiencia cardiaca-- mediante la entrega de estimulación auricular, o pequeños impulsos eléctricos a la aurícula derecha del corazón, 200 veces por minuto, 24 horas al día durante cuatro semanas.
Después de cuatro semanas, el grupo de tratamiento PITA recibió seis horas de impulsos eléctricos por día al ventrículo derecho a la misma velocidad de 200 veces por minuto y, a continuación, estimulación auricular para el resto de las 18 horas del día. El grupo control recibió estimulación auricular continua. Otros ocho perros no recibieron estimulación auricular y se mantuvieron como controles.
Los investigadores encontraron que, en relación con el grupo de control con insuficiencia cardiaca, cuatro semanas de tratamiento PITA redujeron el aumento progresivo del corazón, impulsaron su respuesta a la estimulación de la adrenalina en un 38 por ciento, revirtieron la disfunción y el daño estructural de las proteínas motoras que se produjo en aproximadamente el 40 por ciento del grupo de insuficiencia cardiaca e incrementaron la capacidad de generación de fuerza del músculo también en aproximadamente un 40 por ciento.
No hubo efectos secundarios adversos aparentes de PITA. Kass especula que el paciente ideal para PITA, si más investigación confirma su valor, sería aquel con insuficiencia cardiaca que tiene contracciones normales del corazón sincrónicas y es candidato para un desfibrilador interno; lo que supone aproximadamente el 75 por ciento de los pacientes con insuficiencia cardiaca.

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