España: crisis, dudas, reacción tardía pero positiva y un SNS más preparado

José A. Plaza. Madrid | 18/01/2016 00:00

En la intrahistoria de esta epidemia, España ha tenido el dudoso honor de contar con el primer caso de infección directa fuera de África. El caso de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, contagiada tras atender en Madrid a uno de los dos misioneros repatriados (ambos fallecieron), disparó una crisis clínica, pero también política y de gestión, que la curación de Romero y una reacción tardía pero positiva lograron finalmente enterrar.
Más allá de este caso, entre 2014 y 2015 se han investigado en España otros 55 casos sospechosos de Ébola, todos negativos, de los que el 55 por ciento resultaron ser malaria.

Los protocolos desarrollados en España se conviertieron finalmente, tras sus inicios dubitativos, en un espejo en el que mirarse para el resto del mundo. También se creó un protocolo específico, en coordinación con ONG, para el seguimiento de los cooperantes desplazados al terreno. Más de 200 cooperantes se han trasladado a los tres países africanos más afectados para participar en la respuesta a la epidemia.

La formación de profesionales en la respuesta a este tipo de infecciones también ha tenido protagonismo. El Instituto de Salud Carlos III organizó los cursos de control y manejo de casos sospechosos dirigidos a formadores entre octubre y diciembre de 2014. En febrero de 2015 se añadió formación sobre el uso de trajes autónomos y de cápsulas de aislamiento en los hospitales de la red de referencia.

Esta red de hospitales de referencia, surgida a raíz de la crisis del Ébola en España, se compone de ocho hospitales (dos en Madrid y uno en Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Tenerife, Valencia y San Sebastián)