miércoles, 2 de diciembre de 2015

Rituximab subcutáneo: más calidad de vida para terapia de linfomas - DiarioMedico.com

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DOSIS ÚNICA DE 1.400 MILIGRAMOS

Rituximab subcutáneo: más calidad de vida para terapia de linfomas

La administración subcutánea de rituximab, indicado para linfomas, se realiza en cinco minutos, frente a la estándar intravenosa que requiere un mínimo de cuatro horas. La eficacia y seguridad oncológica de la nueva versión es la misma que la estándar pero, lógicamente, eleva la calidad de vida del paciente.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es   |  02/12/2015 14:29
 
 

LINFOMAS
Antonio Salar, del Hospital del Mar, de Barcelona; Annarita Gabriele, directora médica de Roche; y Dolores Caballero, del Hospital Universitario de Salamanca. (DM)
El tratamiento con el anticuerpo monoclonal (AM) rituximab, comercializado por la farmacéutica Roche como MabThera y disponible en España desde hace casi una década para ciertos tipos de linfoma no Hodgkin (LNH), acaba de dar un nuevo paso en la mejora de la calidad de vida de los afectados, pero sin perder de vista su eficacia y seguridad. Al tratamiento estándar intravenoso le acaba de salir un duro competidor: la versión subcutánea de rituximab, a la que oncólogos, profesionales sanitarios y, sobre todo, pacientes, se refieren como el antes y el después en el tratamiento de estos linfomas, y que a partir de hoy será financiado por el Sistema Nacional de Salud.
La indicación aprobada es en combinación con quimioterapia para linfoma folicular en estadio III-IV sin tratamiento previo, para el tratamiento de mantenimiento de linfoma folicular que hayan respondido a la terapia de inducción, así como en combinación con quimioterapia CHOP (compuesta por ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona), en LNH difuso de células B grandes CD20 positivas. Se calcula que el LNH constituye el 85 por ciento de todos los casos de linfoma.
La llegada de rituximab, un AM que actúa contra el antígeno CD20, supuso un importante giro en el abordaje de los LNH. Actualmente, el 50 por ciento de los casos se curan y un 40 por ciento de los foliculares obtienen respuesta, según Dolores Caballero, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, que ha participado en Madrid, junto con Annarita Gabriele, directora médica de Roche, en la presentación subcutánea de esta molécula que, según ha explicado , se administra en unos 5 ó 7 minutos, frente a las 4-6 horas de media que el paciente debía estar en el hospital con la intravenosa.
"Eleva, por tanto, la calidad de vida del enfermo -laboral, familiar y socialmente, sin olvidar que supone un impacto económico positivo para los sistemas sanitaros porque optimiza recursos". La profesional también ha recalcado que con la administración intravenosa se planteaban problemas de tiempo y eran necesarios reajustes de dosis, dependiendo del estado del paciente y de su peso corporal. La nueva versión es una preparación más simple porque se basa en una dosis fija de 1.400 miligramos para todos los pacientes, que la reciben cada dos meses".
Antonio Salar, del Servicio de Hematología del Hospital del Mar, en Barcelona, ha aclarado que la molécula es la misma para ambas formulaciones. La característica, no obstante, de la subcutánea -y que le permite administrar una dosis fija en todos los pacientes-, es que el AM tiene una concentración doce veces superior y se le ha añadido una enzima que facilita mayores volúmenes de líquido a nivel subcutáneo. "El AM es una molécula muy grande y sus variaciones en el volumen sanguíneo, por peso o género del paciente, tienen escasa influencia en lo que se refiere a eficacia y seguridad terapéutica". De hecho, Salar fue uno de los participantes españoles en el estudio Espabthera, en el que se calculó la dosis, independientemente del peso y del volumen corporal. "Con la dosis única de 1.400 miligramos, los niveles farmacocinéticos son los mismos que los que se obtenían ajustando la dosis intravenosa".
En cuanto al impacto de la eficacia y la seguridad de la nueva formulación, el hematólogo, ha señalado que los efectos adversos, escasos, son iguales en las versiones intravenosa y subcutánea. En el estudio Sabrina, se concluye que la tasa de respuesta es igual en ambas formulaciones.
Caballero ha apuntado además que los beneficios de rituximab subcutáneo no se acaban en el linfoma folicular. "En el de células grandes, generalmente más agresivos y con mayor carga tumoral, la supervivencia libre de progresión es la misma, independientemente de la forma de administración. Lo mismo ocurre en mantenimiento en primera y segunda línea. Actualmente, hay resultados favorables en leucemia linfocítica B más quimioterapia y se estudia la efectividad en mantenimiento de linfomas del manto recaídos".
Administración subcutánea

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