viernes, 4 de diciembre de 2015

La inmunoterapia funcionaría sólo en pacientes VIH controlados médicamente - DiarioMedico.com

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VÍA ANTI-PD-1

La inmunoterapia funcionaría sólo en pacientes VIH controlados médicamente

Un estudio desvela la importancia de los linfocitos T reguladores como un componente clave en la vía inmunoterápica anti-PD-1 para luchar contra la infección por VIH.
Redacción. Madrid   |  03/12/2015 20:00


Andreas Meyerhans y Cristina Peligero
Andreas Meyerhans y Cristina Peligero, del DCEXS de la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona. ()
La infección crónica por VIH produce un agotamiento del sistema inmune, un fenómeno caracterizado por la alteración en el funcionamiento de los linfocitos T. Estas células T agotadas muestran proteínas de inhibición en su superficie que podrían ser la clave para restaurar la función inmunitaria.
Andreas Meyerhans, líder del Grupo de Biología de la Infección del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), dirige una investigación que busca establecer las condiciones en las que las señales negativas transmitidas por estas proteínas mejoran el tratamiento médico contra el VIH. Los resultados aparecen publicados en la revista PLOS Pathogens.
El sistema inmunitario humano está formado por una compleja red de reguladores positivos y negativos que coordinan la respuesta ante amenazas patógenas. Un individuo recién infectado por VIH desarrolla una respuesta inmune evitando la expansión del virus. A la vez, las células reguladoras T mantienen la respuesta efectora bajo control evitando una sobrerreacción de las células inmunitarias, puesto que eso daría lugar a daños en los órganos y tejidos del individuo. A medida que la infección avanza y se evidencia que el virus no será eliminado, muchas de las células T efectoras se "duermen" mediante un mecanismo llamado agotamiento.
La vía PD-1/PD-L1 es uno de los componentes principales en el agotamiento de las células T, y el bloqueo ex vivo de esta vía comporta una respuesta mejorada de las células T que los investigadores esperan que suponga una mejora en el tratamiento. Puesto que la vía de comunicación celular PD-1/PD-L1 está presente tanto en las células efectoras como en las reguladoras, el grupo de Meyerhans decidió investigar qué le ocurría al equilibrio entre células efectoras y reguladoras al bloquearla.
En colaboración con investigadores clínicos dirigidos por Felipe García (Hospital Clínico, de Barcelona) y Hernando Knobel (Hospital del Mar, en Barcelona), se aislaron células sanguíneas de individuos afectados por VIH y se observó su respuesta tras ser "despertadas" mediante anticuerpos anti-PD-L1.
Tanto las células efectoras como las reguladoras despertaron, pero el grado en el que lo hacían dependía de la carga vírica de los individuos. "En aquellos individuos cuya infección estaba bajo control médico y que mostraban por tanto pocos virus en sangre, se multiplicaba el número de células T efectoras", explica Cristina Peligero, primera autora del estudio. "Sin embargo, en muestras en las que el virus no está controlado médicamente, las células reguladoras T se multiplicaban mucho, permitiendo una mayor expansión del virus y dando lugar a un efecto perjudicial".
Estas observaciones pueden tener consecuencias muy importantes a la hora de utilizar estos anticuerpos como tratamiento. Sólo los pacientes de VIH que estén bajo tratamiento médico obtendrán una mejora en su respuesta inmune antiviral.
Ya se han diseñado pruebas con anticuerpos anti-PD-L1 para combatir las infecciones crónicas del virus y también han empezado a usarse para atacar el cáncer. El trabajo del grupo de Meyerhans destapa un nuevo elemento a tener en cuenta: las células T reguladoras.
Cristina Peligero presentó este trabajo al IV Congreso Europeo de Inmunología en Viena el pasado septiembre. Obtuvo el premio EFIS-Biolegend Bright Sparks por su presentación oral.

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