viernes, 4 de diciembre de 2015

La familia, agente terapéutico angular en salud mental - DiarioMedico.com

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EL MODELO SUECO OFRECE UNA ALTERNATIVA DE ABORDAJE COMUNITARIO

La familia, agente terapéutico angular en salud mental

Dar más peso a las familias en los tratamientos de salud mental ha sido la conclusión unánime de los asistentes de la XIII Jornada Anual de Fundación Manantial, celebrada en Madrid.
I.G.P. | igallardo@diariomedico.com   |  03/12/2015 17:13


Jornadas Fundación Manantial
Hanna Lundbland-Edling, terapeuta de la Family Care Foundation, de Gotemburgo, en Suecia, y David Fraguas, psiquiatra del Servicio de Psiquiatría del Niño y el Adolescente, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid. (Mauricio Skrycky)
"La familia es la célula básica de la sociedad y un elemento clave en el desarrollo de la persona". Con esta frase Jorge Jiménez de Cisneros, director general de Atención a Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid, introdujo la XIII Jornada Anual de la Fundación Manantial, que en esta edición ha querido analizar y reafirmar el papel de la familia como un actor más en los tratamientos de salud mental.
Francisco Sardina, presidente de la Fundación Manantial, planteó la revisión del modelo comunitario y resaltó "la importancia de involucrar a la familia en la recuperación de las personas que han sufrido un episodio psicótico". Para conocer otros modelos de abordaje comunitario de la psicosis, la jornada contó con la participación de Hanna Lundbland-Edling, terapeuta de la Family Care Foundation, de Gotemburgo, en Suecia, donde desde 1987 se sustituyó el abordaje convencional de la salud mental por otro con un enfoque comunitario que destaca la relevancia del entorno y la importancia de la familia como factores principales en las relaciones y en el tratamiento.
Prolongar la sala de terapiaUno de los mantras de esta experiencia es que el paciente puede recuperar su vida comenzando en un hogar que le provea de un entorno terapéutico, donde se construye un equipo de cooperación entre el paciente, su entorno, los terapeutas y la familia de acogida. Según ha explicado a DM Lundbland-Edling, el trabajo en la fundación, lo que denominan The Extended Therapy Room, es una suerte de prolongación de la sala de terapia. En ella tratan a pacientes que tienen un trastorno psiquiátrico diagnosticado, ya sea por déficit de atención e hiperactividad, trastorno bipolar, esquizofrenia o que acaben de sufrir un primer episodio psicótico. "Tratamos a personas que buscan una alternativa a la psiquiatría, porque han sentido que no les estaban ayudando o se han sentido amenazados. Viene por diferentes razones... Más que hablar del diagnóstico -lo hacemos si el paciente quiere- habalamos de sus experiencias, de aquello que les ha ocurrido en la vida", ya que la The Family Care Foundation no quiere utilizar los diagnósticos psiquiátricos como etiquetas y consideran que "el diagnóstico no suele incluir los sentimientos, la biografía, la situación de la persona, su historia familiar..."
Según Lundbland-Edling, los pacientes a veces mantienen sus tratamientos farmacológicos, aunque muchos "quieren reducir las dosis, porque sienten que entumecen sus sentimientos, y si lo hacen cuentan con nuestro apoyo terapéutico. En cualquier caso es su decisión". Una de los pilares de este abordaje son las familias de acogida en las que el paciente puede vivir de forma permanente, o en régimen de fin de semana, o ciertos días al mes, al tiempo que "continúan su vida, y sus relaciones con su entorno laboral, social y familiar". Asimismo, Lundbland-Edling ha explicado a DM que en ocasiones es beneficioso que el paciente se separe de su familia, "que tras tanta lucha y sufrimiento, ven con dificultad cualquier esperanza. Puede ser bueno para padres y hermanos tomarse un respiro para volver a la calma en el entorno familiar. Asimismo, tomar distancia ayuda a que el paciente no se culpabilice y no crea que es una carga para la familia, o se comporte de forma diferente". Por eso la puerta siempre está abierta para las familias, se les invita a participar en las terapias, o a ponerse en contacto con la familia de acogida o visitar...". Así se establece un equipo entre el paciente, los terapeutas, la familia de origen y la de acogida, para combinar técnicas terapéuticas con el devenir de la vida cotidiana.
David Fraguas, psiquiatra del Servicio de Psiquiatría del Niño y el Adolescente, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, ha explicado a DM que tras la reforma psiquiátrica en España, la asistencia de salud mental se ha ido transformado hacia un modelo comunitario en el que se entiende a la familia como agente terapéutico con un papel activo y como lugar de integración. "Pero aún la familia tiene que tener un papel más protagonista, q que se sientan apoyados, que no sean sólo un espacio de custodia, que se escuchen cuáles son las necesidades de los pacientes". Según Fraguas, el modelo sueco es interesante "porque es un modelo más natural donde la integración es mayor y los lazos afectivos son más intensos porque no es lo mismo vivir con una familia que estar en un centro integrado".
Javier Sempere, psiquiatra del Centro de Terapia Interfamiliar de Elche, ha lamentado que "jamás en psiquiatría se da una formación sobre cómo tratar a las familias", y Abelardo Rodríguez, coordinador de la Red de Atención Social de la Comunidad de Madrid, ha abogado por "hacer a las familias más partícipes de los modelos de atención".

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