lunes, 23 de noviembre de 2015

Un tumor que 'progresa adecuadamente' - DiarioMedico.com

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DISPONER DE BIOBANCOS, CLAVE

Un tumor que 'progresa adecuadamente'

Terapias en estudio ofrecen buenas tasas en respuesta y supervivencia. El papel del estroma, clave en nuevas líneas de investigación y abordaje. Hace falta más concienciación sobre la enfermedad en todos los niveles. 
Carla Nieto. Madrid | ddmredaccion@diariomedico.com   |  23/11/2015 00:00
 
 

Alfredo Carato y Teresa Macarulla
Alfredo Carato, jefe del Servicio de Oncología Médica del Ramón y Cajal (Madrid). Director del Irycis, y Teresa Macarulla, adjunta del Servicio de Oncología Médica del Valle de Hebrón (Barcelona). (Lenda)
Los resultados proporcionados por la terapia actual, las buenas perspectivas de los fármacos en investigación, la implantación del abordaje multidisciplinar o avances como las biopsias líquidas son aspectos en los que los expertos se basan para trazar un panorama esperanzador del cáncer de páncreas, un tumor con una baja supervivencia (5-7 por ciento) y que se prevé sea la segunda causa de muerte por cáncer en 2020.
"Es evidente que sigue habiendo una mortalidad importante, pero respecto a años atrás estamos consiguiendo nuevos esquemas de tratamiento y desarrollando fármacos que permiten ofrecer más opciones a estos pacientes", señala Teresa Macarulla, del Departamento de Oncología Médica del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona. Según añade, los esfuerzos se están centrando en mejorar el pilar actual en el que se sustenta el tratamiento (la combinación de gemcitabina y nab-paclitaxel). "Una de las opciones clínicas más prometedoras se basa en un fármaco, ibrutinib, que ya está aprobado para enfermedades hematológicas y que se va a empezar a probar en combinación con los otros dos en cáncer de páncreas. También hay otro estudio, actualmente en fase II, que analiza los efectos de añadir a esta combinación un tercer fármaco, demcizumab, eficaz frente a las células que hacen que el cáncer de páncreas sea quimiorresistente, y cuya preclínica y estudios iniciales son muy prometedores".
  • "Disponer de biobancos es clave para obtener toda la información biológica que luego se ligue al correlato clínico"
Para Alfredo Carrato, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, las perspectivas de estos estudios, que se están desarrollando en centros españoles conjuntamente con otros internacionales, son alentadoras. "Desde las fases iniciales han obtenido unos resultados de eficacia en términos de respuesta (un 50 por ciento, el doble de lo que se obtenía hasta ahora), supervivencia libre de progresión y supervivencia global mayores a los que existen con las combinaciones clásicas".
Carrato destaca también la vía que viene de la mano de nuevos ensayos clínicos centrados en el estroma. "Está demostrada la señalización del estroma y el diálogo entre este y la célula tumoral. Es una diana potencial para nuevos fármacos, con bastantes posibilidades de acceder a la farmacopea en un futuro".
  • "Aunque aún no hemos conseguido individualizar los tratamientos, empieza a haber un poco de luz"
También se está avanzando en el abordaje cada vez más personalizado. "Aunque aún no hemos conseguido individualizar los tratamientos, empieza a haber un poco de luz. Estamos viendo que hay unos subgrupos de pacientes (5-10 por ciento) que tienen alteraciones genéticas hereditarias de un gen, el BRCA, y que evolucionan de forma distinta al resto: responden muy bien a quimioterapia basada en platino y se pueden beneficiar de fármacos aún en fase de experimentación, como los inhibidores de PARP", explica Teresa Macarulla.
BiobancosPara lograr esa personalización hay que sortear varios obstáculos. "Uno de ellos es la necesidad de biobancos", dice Carrato. "No tenemos acceso a muestras de biopsia, lo que permitiría determinar las alteraciones genéticas que nos pueden orientar hacia un tratamiento de bloqueo de determinadas vías de señalización más personalizado. En más de dos tercios de los pacientes el diagnóstico se hace mediante punción y aspiración con aguja fina, con lo que se obtienen muy pocas células, sin que quede remanente para investigación. Disponer de biobancos es clave para obtener toda la información biológica del tumor que luego se ligue al correlato clínico de la evolución en cada caso y permita agrupar bien a los pacientes".
Otro hándicap es la indefinición de la población de alto riesgo, "lo que unido a que aún no disponemos de una prueba fácilmente implantable, impide configurar un programa de detección temprana. Estamos trabajando en ello, ya que en el momento en que se determine la población de riesgo se podrá poner en marcha la prevención secundaria y detectar más a tiempo las lesiones candidatas a cirugía con más posibilidades de curación", señala Carrato.
La falta de screening y el hecho de que la mitad de los pacientes sean metastásicos en el momento del diagnóstico ha propiciado lo que Alfredo Carrato define como "nihilismo" en torno a la enfermedad: "Hasta hace poco, los pacientes diagnosticados raramente llegaban a manos de oncólogos ni eran evaluados por un comité multidisciplinar que valorara las opciones quirúrgicas y los recursos para alargar la supervivencia. Afortunadamente, esta es una batalla que estamos ganando, y a día de hoy tenemos herramientas para ilustrar que merece la pena que sean tratados por un comité de expertos que conocen la patología y que saben ofrecer las mejores estrategias aplicando una metodología rigurosa en cada caso".
Como reflejo de esos "pasos adelante" que se están dando en este tumor, en septiembre el Grupo Español de Tratamiento de Tumores Digestivos puso en marcha el Registro de Cáncer de Páncreas, "que nos va a dar una foto dinámica de la realidad del tumor en nuestro medio y detectará los cuellos de botella que pueden retrasar el diagnóstico o hacer que no tengamos suficiente muestra histológica para continuar con el diagnóstico o la investigación. El objetivo es demostrar con números si la supervivencia es mayor o menor según el contexto para hacer recomendaciones a las autoridades sanitarias y también, aprender de los errores".

Hace seis años...

En 'stand by', pero menos. No han cambiado muchas cosas desde que en 2009 DM informó sobre el Documento de Consenso Español en Cáncer de Páncreas: el diagnóstico aún es el caballo de batalla y ni antes ni ahora se puede hablar de marcadores específicos. Algo positivo: "Tenemos ilusión con las biopsias líquidas, que determinarán alteraciones genéticas", dice Carrato. Por otro lado, nab-paclitaxel, que se perfilaba entonces como "muy prometedor", es hoy un pilar terapéutico.

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