martes, 10 de noviembre de 2015

OMS | Rubéola

OMS | Rubéola



11/06/2015 09:30 AM EST


Fuente: Organización Mundial de la Salud
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Rubéola

Nota descriptiva N°367
Noviembre de 2015

Datos y cifras

  • La rubéola es una infección vírica contagiosa, por lo general leve, que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes.
  • La infección por rubéola en las mujeres embarazadas puede causar la muerte del feto o defectos congénitos en la forma de síndrome de rubéola congénita (SRC).
  • Se calcula cada año nacen en el mundo aproximadamente 100.000 niños con síndrome de rubéola congénita.
  • No se dispone de un tratamiento específico para la rubéola, pero la enfermedad es prevenible con vacunas.

La rubéola es una infección vírica aguda y contagiosa. Si bien por lo general la enfermedad es leve en los niños, tiene consecuencias graves en las embarazadas, porque puede causar muerte fetal o defectos congénitos en la forma del síndrome de rubéola congénita.
El virus de la rubéola se transmite por gotículas en el aire, cuando las personas infectadas estornudan o tosen. Los humanos son el único huésped conocido.

Síntomas

En los niños, por lo general la enfermedad es leve, con síntomas que incluyen erupción cutánea, fiebre poco intensa (<39 °C), náuseas y conjuntivitis leve. El exantema, que se observa en el 50% al 80% de los casos, habitualmente comienza en la cara y el cuello antes de progresar hacia los pies, y permanece de 1 a 3 días. La inflamación de los ganglios linfáticos en la parte posterior de las orejas y el cuello es la característica clínica más saliente. Los adultos infectados, con mayor frecuencia mujeres, pueden padecer artritis y dolores articulares, por lo general de 3 a 10 días.
Una vez que se contrae la infección, el virus de disemina por todo el organismo en aproximadamente 5 o 7 días. Habitualmente, los síntomas aparecen de dos a tres semanas después de la exposición. El periodo más contagioso por lo general es de 1 a 5 días después de la aparición del exantema.
Cuando el virus de la rubéola infecta a una mujer embarazada en las primeras etapas del embarazo, la probabilidad de que la mujer transmita el virus al feto es del 90%. Esto puede provocar aborto espontáneo, nacimiento muerto o defectos congénitos graves en la forma del síndrome de rubéola congénita. Los lactantes con el síndrome de rubéola congénita pueden excretar el virus durante un año o más.

Síndrome de rubéola congénita

Los niños con síndrome de rubéola congénita pueden padecer defectos de audición, defectos oculares y cardíacos y otros trastornos permanentes como autismo, diabetes mellitus y disfunción tiroidea, muchos de los cuales requieren tratamiento costoso, cirugía y otras modalidades de atención caras.
El mayor riesgo de síndrome de rubéola congénita se registra en los países en los que las mujeres en edad fértil no tienen inmunidad contra la infección (adquirida por vacunación o por haber contraído antes la enfermedad). Antes de la introducción de la vacuna, hasta cuatro niños de cada 1000 nacidos vivos nacían con síndrome de rubéola congénita.
La vacunación a gran escala en la última década ha prácticamente eliminado la rubéola y el síndrome de rubéola congénita en numerosos países desarrollados y en algunos países en desarrollo. En abril de 2015, la Región de las Américas de la OMS fue la primera del mundo en ser declarada libre de transmisión endémica de rubéola.
Las máximas tasas de síndrome de rubéola congénita se registran en las regiones de la OMS de África y Asia Sudoriental, en las que la cobertura con la vacuna es la más baja.

Vacunación

La vacuna contra la rubéola contiene una cepa de virus vivo atenuado que se ha utilizado durante más de 40 años. Una sola dosis de vacuna confiere un nivel de inmunidad a largo plazo superior al 95%, que es similar al que genera la infección natural.
Las vacunas contra la rubéola están disponibles en preparaciones monovalentes (vacuna dirigida solo a un patógeno) o, más frecuentemente, en combinación con otras vacunas, como las vacunas combinadas contra el sarampión y la rubéola, contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola o contra la rubéola, el sarampión, la parotiditis y la varicela.
Las reacciones adversas a la vacuna por lo general son leves. Pueden consistir en dolor y enrojecimiento en el sitio de la inyección, fiebre leve, exantema y dolores musculares. En las campañas masivas de vacunación en la Región de las Américas, que abarcaron a más de 250 millones de adolescentes y adultos, no se detectaron reacciones adversas graves asociadas con la vacuna.

Respuesta de la OMS

La OMS recomienda que todos los países que no hayan adoptado aún la vacuna contra la rubéola consideren incorporarla a los programas existentes y bien establecidos de vacunación contra el sarampión. Hasta la fecha, son tres las regiones de la OMS que se han fijado como meta eliminar esa causa prevenible de defectos congénitos.
En abril de 2012, la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión (hoy Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola) lanzó un nuevo Plan Estratégico Mundial de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola que abarca el periodo 2012-2020. El Plan incluye nuevas metas mundiales para 2015 y 2020.
De aquí a finales de 2015
  • Reducir las muertes por sarampión en el mundo por lo menos un 95% respecto de las cifras del año 2000.
  • Alcanzar los objetivos regionales de eliminación del sarampión y la rubéola y el síndrome de rubéola congénita.
De aquí a finales de 2020
  • Lograr la eliminación del sarampión y la rubéola en por lo menos cinco regiones de la OMS.
La estrategia se centra en la ejecución de cinco componentes básicos:
  • lograr y mantener una alta cobertura con dos dosis de vacuna contra el sarampión y la rubéola;
  • realizar un seguimiento de la enfermedad mediante la vigilancia eficaz y evaluar los esfuerzos programáticos para asegurar los progresos y la repercusión positiva de las actividades de vacunación;
  • establecer y mantener la preparación para hacer frente a los brotes, la rápida respuesta a éstos y el tratamiento eficaz de los casos;
  • comunicarse y relacionarse con el público para ganarse su confianza y crear demanda de inmunización;
  • realizar la investigación y el desarrollo necesarios para apoyar las acciones costoeficaces y mejorar la vacunación y los instrumentos para el diagnóstico.
Con la aplicación del Plan Estratégico es posible proteger y mejorar, de manera rápida y sostenible, las vidas de los niños y las madres en todo el mundo.
El Plan proporciona estrategias claras para los responsables nacionales de las actividades de vacunación y trabaja conjuntamente con asociados nacionales e internacionales, con el fin de alcanzar las metas establecidas para 2015 y 2020 en materia de control y eliminación del sarampión y la rubéola. Se basa en años de experiencia en la aplicación de programas de inmunización e incorpora las enseñanzas extraídas de las iniciativas de control acelerado del sarampión y erradicación de la poliomielitis.
En su calidad de miembro fundador de la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola, la OMS proporciona apoyo técnico a los gobiernos y a las comunidades para mejorar los programas de inmunización sistemática y emprender campañas de vacunación dirigidas a poblaciones determinadas.
Además, la Red Mundial OMS de Laboratorios para la Detección del Sarampión y la Rubéola brinda apoyo para el diagnóstico de los casos de rubéola y síndrome de rubéola congénita así como para la vigilancia de la diseminación del virus de la rubéola.

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