Los sellantes de fibrina minimizan la aparición de fístulas de LCR

Luis Ley, el jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Ramón y Cajal se refiere a estos elementos como de uso práctico y flexible.

Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es | 23/11/2015 00:00

De uso práctico, simple, versátil, universal y sin efectos secundarios. Así es como se refiere Luis Ley, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, al sellante o adhesivo de fibrina en los abordajes neuroquirúrgicos y, más concretamente, en los que se precisa un hermético sellado de dura.
Se trata de una herramienta que se utiliza de forma sistemática en un amplio abanico de especialidades y, aunque no es un sustituto de las suturas, "en neurocirugía concretamente es un refuerzo indispensable para zonas como las cerebrales, en las que no se puede aumentar el volumen".

Para Ley, las ventajas de los sellantes de fibrina, como los comercializados por Baxter, son importantes en su especialidad. "Para acceder al SNC, es necesario abrir la cubierta, que es la duramadre. En ese momento, podrían producirse fugas de líquido cefalorraquídeo (LCR) que derivan en fístulas y que pueden acarrear importantes complicaciones. Así, es una obligación asegurar un buen cierre de la duramadre, evitando así la fístula de LCR".

Se ha demostrado además que los sellantes de fibrina facilitan la homeostasia. La ausencia de sangrado es importante en toda cirugía, pero en neurocirugía "es esencial por conflictos de volumen y porque una complicación hemorrágica produce un daño directo en el órgano, que es el cerebro, y suele ser más dramática. Así, los sellantes de fibrina a veces sirven para sellar espacios que evitan la hemorragia posquirúrgica, aunque disponemos de otros productos que son homeostáticos".

Reparación de nervios
Por su formulación y características, algunos de estos sellantes son buenos medios de crecimiento nervioso. Así, en "reparación de nervios periféricos o en cirugías de columna en las que se emplean injertos óseos, donde facilitan la fijación instrumentada de los fragmentos óseos y, por tanto, favorecen su crecimiento".

Su utilidad y beneficio también se extiende a las intervenciones en las que está implicada la base del cráneo de la hipófisis, así como en cirugías endoscópicas transnasales.