martes, 24 de noviembre de 2015

La microbiota intestinal participa en la regulación del apetito - DiarioMedico.com

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ESTUDIO EN 'CELL METABOLISM'

La microbiota intestinal participa en la regulación del apetito

Una investigación en animales muestra que las bacterias intestinales liberan proteínas que ayudan a controlar la ingestión de alimentos.
Redacción. Madrid   |  24/11/2015 18:00
 
 

Neuronas activadas
Neuronas de rata activadas en respuesta a la ingestión de alimentos. ()
Después de una comida, los microorganismos que componen la microbiota intestinal sintetizan proteínas que pueden detener la ingestión de alimentos en animales, según un estudio que se publica hoy en Cell Metabolism.
Los autores del trabajo, encabezados por Serguei Fetissov, de la Universidad de Ruan (Francia), también han comprobado que la inyección de esas proteínas a ratones y ratas ejerce un efecto en el cerebro que se traduce en la disminución del apetito.
Los nuevos datos concuerdan con los modelos actuales de control del apetito: hormonas que transmiten desde el intestino hasta los circuitos cerebrales las sensaciones de hambre y saciedad.
En esta ocasión, los investigadores han hallado proteínas bacterianas de Escherichia coli que pueden estar implicadas en las rutas moleculares que emplea el organismo para señalizar la saciedad. "El siguiente reto será conocer qué efecto ejerce la alteración de la microbiota intestinal", ha declarado Fetissov.
En sus experimentos de laboratorio, Fetissov y su equipo constataron que 20 minutos después del consumo de nutrientes, las bacterias E. coli del intestino producen proteínas diferentesa las que sintetizaban antes de la ingesta.
La inyección de pequeñas dosis de esas proteínas redujo la ingestión de comida tanto en roedores hambrientos como en aquellos que podían alimentarse libremente. Análisis posteriores revelaron que las proteínas sintetizadas por las bacterias tras la ingesta de comida estimulaban la secreción del péptido YY, una hormona asociada a la saciedad.
El siguiente paso fue el desarrollo de un test capaz de detectar en sangre una de esas proteínas asociadas a la saciedad, denominada ClpB. De este modo, confirmaron que esta proteínaaumentaba la actividad de las neuronas que reducen el apetito.
"Pensamos que las bacterias participan fisiológicamente en la regulación del apetito inmediatamente después de la provisión de nutrientes, multiplicándose y estimulando la liberación de hormonas de saciedad en el intestino", ha resumido Fetissov. "Además, creemos que la microbiota intestinal produce proteínas que pueden permanecer mucho tiempo en sangre y modular rutas moleculares en el cerebro".

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