domingo, 22 de noviembre de 2015

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Administrar antibióticos precozmente puede ayudar a los niños con infecciones respiratorias propensos a disnea y sibilancias


21-23/11/2015 - E.P.

En la investigación se utilizó el antibiótico azitromicina frente a placebo y se comprobó una importante disminución de sibilancias y disnea

En los niños cuyos resfriados tienden a progresar y dar lugar a sibilancias severas y disnea --de forma que se les da corticosteroides orales como tratamiento de rescate--, los investigadores han demostrado que la administración de un antibiótico común a la primera señal de los síntomas del resfriado puede reducir el riesgo de que el episodio se convierta en una enfermedad de las vías respiratorias inferiores grave.
Las infecciones respiratorias son comunes en los niños en edad preescolar, pero mientras que la mayoría de los pequeños se recuperan con bastante facilidad de la tos y la congestión típicas, un número importante desarrolla enfermedades lo suficientemente graves como para interferir con la respiración y obligar a acudir a los servicios de urgencias.
"Los corticosteroides orales como la prednisona se han convertido en el estándar de atención para estas situaciones. Pero algunos estudios sugieren que estos tratamientos no funcionan constantemente para los niños pequeños", dijo el autor principal Leonard B. Bacharier, profesor de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos. "Es por eso que queremos encontrar maneras de prevenir que las infecciones del tracto respiratorio superior progresen para reducir enfermedades de las vías respiratorias. Una vez que el episodio se pone en marcha, las intervenciones estándar son menos eficaces de lo que sería deseable".
Los investigadores, cuyo trabajo se publica en la edición digital de la revista 'JAMA', probaron el antibiótico azitromicina frente a placebo en 607 niños en nueve centros médicos académicos a nivel nacional. Los niños participantes tenían entre 12 meses y 6 años y registraban historias de desarrollar enfermedades del tracto respiratorio inferior graves pero por lo demás estaban sanos.
El mismo número de infecciones respiratorias fueron detectadas en los grupos de antibióticos y placebo pero hubo una diferencia significativa en la severidad de las infecciones experimentadas entre los dos grupos. De las 92 enfermedades consideradas graves, de forma que requieren corticosteroides orales, 57 estaban en el grupo placebo, en comparación con 35 entre los menores a los que se les administró azitromicina.
Para este estudio, Bacharier y sus colegas decidieron dar el antibiótico en la dosis más alta aprobada por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la infección. "Elegimos esta dosis de antibióticos con el fin de tratar de maximizar los efectos anti-inflamatorios --relata Bacharier, que trata a los pacientes en el Hospital de Niños de St. Louis--. Pero no sabemos si es por eso que vimos enfermedad menos grave en los niños que reciben tratamiento con azitromicina temprano. También podría funcionar porque impide o trata infecciones bacterianas".
El protocolo para dispensar el antibiótico también difería de los cursos típicos de estos fármacos. Se proporcionó a los padres el antibiótico para tenerlo a mano en casa con el fin de que pudieran dárselo a los primeros signos de los síntomas del resfriado, para lo cual los investigadores trabajaron con cada familia para identificar un conjunto de síntomas tempranos que indiquen a los padres que deben iniciar el ciclo de tratamiento.
Debido a la preocupación por el desarrollo de organismos resistentes a los antibióticos, Bacharier y sus colegas estudiaron la resistencia a la azitromicina en un subgrupo de 86 pacientes atendidos en el Hospital de Niños de St. Louis. "Vimos que había niños que recibieron azitromicina durante el estudio que, al final del análisis, tenía gérmenes resistentes a la azitromicina en la garganta", reconoce Bacharier.
"Pero también hemos visto, aunque no en el mismo ratio, bacterias resistentes a azitromicina en los niños que no recibieron ninguno de los antibióticos. Así que no se entiende completamente el efecto de la azitromicina en la resistencia a los antibióticos", matiza Bacharier, para quien se necesita un estudio más amplio para determinar si la diferencia en los índices de desarrollo de resistencia a la azitromicina son estadísticamente o clínicamente significativos.
Este investigador también señaló que los niños que demostraron tener las bacterias resistentes a la azitromicina no les fue de manera diferente en el estudio que los que no tenían organismos resistentes al antibiótico. Bacharier agrega que aproximadamente una de cada seis visitas a los médicos para los síntomas de asma en Estados Unidos terminan con una receta de antibiótico para el niño, pero generalmente después de que el episodio se haya vuelto grave.
"Queremos ser prudentes con el uso de antibióticos -subraya--. No queremos exagerar. Por otro lado, se trata de niños que tienen episodios graves hacemos para los no hay una gran cantidad de terapias eficaces. Un número significativo recibe una terapia antibiótica de todos modos y tienen que estar muy enfermos para conseguirla. Nuestro estudio sugiere que podemos reducir el riesgo de enfermedades respiratorias graves, dando tratamiento con azitromicina antes".
Bacharier también señaló que incluso entre los niños que desarrollaron enfermedades graves, mientras tomaban azitromicina, los síntomas generales fueron menos graves que en los que recibieron placebo. El estudio demostró que a pesar de los beneficios en la reducción de la severidad, esta estrategia de tratamiento no alarga el tiempo entre las infecciones o previene que sucedan.
Este experto apunta que uno de los próximos pasos sobre esta intervención en particular es ver si es igualmente eficaz en niños que están recibiendo la terapia diaria para el asma. "Demostramos que esto funcionó para los niños que estudiamos que no necesitaban la terapia del asma todos los días -relata--. Ahora nos gustaría investigar qué va a pasar en un grupo de niños en el siguiente paso de la escalera en lo que respecta a la gravedad de la enfermedad"

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