jueves, 24 de septiembre de 2015

Seguridad alimentaria en el mercado de productores | FoodSafety.gov

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Seguridad alimentaria en el mercado de productores

Hacer compras en un mercado de productores es una excelente manera de conseguir frutas y verduras frescas, y otros alimentos cultivados localmente, para usted y su familia.
Mujer joven seleccionando frutas y verduras en un mercado.
Debido a que el número de estos mercados ha aumentado, puede haber dudas sobre la seguridad de los alimentos comprados allí. Muchos gobiernos estatales y locales tienen sus propias normas de seguridad alimentaria para estos mercados, y los proveedores deben cumplirlas. Pero también hay pautas básicas que usted debe seguir para asegurarse de que los alimentos frescos de granja que compra son seguros.

Productos frescos

  • Compre frutas y verduras frescas que no estén golpeadas ni dañadas.
  • Cuando compre frutas y verduras cortadas, como una media sandía o verduras cortadas para ensaladas, elija solo las que estén refrigeradas o rodeadas de hielo.
  • Asegúrese de que las frutas y las verduras frescas estén embolsadas y separadas de la carne, las aves de corral y los pescados y mariscos cuando las empaqueten para llevarlas desde el mercado hasta su casa.
  • Antes y después de manipular las frutas y las verduras frescas en casa, lávese las manos durante 20 segundos con agua tibia y jabón.
  • Lave las frutas y verduras con agua corriente antes de comer, cortar o cocinar. Incluso si piensa pelar la fruta o verdura antes de comerla, es importante que primero la lave. Cualquier bacteria presente en el exterior de productos, como los melones se puede transferir al interior al cortar o pelar.
  • Asegúrese de refrigerar las frutas y las verduras cortadas o peladas durante 2 horas después de su preparación.

Jugos y sidras

Verifique si el jugo o la sidra han sido tratados (pasteurizados) para matar las bacterias dañinas. Las embarazadas, los niños, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados solo deben tomar jugos pasteurizados o tratados. Para obtener más información, consulte Dos pasos sencillos para mantener la seguridad de los jugos.

Leches y quesos

  • No compre leche en un mercado de productores a menos que pueda confirmar que está pasteurizada o tratada de otro modo para destruir microorganismos. La leche cruda puede albergar bacterias peligrosas, como salmonela, E. coli, listeria, que pueden representar riesgos graves para su salud y la de su familia. Conozca más en Mitos sobre la leche cruda.
  • Las embarazadas, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunológicos debilitados por afecciones, como la diabetes, el cáncer, el VIH/SIDA, una enfermedad del hígado o del riñón, el alcoholismo y los trasplantes de órganos, están en mayor riesgo de contraer una enfermedad causada por listeria. Una fuente de estas bacterias es un queso blando elaborado con leche sin pasteurizar. Si compra quesos blandos (incluidos el queso feta, Brie, Camembert, quesos azules, queso blanco, queso fresco y panela), revise la etiqueta para asegurarse de que están elaborados con leche pasteurizada.

Huevos

  • Asegúrese de que los huevos se enfríen adecuadamente en el mercado. La FDA exige que los huevos con cáscara no tratados se deben almacenar y exhibir a 45 °F.
  • Antes de comprar los huevos, abra la caja para asegurarse de que están limpios y que ninguno está cascado.

Carnes rojas y aves de corral

  • Asegúrese de mantener la carne de res o las aves de corral en neveras cerradas con cantidades adecuadas de hielo para mantener temperaturas bajas.
  • Lleve una bolsa térmica o nevera para mantener la carne de res y de aves de corral fresca en el trayecto a casa.
  • Asegúrese de mantener la carne de res y de aves de corral separada de otros alimentos para que los jugos de la carne cruda (que pueden contener bacterias peligrosas) no entren en contacto con las frutas y las verduras u otros productos alimenticios.

Verduras y salsas de verdura en conserva

Debido a que muchas verduras y algunas salsas de verduras tienen un bajo contenido ácido, deben enlatarse adecuadamente para evitar que las bacterias que causan el botulismo se desarrollen y produzcan la toxina en latas y frascos sellados. Es por eso que la FDA exige que todos los productores de alimentos enlatados de bajo contenido ácido, no importa cuán pequeño sea su negocio, registren y envíen información de los procesos de enlatado a la agencia. Muchos estados tienen requisitos similares.
El botulismo es una enfermedad rara, pero las bacterias que están el suelo pueden sobrevivir, crecer y producir la toxina en una lata o frasco de alimentos que no se procesaron correctamente. Esta toxina puede afectar los nervios, producir parálisis y provocarle la muerte. Aun un bocado de un alimento que contenga esta toxina puede ser mortal. En 2014, dos mujeres jóvenes se enfermaron gravemente después de comer salsa pesto comprada en un puesto del mercado de productores de California que estaba contaminada con la bacteria del botulismo. El productor que había elaborado la salsa no estaba registrado en la FDA y no contaba con la licencia emitida por el estado de California.
Si bien no hay ninguna indicación en las etiquetas que garantice que un alimento de bajo contenido ácido está registrado en la FDA, antes de comprar, por ejemplo, una lata o frasco de maíz, remolacha, judías verdes o pesto en un mercado de productores, es muy importante preguntar al vendedor si está registrado. Si el vendedor no sabe, no compre.
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Publicado en: Alimentación fuera de casa | Seguridad alimentaria | De temporadaEtiquetas: Seguridad Alimentaria

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