La lactancia reduce el riesgo de relapso de la esclerosis múltiple tras el embarazo
Un estudio demuestra que el amamantamiento proporciona un modesto beneficio en la prevención de exacerbaciones de la enfermedad.
Es sabido que las hormonas producidas durante el embarazo protegen en cierta medida de los relapsos de la esclerosis múltiple (EM) y que esta protección cede inmediatamente tras el parto. De hecho, aproximadamente una cuarta parte de las pacientes los sufre en los 3 o 4 primeros meses posteriores, en lo que se conoce como efecto de rebote. Científicos pertenecientes a varios centros de investigación alemanes han llevado a cabo un estudio prospectivo dirigido a determinar el potencial beneficio de la lactancia en la prevención del relapso. De las 201 gestantes con EM de las que se obtuvieron datos, casi el 60% se decidió por la lactancia como método de alimentación exclusivo durante al menos los dos primeros meses, el 20% la rechazó y el resto alternó lactancia con biberón.
Mientras que en estos dos últimos grupos la tasa de relapso en los 6 meses siguientes al parto fue del 38%, en el primer grupo fue del 24%. Este grupo presentó además un riesgo general de relapso antes y durante el embarazo manifiestamente inferior, a pesar de incluir más pacientes que recibieron con menor frecuencia terapia base para la EM. Al considerar este factor, la tasa de relapso con amamantamiento total fue un 70% inferior. La ventaja ofrecida por la lactancia no es duradera, ya que los relapsos aparecen al terminarla. Al año del parto, casi la mitad de las pacientes habían sufrido relapso, independientemente de que hubieran amamantado o no y de la frecuencia de uso de la terapia base.
Los autores suponen que la causa del beneficio transitorio podría residir en la inhibición del ciclo menstrual inducida por la lactancia, durante el cual son liberadas diversas citoquinas pro-inflamatorias que pueden facilitar el relapso.
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