miércoles, 16 de septiembre de 2015

En cáncer de ovario hacen falta estrategias de prevención y diagnóstico precoz - DiarioMedico.com

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EL 80% SE DETECTA EN FASES AVANZADAS

En cáncer de ovario hacen falta estrategias de prevención y diagnóstico precoz

El cáncer de ovario supone un desafío asistencial al no existir métodos de diagnóstico precoz, de prevención o síntomas específicos para su abordaje. La iniciativa Globeathon, que se celebra el 19 de septiembre en Madrid, quiere visibilizar este y otros tumores ginecológicos.
Isabel Gallardo Ponce   |  16/09/2015 13:37
 
 

Cada año 5 millones de mujeres son diagnosticadas de un cáncer ginecológico en el mundo, y más de 12.300 casos se producen en España. Para concienciar y dar visibilidad a estos tumores, más de 80 países se han unido a la tercera edición de la iniciativa Globeathon, que en España se celebrará el 19 de septiembre en Madrid, de la mano de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco), con el apoyo de varias sociedades científicas, asociaciones de pacientes y el patrocinio de Roche Farma, y con el lema ¿Dudas? Pregunta.
En cuanto a la frecuencia, el más común es el de endometrio, seguido del de ovario, cérvix y en último lugar, y con menor incidencia, el de vulva y vagina, ha explicado Paz Ferrero, presidenta de Asaco. El problema en el abordaje de estos tumores es que en ovario aún no hay estrategias de tratamiento o de prevención efectivas, ha dicho Lucas Minig, ginecólogo oncólogo, y jefe del Servicio de Ginecología del Instituto Valenciano de Oncología, de Valencia. "El más frecuente es el de endometrio, con más de 4.000 diagnósticos al año en España. El 90 por ciento se detectan en estadios iniciales. El de cérvix es el tercero en incidencia con 2.000 casos anuales y cuenta con una estrategia de prevención y diagnóstico temprano. Sin embargo, el de ovario es el cáncer ginecológico más desafiante para profesionales y pacientes -con 3.200 casos anuales-. El 80 por ciento de los diagnósticos se realizan en etapas avanzadas cuando la enfermedad ya se ha extendido por la cavidad abdominal y pélvica", ha apuntado Minig. De media, pasan unos 3 ó 4 meses desde que se inicia la patología hasta el diagnóstico.
Detección tempranaEl diagnóstico tardío se debe a que no existen métodos ni de prevención ni de diagnóstico precoz. Sí existen algunos síntomas inespecíficos que pueden indicar la aparición del tumor pero que suelen interpretarse como signos pasajeros. La iniciativa quiere concienciar a las pacientes de que ante hinchazón abdominal, dolor pélvico o abdominal, frecuente necesidad de orinar, estreñimiento o diarrea, sensación de plenitud continua, pérdida de apetito y cansancio excesivo que persiste durante 2 ó 3 semanas deben acudir a su médico para que descarte la aparición de un tumor ovárico, así como realizar las revisiones ginecológicas de rutina. Ferrero ha insistido en que pese a que ni la citología ni las ecografías ginecológicas son útiles para el diagnóstico prez, hay que acudir a las revisiones.
Según Minig, la investigación actual se dirige, aunque en estadios iniciales a obtener marcadores en sangre que ayuden a predecir qué pacientes están desarrollando o padecerán un tumor en el futuro. Antonio González, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico), ha apuntado que la clave de la prevención no sólo está en detectar más sino en tratar mejor. "Debemos ir poniendo el foco en los pacientes con BRCA. Hay países en los que ya se recomienda hacer la determinación del BRCA en las mujeres que han padecido un cáncer de ovario, tengan o no historia familiar. Sus hijas pueden tener el riesgo de desarrollarlo y quizá en el futuro se reduzca la incidencia al extirparles ovarios y trompas", ha dicho González. Este método se recomendará y comenzará a implantarse en 2016 desde la Sociedad Española de Oncología Médica. En esa línea, Ferrero ha explicado que el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ya realiza esa determinación en todas las pacientes de Asaco.
Por otro lado, Minig ha afirmado que, de momento, el "único factor pronóstico modificable es la calidad de la cirugía inicial, en la que el objetivo es extirpar la totalidad de la enfermedad y no dejar patología residual en ningún órgano abdominal". Asimismo, Minig ha apuntado que hay estudios epidemiológicos que apuntan que las pacientes operadas por ginecólogos oncólogos tienen una expectativa de vida significativamente mayor. Estos deben estar integrados en equipos multidisciplinares que aborden el tumor de ovario de manera integral, atendiendo no sólo a la extensión de la patología, a la edad de la paciente, a su estado de salud y a las morbilidades, sino también al aspecto psicológico y fisioterapéutico, entre otros.
En ello ha coincidido González, quién ha añadido que "la cirugía es esencial, que sea buena significa un aumento en la supervivencia. Desde Geico estamos trabajando en el Proyecto R0 (resección completa de la enfermedad) para analizar la calidad de la cirugía y que esperamos que estará listo a finales de 2015". Según él, el futuro está también en obtener metodologías que permitan determinar si existen alteraciones moleculares que permitan guiar los tratamientos e individualizarlos.
Aún queda mucho por hacer. "Nos queda avanzar en investigación sobre prevención, diagnóstico temprano y estimular la centralización del tratamiento y de centros de referencia, así como concienciar a la población sobre los síntomas inespecíficos", ha concluido Minig.

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