El estrés peroxidativo, fenómeno esencial en Parkinson

Uno de los fenómenos oxidativos principales de la enfermedad de Parkinson es el estrés peroxidativo, según un estudio de la Universidad de Sevilla.

Carmen Cáceres. Sevilla | 10/09/2015 11:16

Emilio Fernández Espejo, catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla. (Carmen Cáceres)

Un estudio dirigido por Emilio Fernández Espejo, catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, en colaboración con Ángel Martín de Pablos y José Manuel García Moreno, anestesista y neurólogo, respectivamente, del Hospital Virgen Macarena, demuestra que no hay déficit trófico de sustancias como GDNF y BDNF en la enfermedad de Parkinson. "Este descubrimiento va en contra de la eficacia de las terapias tróficas actuales que intentan aumentar dichas sustancias, basadas en células madre o de otro tipo", señala el autor principal del trabajo.

Los investigadores han detectado que hay estrés oxidativo en el sistema nervioso, pero en concreto de las enzimas que limpian el agua oxigenada, dando lugar a estrés peroxidativo. Ello indica que se acumula esta sustancia oxidante y da lugar a daño oxidativo. Además, han confirmado que se acumula hierro y que hay un déficit de proteínas que eliminan el exceso de hierro, como la ferritina. Se sabe que el acúmulo de hierro empeora el estrés de agua oxigenada, lo que conecta ambos resultados.

El estudio, que ha durado tres años y se ha publicado en la versión online de Antioxidants & Redox Signaling, ha consistido en analizar el líquido cefalorraquídeo de enfermos de Parkinson del Servicio de Neurología del Hospital Virgen Macarena, a los que se ha practicado punción lumbar para extraer el líquido cefalorraquídeo. Los sujetos controles sanos eran o familiares de los enfermos, o sujetos sometidos a anestesia intradural y que cedían el líquido cefalorraquídeo para la investigación en el Servicio de Cirugía del Hospital Macarena. Se han estudiado unos 30 pacientes y 30 controles.

"Una vez extraído el líquido se almacenaba en condiciones de biobanco y luego se analizaba en el laboratorio BIO127 de la Facultad de Medicina con distintas técnicas con el fin de medir los factores GDNF y BDNF, las enzimas anti-oxidantes, el hierro y la ferritina, entre otras sustancias", explica Fernández Espejo.

El estudio ha permitido desentrañar qué tipo de estrés oxidativo existe en la enfermedad. "Se puede afirmar que uno de los fenómenos oxidativos principales de la enfermedad de Parkinson es el estrés peroxidativo", confirma el catedrático. Además, "hemos descubierto que el estrés de agua oxigenada activa vías alternativas de oxidación, que publicaremos en breve. Es urgente descifrar qué moléculas están involucradas en estos efectos, pues ello nos permitirá conocer una base patológica fundamental de la enfermedad de Parkinson".