viernes, 21 de agosto de 2015

Las altas temperaturas afectan de manera especial a pacientes encamados - DiarioMedico.com

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PROBLEMAS EN LOS MESES ESTIVALES

Las altas temperaturas afectan de manera especial a pacientes encamados

La personas mayores, y en especial, las que se encuentran inmóviles en la cama, son las más susceptibles ante las altas temperaturas, así lo señalan diversos especialistas de la salud.
Cindy Erazo | cindy.erazo@unidadeditorial.es   |  21/08/2015 13:26
 
 

encamados
Paciente encamada. (Archivo)
En verano, protegerse ante las altas temperaturas es uno de los principales consejos de los profesionales de la salud. Pero, las personas mayores y en especial, lasencamadas, son las más susceptibles al calor. "El cuerpo humano debe poder mantener constantemente una temperatura interna aproximada de 37º para que los órganos funcionen con normalidad" señala Ferrán L. Tognetta, director médico de e-Salud y comunicación de DVK Seguros. El organismo cuenta con diferentes sistemas de adaptación a la temperatura exterior, como puede ser el sudor. Sin embargo, "en las personas encamadas, la mitad de la piel del cuerpo no es operativa para controlar la temperatura por estar apoyada contra las sabanas de la cama, por lo que la superficie refrigerante del mismo se reduce a la mitad", apunta Tognetta.
Si la temperatura es muy elevada, esta capacidad el cuerpo para adaptarse a la del entorno podría no ser "suficiente" y desencadenar en una "emergencia clínica" que provoque un golpe de calor, según José Miguel Ruiz Maldonado, de la Comisión de Crónicos de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac). La piel roja y seca, pulso y respiración rápida, dolor de cabeza, confusión, pérdida de conocimiento e incluso la insuficiencia cardíaca pueden ser los síntomas del golpe de calor, tal y como señala Maldonado.
En los pacientes encamados "el calor descompensa el funcionamiento de los órganos", explica Tognetta. Afirma, también, que "es más fácil que la descompensación se amplifique a otros órganos y se tarde más en avisar de su malestar". Además, su inmovilidad complica su traslado a un centro médico y las "incompatibilidades de su medicación" hacen que sea más difícil tratarlo, concluye el especialista.
MÁS MEDICINAS, MAYOR RIESGO
Según Fernando Pérez Escanilla, responsable del Área de Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, existen dos tipos de pacientes encamados. Por una lado los que padecen un "deterioro cognitivo" y por otro, los encamados por otros factores, con un grado cognitivo "normal", dentro del que se pueden encontrar también los ancianos. Sin embargo, las altas temperaturas les afectan por igual, ya sea por enfermedad o por la edad. Como explica Tognetta, tienen menos sensación de calor, de sed, una menor capacidad de sudoración y tienden a usar ropas más cubiertas. Además, determinadas enfermedades crónicas "afectan al control de líquidos del cuerpo, a la presión arterial y a las sensaciones corporales y sistemas de sensaciones de alarma del cuerpo". Tognetta recuerda, además, que la medicación puede alterar "la atención, las sensaciones, control de agua, del sudor y de la presión arterial". Pérez Escanilla añade que "cuantos más medicamentos toman más posibilidades de que alguno se pueda ver alterado" a causa de las altas temperaturas.
Uno de los efectos producidos por el calor y el sudor son las úlceras y escaras. "Aparecen en los pacientes encamados porque apoyan el peso sobre partes pequeñas del cuerpo, normalmente junto a los huesos. La piel de esta zona se queda con menos presión de sangre en sus capilares y eso facilita la ulcera. Además, el sudor actúa de emoliente y provoca que la piel se reblandezca y se agriete. Si se ulcera y hay sudor es fácil que se infecte", añade Tognetta. Por ello es muy importante "intensificar los cambios de postura", explica Maldonado; y "buscar las zonas más frescas", añade Pérez Escanilla.
No obstante, aunque en un principio pueda parecer que los encamados son la población que más expuesta se encuentra a los golpes de calor, los que sufren "más riesgo" son las personas mayores que viven solas, afirma Maldonado. El apoyo social a este grupo de la sociedad es cada vez es menor. El principal problema recae en que "no son conscientes del calor que hace", recalca el profesional. Un paciente encamado, sin embargo "suele tener una persona que lo cuida" y que sabe cómo actuar y tratarlo ante las altas temperaturas. A éstos les recomienda "usar sábanas de algodón o ducharlos con frecuencia". Además, si se encuentran ante una emergencia clínica de golpe de calor, en la que el paciente encamado supere los 38º, lo más recomendable es "llamar al 112 y si pasa unas horas en esa situación, intentar bajar la temperatura con baños o gasas", añade Maldonado.
DIETA EQUILIBRADA Y MEDITERRÁNEA
La deshidratación es uno de los efectos más importantes del calor. Por eso, los expertos coinciden en que unabuena hidratación es la principal clave para evitar un golpe de calor. "Beber a pequeños sorbos, durante todo el día", sería una "estrategia" recomendable para "prevenir daños en encamados" por las altas temperaturas, añade Tognetta. Aconseja además, humedecer con un paño o un pulverizador de agua la piel de los brazos y las piernas, "unos diez minutos cada hora, todo el día". De esta manera, explica, el agua sobre la piel de los brazos y piernas actúa como si fuese "sudor y al evaporarse se lleva calor del cuerpo". Esto hace, añade, que se enfríe la superficie de la piel y la sangre de esa zona se "traslade al interior del cuerpo sin peligro de enfriamientos". El especialista recuerda también la importancia de usar ropa fresca y "provocar en el ambiente de la habitacióncorrientes de aire o con un ventilador, pero no directamente contra el paciente".
Otra recomendación importante sería tomar comidas ligeras, en menor cantidad y más veces al día, y mantener una dieta equilibrada y preferiblemente mediterránea, apunta Pérez Escanilla. Afirma, también, que las comidas copiosas "requieren mayor esfuerzo en la digestión".
Se trata de consejos y avisos que todos los expertos de salud recalcan con la llegada del verano y las altas temperaturas. Se busca, en definitiva, evitar que el calor se convierta en el mayor enemigo de la población, encamada o no.

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