viernes, 5 de junio de 2015

Nuestra biblioteca de ADN “chatarra” - Investigación y Desarrollo

Nuestra biblioteca de ADN “chatarra” - Investigación y Desarrollo





NUESTRA BIBLIOTECA DE ADN “CHATARRA”

EL .


La más reciente investigación científica rusa apunta a que el ADN puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin seccionar ni reemplazar genes individuales. Sólo el 10 por ciento se utiliza para construir proteínas, y este pequeño porcentaje es el que estudian los investigadores occidentales. El otro 90 por ciento es considerado “chatarra”.
Sin embargo los investigadores rusos, convencidos de que la naturaleza no es tonta, reunieron a lingüistas y genetistas -en un estudio sin precedentes- para explorar ese 90 por ciento de “ADN chatarra”.
Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios, nuestro ADN no sólo es el responsable de la construcción de nuestro cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente inútil 90 por ciento, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes humanos.
Compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas y así  descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas.
Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron coincidentemente, sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron el comportamiento vibratorio del ADN.
“Los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas usando la radiación láser del ADN endógeno”. Eso significa que uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo.
Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido, desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento. Ahora eso se ha probado y explicado científicamente. La sorpresa mayor fue descubrir la manera en que el 90 por ciento del “ADN chatarra” almacena la información.
“Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición”, aclaró Garjajev.
Esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera biblioteca estaría fuera de nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en comunicación permanente con este reservorio universal de conocimiento.
Fuente: Red FM

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