lunes, 8 de junio de 2015

Factores lipídicos no tan secundarios - DiarioMedico.com

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ESTUDIO DYSIS

Factores lipídicos no tan secundarios

Más de la tercera parte de las personas con dislipemia aterogénica están infradiagnosticadas e infratratadas. Salvo las europeas, el resto de guías tratan la dislipemia aterogénica como un objetivo secundario.
Ester Crespo. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com   |  04/06/2015 17:30
 
 

Jesús Millán
Jesús Millán, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón (DM)
La dislipemia aterogénica (DA), caracterizada por hipertrigliceridemia y/o HDL bajo con partículas LDL pequeñas y densas, es un proceso infradiagnosticado, infratratado e infracontrolado en España. Precisamente ésta es una de las razones por las que Mylan trabaja para impulsar el conocimiento de la enfermedad. En este contexto, Jesús Millán, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid, ha dicho a DM que "más de la tercera parte de las personas con DA están infradiagnosticadas e infratratadas y, de las que reciben terapia, cerca de la mitad no han alcanzado los objetivos".
Además de que la cultura de abordar en la clínica la dislipemia aterogénica es bastante deficitaria, según Millán, a la DA no se le concede mucha importancia en numerosas guías. "El colesterol LDL se tiene en cuenta en las guías como factor de riesgo; son guías LDL- céntricas, pero los triglicéridos y el HDL no se tienen en cuenta y son factores independientes que deberían ser contemplados. Salvo en las guías europeas que sí tienen la DA en consideración, en el resto es un objetivo secundario, y las americanas la ignoran". Ante este panorama, las sociedades de primaria y la Sociedad Española de Arterioesclerosis elaboraron el año pasado la primera guía para la detección, diagnóstico y tratamiento de la DA en atención primaria.
  • "El colesterol LDL se tiene en cuenta en las guías como factor de riesgo, pero los triglicéridos y el HDL no, y son factores que deberían ser contemplados"
Millán explica que tener como objetivo el LDL es acertado, pues se sabe que reduce el riesgo. Pero "existe menos conocimiento en que la dislipemia aterogénica está presente en el riesgo vascular residual elevado, un riesgo que no se logra reducir con estatinas, y que tiene un mayor impacto en pacientes con diabetes de tipo 2, síndrome metabólico, obesidad y la hiperlipemia familiar combinada".
Son frecuentes los estudios, según la guía de la dislipemia de las sociedades de primaria y la SEA, que ponen de manifiesto cómo en los pacientes tratados con estatinas -incluso los que han alcanzado el objetivo en LDL- se pueden encontrar alteradas otras fracciones lipídicas, por lo que la prevalencia de dislipemias mixtas puede llegar a ser muy elevada y contribuye al incremento del riesgo cardiovascular.
  • "La dislipemia aterogénica está presente en el riesgo vascular residual elevado y tiene un mayor impacto en diabetes tipo 2, síndrome metabólico y obesidad
El estudio Dysis (Estudio Internacional de la Dislipemia) en España refleja que más del 60 por ciento de los pacientes de alto riesgo no tenían controladas las cifras de LDL, a pesar del tratamiento con estatinas, y casi el 79 por ciento presentaba algún factor lipídico residual. En diabéticos, el estudio muestra que un 43 por ciento de los tratados con estatinas tienen aumento de triglicéridos y un 36 por ciento presentan descenso de HDL.
Detección
El diagnóstico de la dislipemia aterogénica es sencillo: se basa en la comprobación analítica de la alteración lipídica. Para valorar la dislipemia aterogénica, debe determinarse el perfil lipídico básico, que incluye colesterol total, triglicéridos, el LDL y el HDL.
  • "El diagnóstico de la DA es sencillo; el tratamiento consiste en un cambio del estilo de vida y, cuando esta modificación no es suficiente, hay que tratar con fibratos"
La guía de la DA de las sociedades de primaria incide en que es necesario tener al menos dos determinaciones lipídicas diferentes previas al diagnóstico de una dislipemia, separadas por un intervalo superior a una semana e inferior a los tres meses, y realizar una tercera determinación cuando las diferencias existentes sean superiores a un 25 por ciento para el colesterol total o a un 65 por ciento para los triglicéridos.
El tratamiento consiste, en primer lugar, en un cambio en el estilo de vida: ejercicio, evitar el sobrepeso y el tabaquismo y llevar una dieta sana. El siguiente escalón es farmacológico, con fibratos combinados con estatinas en pacientes con triglicéridos elevados y HDL bajo cuando la modificación del estilo de vida no es suficiente para mejorar los niveles. El fibrato de elección para asociarlo a una estatina es fenofibrato. Pese a que la detección y tratamiento en DA están claros, el especialista se pregunta por qué no se suele tener en cuenta en la práctica clínica. "Quizá por miedo al escaso cumplimiento, porque no tiene justificación no abordarla por escepticismo sobre el HDL bajo y los triglicéridos altos".

Hacia un único criterio

Con el objetivo de buscar una única valoración de la dislipemia aterogénica, Jesús Millán explica que han elaborado el programa formativo Cr1terio, que cubre los aspectos más controvertidos en diagnóstico y tratamiento de la DA. "Buscamos poner de relieve la importancia del riesgo residual, de los triglicéridos altos, el HDL bajo y la sencillez de las pruebas que se realizan para detectar la DA". El programa pretende involucrar a unos 2.000 médicos de atención primaria mediante la asistencia a sesiones presenciales y online en toda España. "Las herramientas que empleamos en estas sesiones son casos clínicos ilustrativos que permitan abordar el tratamiento".

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