lunes, 8 de junio de 2015

El filtro solar a veces se malinterpreta como una protección segura para estar más horas al sol, y no es cierto

El filtro solar a veces se malinterpreta como una protección segura para estar más horas al sol, y no es cierto



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Los retos en la terapéutica del cáncer no sólo son científicos y médicos, sino sociales y económicos. Es fundamental favorecer las políticas de prevención del cáncer, que son las que garantizan que los recursos sanitarios se utilizan de manera adecuada, y mejorar la supervivencia de los pacientes con la mínima intervención médica.
La Unidad de Melanoma del Hospital Clínic de Barcelona engloba un equipo multidisciplinar donde diagnostican y tratan a todos los pacientes que llegan al hospital. También tienen una actividad importante en investigación y docencia, fundamentalmente posgrado en cáncer de piel. El equipo está integrado por 12 especialistas de distintos servicios, residentes médicos de otros hospitales, investigadores, fundamentalmente biólogos a nivel de laboratorio, y técnicos de laboratorio y enfermeros de investigación, además de data managers y gestores de proyecto. En total un equipo que puede superar las 20 ó 25 personas de forma regular.
Hablamos con Josep Malvehy, director de la Unidad, quien nos comenta la evolución de la especialidad en las últimas décadas. “Actualmente disponemos de herramientas de diagnóstico precoz muy útiles y eficaces, tanto en el ámbito de Atención Primaria, para el cribaje de cáncer cutáneo, como a nivel hospitalario para el diagnóstico del tumor, con microscopios que tienen resolución celular de forma no invasora. También ha cambiado radicalmente lo que es la detección de pacientes de riesgo, conocemos mejor las bases genéticas de la enfermedad y los factores de susceptibilidad, y podemos identificarlos y hacer un buen asesoramiento genético”.
Obviamente, también ha cambiado radicalmente el tratamiento del melanoma, tanto a nivel quirúrgico, siendo cada vez más selectivos y menos agresivos, incorporando técnicas de tratamiento de la enfermedad avanzada, como la perfusión aislada del miembro o la electroquimioterapia, o los nuevos medicamentos, que han sustituido, y lo van a hacer cada vez más, al tratamiento estándar, clásico de quimioterapia, que era realmente muy poco eficaz. “En este sentido”, explica el doctor, “estamos entendiendo mejor las bases genéticas del tumor para determinar cuál es el perfil molecular del mismo y seleccionar las terapias individualizadas en cada paciente, con lo cual se obtienen mejores resultados, y a la vez se está mejorando mucho el conocimiento de biomarcadores y factores predictivos de respuesta. Los nuevos medicamentos también han cambiado el panorama del melanoma avanzado, porque mejoran la supervivencia y las respuestas clínicas mantenidas en un porcentaje de pacientes que hace veinte, diez y cinco años no existía”.
A pesar de los esfuerzos y las mejoras en diagnóstico precoz, que se reflejan en el número de tumores incipientes diagnosticados cada año, se mantiene muy estable el porcentaje de tumores avanzados, que no se han conseguido reducir de manera notable. En opinión de Malvehy, esto sucede por varios factores, “el primero porque no existe una educación adecuada de la población para que consulte rápidamente cuando observe una lesión sospechosa en la piel. Por otro lado, los profesionales a veces no son capaces de identificar estas lesiones precozmente porque pueden ser difíciles de diagnosticar, especialmente si no hay una formación específica; y finalmente las listas de espera para la visita con el especialista de la piel, que todavía son demasiado pronunciadas en muchas áreas de nuestra geografía”.
Las malas prácticas y hábitos en relación al sol también dejan huella. De hecho, en el caso del melanoma, la incidencia no se ha reducido en absoluto, a pesar de la introducción de filtros solares muy eficaces para evitar la quemadura solar, con lo cual la impresión de los médicos, tal y como la expresa Malvehy, es que “el filtro solar a veces se malinterpreta como una protección segura para estar más horas al sol, y no es cierto. Sí que es indispensable para proteger del cáncer de piel, especialmente carcinoma cutáneo, pero no tenemos tan claro que cambie o pueda mejorar la incidencia del número de melanomas, seguramente porque no se acompaña de las medidas de protección que recomendamos en todas las guías”. Los factores de riesgo también importan, si por ejemplo se tiene una piel clara y muchos lunares, o a alguien en la familia que haya sufrido un cáncer de piel, hay un riesgo multiplicado, así que la protección debe incrementarse y las precauciones ser mayores.
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