Una primavera 'moderada' para los alérgicos españoles

Aunque el otoño ha sido muy húmedo, el invierno ha sido seco, disminuyendo las alergias.

Redacción. Madrid | 25/03/2015 16:56

Pilar Mur,Joaquín Sastre, Ángel Moral y Pedro Ojeda

Pilar Mur, jefa de Alergología del Hospital de Santa Bárbara de Puertollano (Ciudad Real); Joaquín Sastre, presidente de la Seaic; Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Seaic, y Pedro Ojeda, coordinador de comunicación de la Seaic. (DM)

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Las enfermedades alérgicas afectan a un 33 por ciento de la población española. De esa cifra, la mitad son alérgicos a pólenes de plantas. "Este año, los ocho millones de alérgicos al polen se enfrentan a una primavera de intensidad moderada, con una concentración por metro cúbico de aire de unos 5.300 granos", dijo ayer Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).

Las especies que más síntomas producen en España en orden decreciente son gramíneas, olivo, ciprés, salsola, plátano de sombra y parietaria. En ciertas zonas pueden ser importantes otros pólenes, como la palmera en Elche o el abedul en Galicia. Existe una relación directa entre las precipitaciones del otoño e invierno y los recuentos de pólenes de gramíneas durante la primavera. La recopilación de esos datos, junto con otros factores climatológicos como la temperatura y la humedad, permite establecer el nivel de intensidad de esta primavera, en colaboración con el Área de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Primavera más seca
El pasado otoño fue muy húmedo (precipitación media de 197 milímetros), pero el invierno ha sido seco (150 milímetros) y con distribución desigual. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología para esta primavera indican precipitaciones ligeramente inferiores a la media en toda España y temperaturas más altas en la mitad oriental.

Pilar Mur, del Hospital de Santa Bárbara (Puertollano), destaca que "la alergia a pólenes puede afectar hasta al 40 por ciento de la población y, curiosamente, pese a que hay más pólenes en el ámbito rural, los que se hacen alérgicos son los habitantes de las ciudades, donde se mezclan pólenes y contaminación".

Para controlarla, la inmunoterapia es un tratamiento de primer orden. Joaquín Sastre, presidente de la Seaic, comenta que "es el único abordaje que puede modificar la evolución natural de la alergia". Además, la vacuna antialérgica disminuye un 40 por ciento los gastos en servicios médicos y un 30 por ciento los de uso de fármacos de alivio sintomático.