Manipular moléculas de señal bacteriana equilibra la microbiota

Modificar el autoinductor AI-2 evita el daño en la flora por los antibióticos. El sistema podría servir para corregir desequilibrios por dieta o patología.

Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 20/03/2015 00:00

E. coli mutante para no asimilar AI-2. (DM)

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Manipular la microbiota intestinal podría evitar los efectos secundarios dañinos de los antibióticos, entre otros beneficios, según demuestra un trabajo que se publica hoy enCell Reports, llevado a cabo por un grupo de investigadores hispano-portugueses. Karina de Bivar Xavier, del Instituto Gulbenkian de Ciencia en Portugal, es la directora de este estudio, con participación del centro de investigación valenciano Fisabio.

En el experimento se reveló que al actuar sobre la molécula de señalización química autoinductor 2 (AI-2), la que utilizan las bacterias para comunicarse entre ellas, se asegura un equilibrio positivo de la flora intestinal.

Los investigadores partieron de la hipótesis de que modificar las interacciones de las bacterias de la microbiota podría producir un predominio de aquellos microorganismos más beneficiosos para el ser humano. Para probarlo, se centraron en la AI-2, que media en la comunicación intercelular del intestino de los mamíferos.
Xavier y su equipo diseñaron una cepa de E. coli mutante, que no absorbía de forma correcta AI-2 del entorno. Al introducir el microorganismo mutante en el tracto gastrointestinal de ratones que recibían antibióticos, el resultado fue un aumento de los niveles de AI-2 intestinales que alteraron la composición de la flora, favoreciendo la presencia de Firmicutes, una familia bacteriana típica del intestino mamífero que suele arrasar la antibioterapia.

"Puesto que los niveles altos de AI-2 en el intestino preservaron un equilibrio sano de la microbiota durante el tratamiento antibiótico, es posible que manipular esta señal química evite el efecto dañino de otras antibioterapias, así como corregir otros desequilibrios microbianos causados por la dieta o tratar patologías gastrointestinales", dice Jessica Thompson, otra de las autoras.