lunes, 23 de marzo de 2015

Linfoma anaplásico de células grandes asociado a prótesis mamarias: una patología difícil de estudiar - DiarioMedico.com

Linfoma anaplásico de células grandes asociado a prótesis mamarias: una patología difícil de estudiar - DiarioMedico.com



CÁNCER DE MAMA

Linfoma anaplásico de células grandes asociado a prótesis mamarias: una patología difícil de estudiar

La postura oficial de la Secpre descarta la relación causa-efecto entre prótesis mamarias y cualquier tipo de cáncer.
M. Sánchez-Monge/ S. Moreno. Madrid   |  23/03/2015 00:00
 
 

En 1967 se colocó por primera vez un implante mamario de silicona. Treinta años después, se registró el primer caso de linfoma anaplásico de células grandes (ALCL, en inglés) en una mujer con prótesis, el mismo hallado en las dieciocho francesas que ha provocado la alarma entre las autoridades sanitarias galas.
La revisión más amplia sobre esta infrecuente patología, realizada por el cirujano plástico Garry Brody y que se publica este mes en Plastic and Reconstructive Surgery, recoge 173 casos en todo el mundo. Sólo en Estados Unidos hay diez millones de implantadas. Si bien se sospecha que no todos los casos están documentados, el ALCL es una alteración conocida por los plásticos. Además, la agencia reguladora estadounidense FDA ya advirtió en 2011 de la existencia de ese riesgo, muy pequeño, pero aumentado en relación al resto de mujeres. Esa advertencia tuvo su eco en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Santiarios (Aemps).
Con todo, los protocolos de la cirugía no han variado, y tampoco parece que vayan a hacerlo ahora pese a la alarma francesa, que varios cirujanos consultados por DM han calificado de desproporcionada ante una entidad anecdótica. Los datos científicos estiman que el ALCL puede aparecer en una de entre 500.000 y 3.000.000 de mujeres con prótesis.
Emilio García Tutor, jefe de Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del MD Anderson Cancer Center, de Madrid, explica que los síntomas son evidentes: la presentación más frecuente es el seroma perimplantatorio tardío (la media está en nueve años desde la intervención, aunque hay casos desde los cuatro meses a los veinticinco años); también puede aparecer como una tumoración en la mama implantada; mucho menos común es que debute con una lesión ulcerada.
García Tutor destaca que se investiga una causa multifactorial. Entre los factores apuntados está el proceso inflamatorio crónico, que puede haberse originado en una infección, pero hay infecciones en el implante sin que surja el linfoma. "Será difícil estudiarlo por su baja incidencia".
El curso clínico va desde la resolución espontánea a la diseminación extracapsular, que se apreció en 18 casos, nueve de ellos fatales. No se detecta preferencia por prótesis de relleno salino o de silicona, ni por indicación cosmética o reconstructiva. Tampoco parece que el momento de detección influya en el pronóstico, que suele ser favorable.
El tratamiento consiste en retirar la prótesis y realizar una capsulectomía. Más controvertida es la administración de quimio y radioterapia, desaconsejada en ciertas publicaciones.
La postura oficial de la Secpre descarta la relación causa-efecto entre prótesis mamarias y cualquier tipo de cáncer, si bien seguirá con atención las investigaciones de estos casos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario